¿Por qué a menudo sentimos que tenemos que
vendernos a los demás, y convencerlos de que somos "lo suficientemente
buenos" para ellos, cuando todo lo que tenemos que hacer es ser lo
suficientemente buenos para nosotros mismos y dejar que los demás hagan sus
propias elecciones? Nos involucramos en relaciones creyendo que debemos probar
nuestro valor para poder obtener el amor que queremos. Y lo hacemos
generalmente con personas que no nos valoran. ¿Podemos estar tan claros y
seguros de nuestro propio
valor que no tratemos de “vendernos” a personas que
no nos valoran (porque no pueden), y en su lugar, crear conexiones de amor con
personas que nos aman y que fluyen sin esfuerzo en nuestras vidas porque
reflejan nuestro propio valor?
Estaba ayudando a un cliente a prepararse para una
importante reunión de negocios cuando me dijo: "Me siento preparado, ahora
solo tengo que venderme." Eso trajo a colación otra discusión sobre por
qué él sentía que tenía que convencerlos de su valor y dignidad, y venderles lo
que él tenía para ofrecer. ¿Por qué no podía simplemente hacer lo mejor que
pudiera y dejar que ese fuera el punto decisivo? Si se vende demasiado, se
arriesga a sobrevenderse, haciendo promesas que después le puede costar
mantener, o puede entrar en esa importante reunión con la sensación de que va a
perder, creando una profecía autocumplida.
Finalmente, mi cliente estaba cómodo con sus
preparativos para la reunión, los cuales incluían una lista de ofertas y, más
importante aún, un recordatorio de cosas que él no iba a aceptar. De esta
manera, no se extendería demasiado y no haría promesas que en su deseo de ser
valorado, luego no podría mantener.
¿No hacemos esto todos cuando tratamos de conectar
con otros, especialmente en situaciones en las que realmente queremos ser
valorados o queremos crear esa conexión, o simplemente en situaciones que
pensamos que son importantes? Nos sobrevendemos nosotros mismos, nos desvivimos
creyendo que tenemos que convencer a los demás de que somos lo suficientemente
valiosos, para que ellos nos amen, y entonces ¿qué pasa? Acordamos cosas que
después no podemos o no queremos cumplir, o nos encontramos metidos
en una situación que no nos conviene. Pero hemos invertido tanto en esa
situación, que creemos que no podemos salirnos de ella o que queremos ser
valorados, no importa el precio, y estamos dispuestos a hacer cualquier
cosa con tal de conseguirlo.
Nuestro deseo de ser “suficiente” para los demás
nos hace pensar que tenemos que “vendernos”, convencer a otros de que nos
quieran y nos valoren, de que quieren pasar tiempo con nosotros, estar con
nosotros o estar conectados. Sobre todo, queremos que nos amen. Tenemos miedo
de ser rechazados, pasados por alto o
ignorados y pensamos que esas son señales de que no somos lo
suficientemente buenos.
Sin embargo, en realidad, la persona que nos
rechaza no lo está haciendo por lo que somos, sino por lo que ella tiene que
ser para estar con nosotros.
Tienen que estar en nuestra misma frecuencia y
nivel energético, para crear una conexión significativa y valiosa con nosotros,
y puede que eso sea demasiado para ellos. Cuando lo vemos desde esa
perspectiva, nos damos cuenta de que no nos podemos vender lo suficiente, a
alguien que sabe que el precio que debe pagar por esa conexión es demasiado
alto.
Lo mejor y lo único que podemos hacer es ser
nosotros mismos, en todo sentido; ser lo mejor que podamos ser y hacer brillar
al máximo nuestra luz. Cuando estamos alineados internamente, podemos
alinearnos con otros que nos son afines. No tenemos que “vendernos” a estas
personas; ellos ya saben quiénes somos. No tenemos que convencerlos de nuestro
valor; ellos pueden verlo por sí mismos.
Con aquellos que están alineados con nuestro amor y
nuestra valía, reflejamos el valor que ellos tienen y ellos nos reflejan
nuestro propio valor. Las personas que pueden alinearse con nosotros, que ven y
reconocen nuestro valor, no esperan ni quieren que hagamos promesas
extravagantes ni piensan que no somos suficientes; saben que somos iguales a
ellos, perfectos, íntegros, completos, en todos los sentidos. Y si tenemos que
vendernos mucho para encontrar el amor y el valor que queremos, estamos
hablando con la gente equivocada.
Derechos de autor reservados © 2017 por Jennifer
Hoffman. Pueden citar, traducir, reimprimir o referirse a este mensaje si
mencionan el nombre de la autora e incluyen un vínculo de trabajo a: http://enlighteninglife.com
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