by Carolina G
La fuente de toda Creación es la conciencia
pura, la potencialidad pura que busca expresarse para pasar de lo inmanifiesto
a lo manifiesto, de lo intangible a lo tangible. Cuando nos damos cuenta de que
nuestro verdadero Ser es la potencialidad pura, nos alineamos con esa chispa
divina que somos, alimentando el poder creador del Yo para dar vida a todo
aquello que quiere el corazón.
La Ley de la Potencialidad Pura es una de
las siete leyes espirituales, desarrolladas por Deepak Chopra basada en los
grandes principios universales de la creación. Esta Ley se basa en el hecho de
que el Ser Humano, en su estadío esencial, es conciencia pura, y solamente la
intimidad con nuestro Ser puede hacer surgir nuestro gran poder creador. La
potencialidad pura es la naturaleza intrínseca del ser humano y su conciencia
permite a nuestra chispa divina crear.
El campo de la potencialidad pura es
nuestro propio Ser. Y cuanto más desarrollemos nuestra propia naturaleza, más
cerca estaremos de ese campo de potencialidad pura.
La conciencia pura es potencialidad pura;
es el campo de todas las posibilidades y de la creatividad infinita. La
conciencia pura es la esencia espiritual que somos. Y cuando podemos descubrir
y ser conscientes de nuestra naturaleza esencial, y experimentamos realmente
quiénes somos, ese solo conocimiento encierra la capacidad de convertir en
realidad todos los sueños, porque el Ser Humano es la posibilidad eterna de la
creación en la Tierra, el potencial inconmensurable de todo lo que fue, es y
será.
Bien. Estamos en un GRAN momento para tomar
nueva conciencia de quiénes somos, identificar nuestro Yo Pequeño (el Ego) y
nuestro Yo Superior (el Ser), y abrirnos a la bendición de poder crear en base
a ello. La Temporada Leo 2017 fue doblemente especial porque, tuvimos 2 Lunas
Nuevas bajo este signo, que representa el arquetipo del Rey, el liderazgo y la
creación del Yo. Además, los Eclipses que enfatizan el poder del cambio. Por
eso, te sugiero leas este post, y te animes a tomar nueva conciencia sobre tu
Ser, tu esencia creadora que da vida a lo que quiere.
Vivir de acuerdo con el Yo Superior
significa que el punto interno de referencia es el propio espíritu, y no los
objetos de nuestra experiencia. Lo contrario de la auto-referencia es la
referencia al objeto. Cuando se vive según la referencia al objeto, se está
siempre influido por las cosas que están fuera del Yo; entre ellas están las situaciones
en las que el ser humano se involucra, las circunstancias, y las personas y las
cosas que lo rodean. Cuando se vive según la referencia al objeto, se busca
constantemente la aprobación de los demás. Los pensamientos y comportamientos
esperan constantemente una respuesta. La vida, por tanto, se basa en el temor.
Cuando se vive según la referencia al objeto,
también se siente una intensa necesidad de controlarlo todo. Se siente una
intensa necesidad de tener poder externo. La necesidad de aprobación, la
necesidad de controlar las cosas y de tener poder externo se basan en el temor.
Esta forma de poder no es el de la potencialidad pura, ni el poder del Yo, o
poder real. Cuando se experimenta el poder del Yo no hay temor, no hay necesidad
de controlar, y no hay lucha por la aprobación o por el poder externo.
Cuando se vive según la referencia al objeto,
el punto de referencia interno es el Ego. Sin embargo, el Ego no es lo que
realmente es el Ser. El Ego es la autoimagen, la máscara social, es el rol que
estamos desempeñando, la personalidad, el carácter, el Yo Pequeño. A la máscara
social le gusta la aprobación; quiere controlar, y se apoya en el poder porque
vive en el temor. El verdadero Yo, que es el espíritu, el Yo Superior, el Ser,
está completamente libre de esas cosas. Es inmune a la crítica, no le teme a
ningún desafío y no se siente inferior a nadie. Y, sin embargo, es humilde y no
se siente superior a nadie por-que es consciente y admira cada chispa divina
encarnada.
Ésa es la diferencia esencial entre la
referencia al objeto y la auto-referencia. En la auto-referencia, se
experimenta el verdadero Ser, el cual no les teme a los desafíos, respeta a
todo el mundo y no se siente inferior a nadie. Por tanto, el poder del Yo Superior
es el verdadero poder creador de nuestro Ser.
El poder basado en la referencia al objeto,
en cambio, es falso. Siendo un poder que se basa en el Ego, existe únicamente
mientras exista el objeto de referencia. Si la persona tiene cierto título, si
es el presidente del país o el presidente de la junta directiva de una
corporación o si tiene muchísimo dinero, el poder de que disfruta está ligado
al título, al cargo o al dinero. El poder basado en el Ego dura solamente lo
que duran esas cosas. Apenas desaparezcan el título, el cargo y el dinero,
desaparecerá el poder.
El poder del Yo Superior es permanente
porque se basa en el conocimiento del Ser, y este poder tiene ciertas
características: atrae la gente hacia nosotros y también atrae las cosas que deseamos;
magnetiza a las personas, las situaciones y las circunstancias en apoyo de los
deseos.
Esto es lo que se conoce también como apoyo
de las leyes de la naturaleza. Es el apoyo de la divinidad; es el apoyo que se
deriva de estar en un estado de gracia. Este poder es tal que se disfruta de un
vínculo con la gente y la gente disfruta de un vínculo con nosotros. Es el
poder de establecer lazos, lazos que emanan del verdadero amor.
¿Cómo se puede aplicar la Ley de la
Potencialidad Pura en la vida?
Si se quiere disfrutar de los beneficios
del campo de la potencialidad pura, si se quiere utilizar plenamente la
creatividad inherente a la conciencia pura, al poder creador del Ser, se debe
tener acceso a ella. Una manera de tener acceso al campo de la potencialidad
pura es por medio de la práctica diaria del silencio, de la meditación y del
hábito de no juzgar. Pasar algún tiempo en contacto con la naturaleza también
nos brinda acceso a las cualidades inherentes al campo: creatividad infinita,
libertad y felicidad.
Silencio: Practicar el silencio significa
comprometerse a destinar cierta cantidad de tiempo sencillamente a ser. Tener
la experiencia del silencio significa renunciar periódicamente a la actividad
de hablar. También significa renunciar periódicamente a actividades tales como
ver televisión, escuchar radio, o leer. Si nunca se da la oportunidad de
experimentar el silencio, esto crea una turbulencia en el diálogo interno.
Destinar un corto tiempo de vez en cuando a experimentar el silencio. O
sencillamente comprometer a hacer silencio durante un determinado tiempo todos
los días. Podrían ser dos horas, o si eso parece mucho, hacerlo durante una
hora. Y de vez en cuando dedicar un período largo a experimentar el silencio,
por ejemplo todo el día, o dos días, o hasta una semana.
Cuando calla el diálogo interior, se
empieza a experimentar la quietud del campo de la potencialidad pura.
Meditación: Practicar el silencio
periódicamente, en el momento que más se esté cómodo, es una manera de experimentar
la ley de la potencialidad pura. Otra manera es dedicar un tiempo todos los
días a la meditación. Lo ideal es meditar por lo menos durante treinta minutos
por la mañana y treinta minutos por la noche. Por medio de la meditación
aprenderemos a experimentar el campo del silencio puro y la conciencia pura. En
ese campo del silencio puro está el campo de la correlación infinita, el campo
del poder organizador infinito, el terreno último de la creación donde todo
está conectado inseparablemente con todo lo demás.
La quietud es el primer requisito para
manifestar los deseos, porque en la quietud reside la conexión con el campo de
la potencialidad pura, el cual puede organizar una infinidad de detalles para
las personas.
No Juzgar: Otra manera de entrar en el
campo de la potencialidad pura es por medio de la práctica del hábito de no
juzgar. Juzgar es evaluar constantemente las cosas para clasificarlas como
correctas o incorrectas, buenas o malas. Cuando se está constantemente
evaluando, clasificando, rotulando y analizando, se crea mucha turbulencia en
el diálogo interno. Esa turbulencia frena la energía que fluye entre nosotros y
el campo de la potencialidad pura. Literalmente, comprimimos el espacio entre
un pensamiento y otro.
Ese espacio es la conexión con el campo de
la potencialidad pura. Es el estado de conciencia pura, el espacio silencioso
entre los pensamientos, la quietud interior que se conecta con el poder
verdadero. El hábito de no juzgar crea silencio en la mente. Por tanto, es
buena idea comenzar el día con esa afirmación. Y durante todo el día,
recordarla cada vez que se juzgue. Si parece muy difícil practicar este
procedimiento durante todo el día, entonces sencillamente decir:”No juzgaré
nada durante las próximas dos horas” o “Durante la próxima hora, pondré en
práctica el hábito de no formar juicios”. Después se podrá ampliar gradualmente
el tiempo.
Además, pasar un tiempo con la naturaleza
nos permitirá sentir la interacción armoniosa de todos los elementos y las
fuerzas de la vida, y experimentar un sentimiento de unidad con todas las cosas
de la vida. Esa conexión con la inteligencia de la naturaleza también ayudará a
lograr el acceso al campo de la potencialidad pura.
Debemos aprender a ponernos en contacto con
la esencia más íntima del Ser, y en ese sentido la naturaleza nos guía. Cuanto
más sintonizados estemos con la mente de la naturaleza, mayor acceso tendrán a
su creatividad infinita e ilimitada.
El acceso a la esencia verdadera también
permitirá que podamos observarnos en el espejo de las relaciones
interpersonales, porque toda relación es un reflejo de la relación que tenemos
con nosotros mismos.
Solamente la intimidad con nuestro Ser
podrá hacer surgir la verdadera integración que nos hace vivir como seres
completos. Esa verdadera esencia está más allá del Ego; no teme, es libre, es
inmune a la crítica, no es inferior ni superior a nadie, y está llena de magia,
misterio y encanto. La potencialidad pura es la naturaleza intrínseca del ser
humano
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