Michael Berg
Rav Áshlag escribe sobre la conciencia de un nivel llamado Teshuvá
MeAhavá, es decir, una persona que cambia gracias al amor. Es un nivel en
el que la persona no se transforma por miedo a las consecuencias de sus
acciones, sino por la enorme cantidad de amor y entusiasmo que siente hacia su
potencial de revelar la Luz del Creador en este mundo. Ese un regalo que
podemos recibir en Sucot: el regalo de ser capaces de llegar al
nivel llamado Teshuvá MeAhavá, un nivel en el que hasta las
acciones negativas que hicimos a propósito se convierten en un faro de Luz para
nosotros.
¿Puede haber una mayor alegría que eso? Piénsalo… Nos alegramos cuando
realizamos una acción positiva y recibimos Luz. Pero no hay felicidad más
grande que poder tomar todas las acciones negativas que realizamos el año
pasado y convertirlas en una enorme cantidad de Luz que brillará sobre nosotros
para siempre. Ese es el secreto de la alegría y el regalo de Sucot.
Y Rav Áshlag nos dice que todo dolor que vivimos este año será transformado en
gran alegría, y toda negatividad será una enorme fuente de bondad. En esto
consiste Sucot y esto es lo que está a disposición de cada uno
de nosotros: transformar toda la negatividad que creamos, todas las dudas y
toda la falta de conexión que tuvimos. Tal y como dice Rav Áshlag: “Todo dolor
puede ser transformado en gran felicidad y toda negatividad en gran bondad”.
Entonces, comencemos con entender que esto está disponible para
nosotros. Si hacemos la conexión correctamente y tenemos la conciencia
adecuada, podremos transformar nuestro año pasado en Sucot. Y
por lo tanto, al transformar nuestro año pasado, seguramente transformaremos el
entrante. En Yom Kipur y Rosh Hashaná hicimos limpieza, nos aseguramos de que
la negatividad no nos molestara. Pero Sucot es más grande, por
eso se dice que es una muestra del Mashíaj. Debido a que en Sucot no
sólo nos aseguramos de que la negatividad no nos moleste, también nos
aseguramos de que las acciones negativas se conviertan en positivas y de que
nuestra duda, miedo, negatividad y oscuridad del año pasado se conviertan en
sólo Luz para nosotros.
Para apreciar verdaderamente lo que tenemos disponible en Sucot,
Rav Áshlag nos dice en otra sección que esto va mucho más allá, que no sólo
consiste en transformar nuestra propia negatividad, sino también que, en
definitiva, tenemos la posibilidad de llegar a un estado en el que cuando
veamos al mundo entero sólo veamos Luz. Rav Áshlag explica que podemos llegar a
un estado en el que cuando veamos a los demás y al mundo, sólo veamos bondad
absoluta; además explica que en Sucot podemos recibir esta grande y poderosa
conciencia elevada. Si nos conectamos con Sucot como deberíamos, podemos ver la
perfección absoluta del mundo y los individuos. Podemos ver el proceso completo
de cada individuo y el mundo en su perfección absoluta y, a través de nuestra
propia conciencia, cambiar su proceso hacia la positividad.
Así pues, es importante tener esta conciencia, no sólo sobre nosotros,
sino también sobre el mundo. Porque cuando tenemos esa conciencia sobre el
mundo, lo transformamos. Lo que está disponible para nosotros en Sucot es:
transformar toda nuestra negatividad, dolor y duda del año pasado en bondad
eterna absoluta que brillará para nosotros por siempre. Además, Rav Áshlag dice
que el regalo de Sucotes la capacidad de comenzar a ver a los demás
y al mundo con Luz, con la visión de la Redención Final. Por eso, cuando
entendemos esto, sabemos que no es simplemente porque es lo correcto. Lo
hacemos porque, al final, tal y como Rav Áshlag dice, es importante que
tengamos estos niveles de conciencia elevados, poderosos y hermosos porque
éstos tienen una influencia en el mundo.
Esto está más allá del estado donde se encuentra la mayoría, pero es lo
que está disponible para nosotros en Sucot. Podemos pedir toda la
Luz de la sucá, el lulav y el etrog para obtener la conciencia
elevada necesaria para transformar nuestra propia negatividad y oscuridad en
sólo Luz y bondad; y obtener la conciencia que nos permita ver en los demás y
el mundo ese nivel absoluto de perfección. Cuando suficiente gente tenga los
enormes, poderosos y hermosos nuevos niveles de conciencia que están
disponibles para nosotros en Sucot, entonces, como dice Rav Áshlag,
toda la negatividad será eliminada de este mundo.
Sucot es un regalo en el que podemos pedir, y recibir, este nuevo nivel
de conciencia sobre nosotros, el mundo y estas hermosas palabras de Rav Áshlag.
Podemos terminar Sucot pensando en un modo distinto, teniendo
una conciencia que nunca creímos poder llegar a tener; no porque lo merezcamos,
sino simplemente porque lo deseamos.
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