Cuando se habla del año 2020, y de la triple
conjunción entre Júpiter, Saturno y Plutón que se dará entonces, algunos hablan
del fin del capitalismo, de independencias, de guerras mundiales, del cambio
climático, etc, etc. No negaré que está conjunción invita a investigar sobre
sus posibles consecuencias. Por eso, con tanto como se habla de esta fecha, me
llama la atención que nadie mencione, que yo sepa, el sextil de Plutón
con Neptuno.
Ya sé que da más morbo hablar de cuadraturas y de
oposiciones. Y por tanto, seguramente es hasta más rentable. Pero si hay un
sextil, habrá que mencionarlo. Digo yo. Si lo que se pretende es hacer un
análisis astrológico del 2020, claro.
NEPTUNO EN PISCIS.-
Así que creo interesante recordar que la última vez
que Neptuno transitó por el signo de Piscis, como lo está haciendo ahora y lo
seguirá haciendo en el 2020, fue a mediados del siglo XIX.
Coincidiendo con varias cuestiones que encajan con el significado de
Neptuno.
En lo político, Karl Marx empieza
a difundir sus ideas. Y coincidiendo también con un sextil Neptuno-Plutón se
dio la oleada revolucionaria de 1848, también conocida como “La
Primavera De Los Pueblos”.
En el Paris de 1848, la insostenible situación
económica, junto con la negación de los derechos y libertades de buena parte de
la población (¿les suena todo esto de algo?), hizo estallar a las masas,
provocando la abdicación de Luis Felipe de Orleáns, y la proclamación de la II
República de Francia. Curiosamente, esta crispación social, tuvo sus
paralelismos en otros países europeos, prácticamente al mismo tiempo. Es el
caso de Alemania, del Imperio Austro-Húngaro, o de los diversos estados
italianos.
Pero además de fomentar las utopías políticas más
diversas, basadas en la noble aspiración de querer ayudar a los menos
favorecidos, otro de los temas favoritos para Neptuno es, desde luego, la
espiritualidad, la trascendencia, lo religioso. Y como no, a mediados del siglo
XIX, se observan varios acontecimientos llamativos relacionados con lo
trascendente.
En primer lugar, creo interesante hacer mención,
dentro de los acontecimientos relacionados con el sextil entre Neptuno y Plutón
del siglo XIX, del Movimiento Adventista que inspirase el predicador
norteamericano William Miller. El cual, se atrevió a profetizar la
segunda venida de Cristo para el año 1844, basándose en sus particulares
interpretaciones de la Biblia. Pero a pesar del fiasco en su profecía, esto no
desanimó a sus seguidores, muy al contrario. Se creó toda una corriente de
visionarios y anunciadores de catástrofes bíblicas, que acabarían por fundar
nuevas religiones. Y algunas, a la postre, se transformarían en importantes
movimientos religiosos en el siglo XX. Es el caso de la Iglesia Adventista del
Séptimo Día, o de los Testigos de Jehová.
Salvando las distancias, todo esto me recuerda un
poco a los “astrólogos” que anunciaron guerras mundiales para el año 2010 o el
2012, con su legión de seguidores, que siguen en las mismas. Seguramente,
incluso algún que otro astrólogo de prestigio pueda verse seducido por estas
ideas conforme nos acerquemos al 2020, y cometer el mismo error, apuntándose a
la famosa guerra mundial futura que nunca llega. O quizás no sea un error. Quizás
esté comprobado, no lo sé, que dar estos pronósticos multiplica las ventas de
revistas, libros, etc.
Pero siguiendo con lo sucedido a mediados del XIX,
con Neptuno en Piscis, como lo está ahora, y como lo estará en el año 2020,
también parece interesante mencionar el fuerte interés que suscitó en la
sociedad decimonónica el espiritismo. Gracias entre otras cosas a
los libros de Allán Kardec, con los que se originó el llamado
movimiento espiritista, y todas las sociedades y grupos que aparecieron a
partir de ese momento alrededor de este tema.
Es también la época en la que Madame Blavatsky, que
también leería a Allán Kardec, inicia sus viajes. Especialmente a lugares como
la India o el Tibet. Viajes que, más tarde, desembocarían en la Fundación de
la Sociedad Teosófica. Sociedad que contribuiría a que la
espiritualidad oriental llegase hasta Occidente. Y que hoy no nos parezca
extraño que alguien practique yoga, o meditación zen. Apuntar que en los años
60 del siglo XX, con Urano en conjunción a Plutón, y realizando también sextil
con Neptuno, este acercamiento hacia la espiritualidad oriental fue de nuevo
potenciada. Gracias, entre otras cosas, a los Beatles y sus viajes a la
India.
NEPTUNO-PLUTÓN.-
En este breve repaso de la sutil influencia de Neptuno,
no podía dejar de mencionar la conjunción Neptuno-Plutón entre finales del XIX
y principios del XX, ya que marca el inicio del actual ciclo entre ambos
planetas. Y en ese inicio de ciclo, casualidad o no, nos encontramos con el
desarrollo del psicoanálisis de Sigmund Freud, al publicarse en el
año 1900 su famosa obra, “La interpretación de los sueños”. Las ideas de Freud
nos adentran en los misterios del inconsciente y de los sueños, otra de las
vertientes del simbolismo de Neptuno.
El discípulo más aventajado de Freud, Carl
Gustav Jung, nos hizo ver que en el ser humano existe un instinto natural
hacia lo trascendental, hacia lo espiritual, lo místico, lo religioso. Y que
tras un periodo histórico de milenios exacerbando el fenómeno religioso, y menospreciando
lo material, estábamos inmersos en una fase de corrección que nos inducía al
lado opuesto, a negar el lado más sutil del ser humano. Según Jung, muchos
desequilibrios internos eran causados por esta dicotomía, y lo más saludable
era buscar un equilibrio armónico entre ambas realidades.
CONCLUSIONES.-
Y quizás, en parte, este es el significado de la
conjunción Júpiter-Saturno-Plutón en sextil con Neptuno del año 2020, que
necesitamos buscar un reequilibrio espiritual. Parecería lógico, al menos a mi
me lo parece, que las formas de entender lo religioso tan radicalizadas a las
que estamos asistiendo en Oriente Medio y en el Magreb, puedan fomentar,
paradójicamente, las visiones más elevadas y trascendentes del Islam, como
podría ser a través del sufismo, o de los derviches. Cabe pensar también, en
nuevos planteamientos religiosos, o en un mayor enriquecimiento espiritual
entre Oriente y Occidente.
Y en lo político, si la crisis económica vuelve a
las andadas sobre el 2017/18, como preveo, que espero que no, también parece
lógico pensar en que esto puede obligarnos a profundizar en la búsqueda de una
sociedad un poco más justa, y más humana con los menos favorecidos. En
definitiva, pronósticos en forma de esperanzas, que quizás no aumenten mis
ingresos, pero que necesitaba contaros.
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