Centro Holística Hayden

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3 de noviembre de 2017

Luna Llena en Tauro 2017

La Luna llena en Tauro tendrá lugar este sábado 4 de noviembre de 2017

Se avecina una Luna llena en Tauro de sensualidad que desea acariciarnos con su brillo para conectarnos con nuestras necesidades más terrenales y sensoriales.
Esta tendrá lugar en el grado 11 de Tauro, un signo de naturaleza femenina y, por lo tanto, energéticamente receptivo. Es además un signo correspondiente al elemento tierra, que lo hace ser fecundo, productivo.  No es de extrañar que sea un escenario donde la Luna se encuentre muy cómoda, es, de hecho, su signo de exaltación, allí sus cualidades naturales pueden expresarse de manera resaltante.
Una de esas cualidades lunares es la nutrición que se ve potencialmente favorecida en
este signo vinculado a la tierra y sus recursos.
Otra de ellas es la sensibilidad, que puede ser expresada fácilmente en este signo a manera de sensorialidad.
Con la Luna en Tauro, nuestros cinco sentidos se vuelven más sensibles y solemos experimentar una mayor necesidad de satisfacerlos, por ello es una Luna ideal para recrearnos en la belleza, ya sea aquella que nos ofrece la naturaleza o la que podemos disfrutar a través de arte, así como para degustar de una deliciosa comida, una aromática infusión o un agradable masaje. 
Es momento igualmente de hacer mayor conciencia de nuestro cuerpo, que es nuestra manifestación física, el templo donde habitamos, y honrarlo cuidándolo todo lo bien que se merece.
Tauro también nos conecta con el tema del autoestima, con la capacidad de querernos y valorarnos y puede que con la Luna llena en este signo estemos más sensibles en este sentido y necesitemos recordarnos a nosotros mismos cuan valiosos somos simplemente por el hecho de estar experimentando esta aventura evolutiva llamada vida y, sobre todo, por el hecho de ser en esencia la Vida misma que se expresa a través de nuestros cinco sentidos y que tiene la oportunidad de desarrollar su potencial creador dentro de este juego que esa conciencia que somos diseñó para conocerse.
Pero a veces creemos erróneamente que somos más o menos valiosos en función de un verbo que es muy habitual para Tauro, el tener.
Tauro representa de alguna manera la manifestación física de la energía, evidenciada principalmente en nuestros cuerpos y en toda creación de la naturaleza, es un signo que responde al principio germinativo de la Vida y, por lo tanto, está vinculado a los recursos que hacen posible la supervivencia o preservación de su manifestación en el plano físico.
Desde el instante en que nos identificamos con el cuerpo físico nos apegamos a este y pasa a convertirse en nuestra posesión, en nuestro primer recurso, en este caso como contenedor de la Vida que somos y como nuestro vehículo de interacción con el mudo que nos rodea y del cual formamos parte.
Este cuerpo sostiene y preserva su existencia por medio de recursos capaces de nutrir y proteger y de sus cinco sentidos a través de los cuales percibimos el mundo circundante y advertimos, entre otras cosas, las oportunidades de supervivencia y las posibles amenazas a ella.
Hasta aquí todo es básico y natural pero, lamentablemente, el ser humano se ha empeñado en delegar en esos recursos su identidad y su valía generando así apegos, deseos y ambición desmedidos, de manera que “el tener” se ha convertido en una necesidad per sé para llenar el vacío procedente del desconocimiento propio.



 Y es que, ignorando nuestro imponderable valor simplemente por el hecho de Ser y de existir, hemos devenido en una sociedad materialista y consumista que desvirtúa los valores esenciales del Ser humano.
Evidentemente no hay nada de malo en tener aquello que necesitamos, de alguna manera ello nos permite a través de ciertos recursos sostener la existencia en este plano y sentirnos a gusto y a salvo en él.  El problema surge cuando el deseo y los apegos rigen nuestra existencia y “el tener” se convierte en una forma  de intentar llenar vacíos interiores.
Este, digamos, es el lado más denso de la energía de Tauro, cuya expresión puede verse sintetizada en eso que llamamos dinero.
No sería raro, en este sentido, que en esta Luna el tema del dinero y las posesiones nos preocupe más de lo habitual, seguramente esto nos lleve a estar más concentrados en trabajar y sostener todo aquello que sentimos que, de alguna manera, nos da seguridad.
El lado más elevado de la vibración de Tauro lo podemos encontrar, por su parte, en la belleza, la paz y el amor que nos ofrece la naturaleza y en el sano deleite de nuestros cinco sentidos, así como en la conciencia corporal que nos acerca al cuerpo como algo Sagrado.
También en la sensualidad y en la fertilidad que este signo nos ofrece, lo cual está vinculado al sostenimiento de la vida como proceso creativo, es por ello que este signo resuena perfectamente con el simbolismo de La Emperatriz en el Tarot.
Con la Luna llena en Tauro sentiremos pues la inquietud de ser fértiles, fecundos, de arar el terreno donde podremos sembrar las semillas de nuestro potencial creativo para verlas brotar y florecer. 
Nuestro mundo emocional tenderá, durante esta Luna, hacia la paz y el sosiego propios del signo, respondiendo con serenidad a la transformadora energía del Sol en Escorpio que puede verse amplificada por Júpiter quien se encuentra acompañando al astro rey en ese signo, proponiéndonos un profundo viaje al territorio de la sombra donde el Sol, como una lámpara en la obscuridad, nos hará tomar conciencia de nuestros miedos, traumas y conflictos interiores así como también de nuestras cualidades y talentos reprimidos para poder aprehenderlos, transmutando e integrando a nuestra personalidad todo ese poderoso potencial interior de forma sana y creativa.
Neptuno, quien prosigue su lento recorrido por el signo de Piscis, se encontrará formando un trígono  con la conjunción Sol/Júpiter en Escorpio y un sextil con la Luna en Tauro, aportando su perspectiva profundamente espiritual, su inspiración y ese sentimiento de amor incondicional que lo caracteriza para sostenernos en ese viaje a lo más profundo de nuestro interior que nos invitará a descubrir la antorcha que habita en nuestra oscuridad para, con ella, iluminar desde allí el florecimiento de la belleza del alma representado por la Luna llena en Tauro.
Esta configuración será, igualmente, muy favorecedora  para disfrutar del tantra, del estudio del esoterismo y de la filosofía profunda y, así mismo, potenciará nuestro psiquismo y nos facilitará la práctica de la meditación.
Aprovechemos pues la impronta energética de esta Luna llena y el trabajo interno que nos propone y disfrutemos al máximo de sus beneficios.
Que encontremos en nuestra alma toda la paz y la belleza que nos reconfortará ante la intensidad de nuestro proceso evolutivo y sepamos, así mismo, abrazar el profundo aprendizaje que este entraña.



Nathacha Oura

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