Centro Holística Hayden

Escuela de Autoconocimiento personal y espiritual

Master Reiki Usui - Master Reiki Karuna - Master Reiki Egipcio Seichim - Terapeuta Holística - Facilitadora espiritual - Numeróloga Evolutiva Humanista.

A través de estas herramientas te encuentras con tu verdadero Ser...aqui estamos....esperando darte la mano.........

4 de noviembre de 2017

Una Píldora Roja (I) – La encrucijada

By PHILEAS

En esta nueva serie de artículos cortos del blog mi intención es comentar algunos aspectos de la película “Matrix” de los hermanos Wachowski en forma de “píldoras”, tratando de establecer una relación entre el recordado film y algunos aspectos importantes de la Filosofía Iniciática.
El título de estos artículos (“Una píldora roja”) remite a un pasaje fundamental de la primera película, el momento en el que el protagonista (Neo) debe optar entre tomar una píldora roja y aventurarse en el mundo real o elegir otra píldora de color azul y permanecer en el mundo ilusorio de Matrix.


Morfeo, su mentor, le muestra las dos píldoras y lo anima a elegir, diciendo: “Esta es tu última oportunidad. Después de esto, no hay vuelta atrás. Toma la píldora azul: el cuento termina, despiertas en tu cama y creerás lo que quieras creer. Toma la píldora roja: permaneces en el país de las maravillas y te mostraré qué tan profundo llega la madriguera del conejo. Recuerda, todo lo que estoy ofreciendo es la verdad, nada más”.
Las dos píldoras de Matrix representan las dos orientaciones del Alma, las dos alternativas que aparecen ante nosotros todos los días: una nos empuja a la materia, a lo conocido, a una realidad que está afuera y que puede medirse, pesarse y olerse, mientras que la otra nos conduce al espíritu, a lo desconocido, a una realidad más grande que se sitúa por encima de lo sensorial. Y entre estos dos mundos (Materia y Espíritu) se sitúa nuestra Alma, tironeada hacia arriba y hacia abajo, hacia adentro y hacia afuera.


La encrucijada de Neo es la misma que experimentamos nosotros cada uno de nuestros días y se muestra muy bien en el arcano 6 del tarot (“El enamorado”). En esta carta se nos muestra a un joven que se encuentra entre dos mujeres, una más vieja (su madre) y otra más joven (su amada), las cuales representan el mundo de confort (lo conocido) y el mundo de la aventura (lo desconocido). Esta escena no es nueva y nos recuerda a Hércules en la encrucijada, teniendo que elegir entre el vicio (el camino más agradable y fácil) y la virtud (el camino largo y pedregoso).
En cada encrucijada, en cada elección que hacemos (grande o pequeña) estamos apostando por el hombre nuevo o por el hombre viejo, por salir de la Matrix o por permanecer en ella. No hay casualidades así como tampoco hay acciones inocuas. Todas las decisiones que tomamos están teñidas de Dharma o de Karma, es decir que nos conectan a nuestro propósito o nos alejan de él.

De ahí la importancia del discernimiento (viveka) como primera condición discipular, ya que nos permite diferenciar lo aparente de lo real a fin de alinear nuestra vida con lo Bueno, lo Bello, lo Justo y lo Verdadero. Sin embargo, es importante recordar que Viveka está íntimamente ligada al desapego o la renuncia (vairagya), es decir abandonar todo aquello que nos encadena, que no nos permite alcanzar la plenitud. Cuando se opta por un camino, se renuncia a otro y esa es una condición indispensable para los nobles caminantes del Sendero Iniciático. De elegir conscientemente y de renunciar, al unísono.
Pero, ¡cuidado! renunciar no quiere decir abandonar nuestra familia, nuestro trabajo, nuestros amigos (bueno, tal vez algunos sí) sino renunciar a todo aquello que nos empantana en la materia y que no nos permite elevarnos.
En otra familia, renunciar a lo que no somos y aceptar lo que somos: almas encarnadas intentando recordar el camino a casa.


El camino no elegido (Robert Frost)
Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;
Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.
Traducción: María Fernanda Celtasso

Encrucijadas



La renuncia




No hay comentarios:

Publicar un comentario