Las
elecciones presidenciales de Estados Unidos han sido el foco de atención
durante estas últimas semanas en todo el mundo, al igual que en su momento lo
fueron la Unión Europea y el Brexit.
Ha sido un
periodo incómodo y difícil para muchos, a pesar de que otros se alegraron de
poder presenciar los resultados que deseaban. Conozco a personas espirituales
que se alegran de este cambio, y esa es su manera de verlo.
Pero para
quienes se sintieron horrorizados o en shock, o para quienes, como yo,
sustentamos una posición intermedia (alcanzo a vislumbrar la dimensión
espiritual de lo ocurrido, pero también soy consciente de las emociones y
sentimientos humanos que hemos tenido que atravesar), la sensación ha
sido
similar a la de despertarse una mañana con resaca o en medio de una pesadilla.
En algunos sentidos, es así. El periodo que vamos a atravesar no será fácil. Va
a ser complicado, aunque hayamos acordado vivirlo, lo hayamos elegido a nivel
colectivo y haya una razón de por qué nos encaminamos hacia él.
Es posible
que sintiéramos sorpresa, ansiedad, escepticismo. Todo el planeta experimentó
una enorme oleada de juicio porque, de repente, la sensación de división se agudizó.
Las personas se juzgaban furiosas entre sí, y quienes se sentían juzgados,
respondían a su vez emitiendo más juicios. Así comenzó una avalancha de
juicios; lo cual, tampoco resulta sorprendente, considerando al candidato que
resultó elegido -ya que es algo que consigue generar en su entorno y es
una de sus improntas energéticas.
Quizá
algunos hayamos utilizado este periodo para interiorizar, para mirar dentro de
nosotros y preguntarnos: ¿A qué juicios me estoy aferrando todavía? (Lo cual
siempre es útil para todos).
Todos nos
encontramos en un viaje de aprendizaje interior. Estamos aprendiendo a
minimizar nuestro sufrimiento, con el fin de que afecte en la menor medida
posible al exterior y al resto del mundo. Todos los que vivimos en este planeta,
incluso las personas más iluminadas, debemos atravesar momentos en que nos
vemos forzados a gestionar estas oleadas.
Ha
supuesto un enorme cambio que nos ha obligado a afrontar de forma muy directa
nuestros sentimientos más profundos. Incluso, para algunas personas, puede
haber sido el desencadenante de anteriores traumas emocionales.
Buena
parte del miedo al futuro tiene su origen en el pasado y en nuestra historia
personal, que es de donde procede habitualmente el miedo. Podría tratarse de un
recuerdo reciente de habernos sentido víctimas (de que alguien no nos respetó o
abusó de nosotros y ahora, al activarse, lo proyectamos hacia la realidad
política global). O bien, para quienes están más enfocados en lo colectivo o
han tenido ciertas experiencias en vidas anteriores o en otras dimensiones de
tiempo, podría haber activado recuerdos históricos y ancestrales que estaban
latentes en su interior. En otros, podría haber desencadenado un huracán de
emociones.
A
aquellos que aún lo estén experimentando, les recomiendaría que hicieran lo
posible por salir de ese estado: ayúdense a sí mismos, reconozcan el trauma que
ha salido la luz y que necesita sanación y apoyo. Y no se crean sus
pensamientos de miedo, porque no se basan en la realidad, sino en la idea del peor
escenario posible que nuestra mente puede concebir. Cuando entramos en ese
espacio, perdemos nuestro poder.
Somos
humanos y, por lo tanto, a menudo oscilamos en el péndulo del miedo. Sin
embargo, si nos hemos demorado en ese estado durante algún tiempo, es momento
de recordar que estamos rodeados de luz.
Estoy
realizando esta grabación dos horas después de conocer los resultados de lo
ocurrido en Standing Rock. Aquellos que hayan estado siguiendo a las personas
que protestaban por el tema del agua y el sorprendente trabajo que han llevado
a cabo en su intento de poner voz y conciencia a lo ocurrido en la reserva de
Standing Rock, sabrán que se ha conseguido un enorme avance. Es cierto que a
algunos les preocupa que la situación vuelva a repetirse, pero no tiene por qué
ser así. Ha sido un momento increíble de manifestación de la luz, y así es como
funcionarán las cosas en los próximos años: tendremos
luz-dificultades-luz-dificultades.
Aquellos
que hemos podido observar este ciclo a pequeña escala durante los últimos años,
hemos ganado en destreza a la hora de gestionarlo. Hemos atravesado nuestras
propias limpiezas internas, por lo que no nos encontraremos en el mismo estado
de shock que quienes ahora deben asumir que se están desmoronando partes de un sistema
en el que creían y confiaban, y que les parecía indestructible. Sin embargo, no
somos inmunes, sus efectos también podrían sorprendernos desprevenidos. Podemos
atravesar momentos, como nos ocurre a todos, en que digamos: “¡Uff! Esa noticia
me ha afectado profundamente”. Pero, durante los próximos años, la mayoría de
nosotros experimentaremos una increíble sensación de propósito y vitalidad, y
también nos sentiremos muy despiertos.
En mi
reciente tour por Norteamérica visité diferentes ciudades; ahora comprendo
mejor por qué lo hice y cuál era el verdadero sentido de los mensajes
canalizados. En los talleres de la tarde, parte de mi trabajo consistía en
acompañar a los participantes para que pudieran realinearse a nivel energético,
psicológico, emocional y espiritual. Las canalizaciones son diferentes;
conectan con una energía superior que aporta perspectiva y que no está tan
inmersa en la experiencia humana como lo estamos nosotros, por lo que es mucho
más clara.
Los
mensajes se referían una y otra vez a la intensidad que viviremos durante los
próximos años. Hace tiempo, mis guías me dijeron que el periodo comprendido
entre el 2016 y el año 2020 sería un momento de desafíos que desencadenaría
grandes cambios, de manera intensa. Por ese motivo, cuando supe el resultado de
las elecciones, pensé: “Vale, tiene sentido”. Porque, evidentemente, hemos
elegido este gran boom para ver si la sociedad va a poder evolucionar o no
durante la próxima etapa. Los mensajes que se repetían eran: “Se les va a
necesitar”, “Encontrarán una fuerza interior que no sabían que poseían” y
“Encontrarán su propósito y se pondrán en marcha”.
Se trata
de una dicotomía extraña. No queremos que haya sufrimiento en el mundo (la
mayoría de los trabajadores de Luz que conozco hacen lo posible para aliviar el
sufrimiento, tanto en el planeta como en sí mismos; es parte de nuestra
idiosincrasia). Aunque, es importante comprender que habrá para nosotros
momentos maravillosos de luz y de sentirnos vivos. Si atraviesas una fase de lo
que yo denomino “limpieza ancestral”, permite que esa espiral pase a través de
ti y de tu cuerpo, y haz lo que sea necesario para que tu estado interior
cambie. Puedes recurrir al yoga, la meditación, la danza, a pasar tiempo con
amigos… Asegúrate de salir de ese estado, y de que lo haces con un nuevo
impulso interior y una motivación diferente acerca de lo que debes hacer a
continuación.
Como dije
al principio, si estás atravesando una fase de trauma o de miedo, debes
esforzarte por salir de ella. Porque ese no es tu verdadero estado, sino la
consecuencia de que estén saliendo a la luz partes de tu yo fracturadas o
heridas. Esas partes ahora están encontrando espejos donde pueden verse
reflejadas (a través de los yoes heridos y fracturados que se están manifestando
ante nuestros ojos en el mundo exterior). Es algo que nunca fue tan evidente
como en este momento, por lo que está catalizando la sanación interior de esas
partes disfuncionales o heridas en todos nosotros.
Una vez
aclarado este punto, mis recomendaciones para la mayoría serían:
En lugar de intentar avanzar a toda velocidad y emprender grandes
acciones, comprende que, cuanto más lento puedas ir, mejor podrás organizar y
reorganizar tu vida. Porque, a partir de mediados de Enero y durante todo
Febrero, nos encontraremos con energías que nos propulsarán hacia adelante, y
entonces saldremos más al mundo y tomaremos importantes decisiones. Por
consiguiente: ve lo más despacio posible y céntrate sobre todo en la idea de
organización. Sea lo que sea que estés haciendo ahora, recuerda ir lo más
despacio posible este mes y aprovecha para reorganizar lo que yo llamo los
“pequeños círculos”.
Los
pequeños círculos de mi vida son, por ejemplo, mi jardín, el hermoso árbol que
hay junto a mi casa, las personas que amo y con las que conecto… Ustedes son
parte de mi pequeño círculo, aunque se trate de un círculo más amplio. El
pequeño círculo es donde conectamos con cómo experimentamos el Universo. Lo que
ocurrre dentro de nosotros crea nuestra realidad exterior inmediata.
A
continuación, está la realidad mayor, y esa realidad podría darnos miedo en
este momento. Porque, si vemos lo que está ocurriendo a escala global y no
conseguimos distanciarnos de alguna manera, si no salimos de las noticias de
Facebook ni de los medios de comunicación, si no nos alejamos de forma regular
de las personas que están preocupadas y que tienen miedo para cuidar de
nosotros mismos y recargarnos, entonces las cosas podrían complicarse. En
cambio, podemos apartarnos, centrarnos en nuestros pequeños círculos y
reconocer: “Vaya, estoy vivo; hay seres increíbles como este árbol que ya han
visto pasar ciclos como este y que continuarán aquí después de que nos hayamos
marchado”. Podemos conectar con ese sentido más amplio que nos llega a través
de las personas y que nos proporcionan nuestros pequeños círculos.
Este mes
será importante para las conexiones con otras personas. Es posible que nos
comuniquemos con quienes habíamos perdido contacto, quizá debido a problemas
anteriores o a “batallas de egos”. Es probable que algo en nosotros se suavice
y podamos conectar con los demás en formas que no esperábamos. Tras haber
pasado un periodo tan extremo de desconexión, división y oposición, ahora el
péndulo oscila en la dirección opuesta, creando una enorme oleada de conexión
entre nosotros.
Por lo
tanto, ahora podríamos experimentar una sensación más profunda de conexión en
nuestras relaciones íntimas y afirmar: “Soy un ser humano, estoy vivo y veo lo
que está ocurriendo en el mundo, pero (como dicen los Z´s), también puedo ser
un jardinero del corazón de los demás”. Compartimos nuestro amor con otros con
nuestra sonrisa, cuando les notamos abatidos y les decimos: “Animo, todo va ir
bien, sé que puedes conseguirlo”. Es así como nos convertimos en jardineros de
los corazones de los demás.
Por
supuesto, habrá días en que no nos sintamos así en absoluto. Todos tenemos esas
mañanas en que nos levantamos sin energía y nos cuesta salir de ese estado,
pero después se nos pasa. Si recordamos que todo pasa y que, en algún
momento, alguien hará de jardinero de nuestro corazón (alguien nos enviará un
bonito mensaje o nos ayudará con una mirada a volver a nuestro corazón y a
nuestra sensación de conexión con los demás), comprobaremos que habrá magia en
las relaciones durante las próximas 4-6 semanas, hasta mediados de Febrero.
Para muchos también habrá importantes conexiones con personas con quienes
mantendrán relaciones en el futuro.
En resumen:
Tómatelo
con calma, ve despacio. Organiza o reorganiza aquellas cuestiones de tu vida
que te parezcan un tanto descuidadas o atrasadas, y céntrate en la sensación de
conexión. Y, si crees que no hay suficientes relaciones en tu vida, escríbelo
en un papel. Escribe: “Invito a mi vida relaciones maravillosas de todas clases”.
Puedes tener la mejor conexión posible con un perro; es cierto que no habla,
pero eso lo hace todo más sencillo (risas). También puedes tener una conexión
maravillosa con alguien a quien no has visto desde hace tiempo. Detenerse a
contemplar una obra de arte o un árbol es asimismo un acto de conexión.
Últimamente
muchos nos hemos sentido sacudidos; ahora es momento de volver a anclarnos en
nuestros cuerpos y reconectarnos. Citando de nuevo a los Z´s, dijeron que
durante los próximos años no sólo se nos va necesitar, sino que también
encontraríamos una sensación más profunda de propósito, a pesar de lo que esté
ocurriendo a nuestro alrededor. Cuando pienso en Standing Rock, siento inmensa
gratitud y amor por las personas que difundían videos informativos acerca de lo
que allí sucedía y hacían lo posible por defender la reserva. Vamos a ver
muchas iniciativas de este tipo durante los próximos años, y nosotros seremos
esas personas.
Las cosas
pueden parecer un poco caóticas en este momento, pero sepan que son amados y
que el amor y la conexión volverán y les encontrarán.
Tómense
algún tiempo después de leer estas palabras para elegir qué les gustaría atraer
a sus vidas durante el próximo mes, y escríbanlo en un papel. Realmente
funciona: es algo mágico.
Espero que
tengan un hermoso Diciembre. Mucho amor para todos y cuídense mucho. Hasta
pronto.
Pueden
encontrar el video en inglés en:https://www.youtube.com/watch?v=562XjXyoftE
Tendencias de la energía actual y
síntomas de sensibilidad:
En todo el mundo se están
manifestando oleadas de intensidad emocional que amplifican la energía de
transformación y sanación, y que potencian nuestra toma de poder, pero también
pueden generar caos y desilusión.
En el extremo más denso de la escala
emocional, dichas oleadas ponen de manifiesto y potencian la energía de
conflicto entre las personas. En los conflictos interiores y exteriores emerge la
ENERGIA HERIDA Y REPRIMIDA. Se trata de una manera de que podamos
ver y percibir nuestras propias heridas a través de la lucha o la resistencia
(interior y exterior).
En el extremo más luminoso de la
escala (para aquellos que no estén ocupados en la lucha, ya sea interior o
exterior), esta energía potenciará sorprendentes cambios que se sucederán más
rápidos que nunca, tanto dentro de nosotros como a nuestro favor.
A nivel colectivo, nos estamos
desprendiendo del pasado (y esa es la causa de las oleadas de intensidad). En
realidad, nos estamos liberando del VIEJO MUNDO. Pero no será una demolición
instantánea; en su lugar, el viejo mundo está siendo sacudido hasta los
cimientos, por lo que el proceso podría parecernos intenso, lento y frustrante.
También podría provocar que los sensitivos y empáticos que sienten la energía
colectiva experimenten pena y sensación de pérdida. (Un consejo: si este es tu
caso, utiliza la afirmación: “Dejo ir todas las energías y emociones que no son
mías”, tantas veces al día como lo necesites. Y céntrate en traer más luz a tu
vida para volver a recuperar el equilibrio).
Por último, este periodo nos sirve
como preparación para la nueva energía a nivel personal y colectivo. Para
muchos, supondrá enormes cambios y manifestaciones de alegría, creatividad y
vitalidad. Es posible que algunos no recuerden haberse sentido tan bien desde hace
tiempo. Ello se debe a que esta intensidad es un poderoso combustible para los
cambios personales, los cambios mágicos y la liberación rápida y fácil de
cualquier freno para quienes estamos abiertos a ellos e interesados en el
crecimiento.
Ahora la sexualidad, el sexismo, las
cuestiones del ego y el abuso de poder se están mirando con lupa en todo el
planeta, porque se están examinando minuciosamente los aspectos de luz y de
oscuridad del poder. Por tanto, es posible que nos sintamos más sensibles
respecto a cuestiones referentes al poder y sus desequilibrios, y que tendamos
a reaccionar o a desear expresar nuestra verdad más que nunca.
Estas experiencias conflictivas nos
darán la oportunidad de ver cómo reaccionamos y cómo respondemos ante el
conflicto o la agresividad de los demás, y muchos encontraremos soluciones más
pacíficas y sencillas que en el pasado.
El 2017 y el 2018 serán años de
profundos cambios en el planeta. Se nos pide a los trabajadores de Luz, a los
agentes del cambio, sanadores y humanitarios, que sintamos y acudamos a la
llamada a la acción.
Eres necesario. Y no se espera que lo
hagas sólo.
Acuérdate de invitar a la luz a
entrar en ti. La luz nos llega de muchas maneras. Recuerda decir siempre que lo
desees o lo necesites: “Yo permito que la luz entre en mi”.
Mucho amor para todos
Lee
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