por Cristina Laird
Segundo día del año, y
aprovechando que por tres días a partir de hoy, tendremos la Luna alineada con
Venus, Martes y Neptuno en Piscis, aprovecho para beneficiarme de este
sentimiento de Unidad, que nos ofrece este signo, para conectar con aquellos
que leen estas líneas compartiendo una episodio que viví, hace unas semanas.
En un taller de Chamanismo,
en Paris, con el magnifico practicante de esta vieja sabiduría Daan van
Kampenhout (no quiere ser llamado Chaman, sino, "practicante de
Chamanismo") haciendo un viaje, como los que hacemos en su práctica y
extraordinarios encuentros, (sin drogas de ningún tipo, aunque debo aclarar que
no tengo nada en contra de la ayahuasca o el LSD, de los cuales, en diferentes
facetas de mi vida, saqué mucha enseñanza), me encontré por primera vez en mi
vida, con un ciervo. En un contexto de conexión con nuestros
"totems", que en mi caso no es el ciervo, sino el lobo y también el
cisne, se me apareció este animal, que es "presa" y por tanto
vulnerable a los otros depredadores animales y al ser humano. Cuando digo:
"se me apareció" quiero decir exactamente eso, pues en estado de
meditación chamánica, como también se pueden llamar estos viajes, contacté con
este animal, que se plantó frente a mi, como pidiendo atención.
Caminando a su lado se
convirtió en una experiencia maravillosa, donde poco a poco, pude
"meterme" dentro de la piel de esta criatura y comenzar a sentir como
él. Primero me sobrevino la gran necesidad de buscar comida y los aromas del
bosque que recorría, hizo que me sintiera como
en una especie de paraíso. La paz del lugar y la activad de oler y
descubrir diferentes posibilidades alimenticias me embriagó. Pero al mismo
tiempo, una especie de "estado de alerta" me invadía y me recordaba
que mi vida peligraba en cada paso. De cualquier lugar podía emerger un
depredador potencial, del cual debía protegerme. Curiosamente, este sentimiento
no arruinaba la paz de la busca de comida y el gozo de los aromas del bosque,
pero me mantenía alerta. El encontrar un balance entre estos dos aspectos de mi
existencia, es decir, el disfrutar del momento, de la actividad que realizo y
mantenerme consciente de la precariedad de mi existencia, se convirtió en una
extraordinaria enseñanza, pues la búsqueda
del balance entre estos dos extremos, me llenaba de sabiduría y
felicidad. Me mantenía en el presente, sin distracción, con todos mis sentidos
en ese momento. Disfrutando pero al mismo tiempo, manteniéndome alerta.
De alguna forma, esa
experiencia, enriqueció mi comprensión sobre lo que significa el miedo en
nuestras vidas. Si nos concentramos sólo en la precariedad y vulnerabilidad de
nuestra existencia, entonces nos invade el miedo, pero si pudiésemos encontrar
el balance entre esto y el poder disfrutar del momento "confiando" en
nuestra habilidad para "ver venir el peligro", para poder cambiar de
camino o prepararnos para defendernos, entonces podemos hacer las dos cosas:
Ser conscientes de nuestra vulnerabilidad al mismo tiempo que nos sentimos
seguros dentro de nosotros mismos, con nuestra sabiduría ancestral y natural.
Cuanto más racionales somos, más nos separamos de este conocimiento ancestral
que nos permite reaccionar ante el peligro y defendernos. Al mismo tiempo, sin
nuestra parte racional, podemos dejarnos llevar sólo por nuestro apetito y caer
en una trampa.
La imagen de estos centauros
que están en cuadratura en este momento, Quirón, en Piscis y Folo, en
Sagitario, nos hablan de esta lucha interna de cada humano, de cualquier raza,
cualquier religión, cualquier cultura, cualquier nacionalidad, por que éste es
un drama humano. El encontrar ese balance entre vivir la vida al máximo,
controlando nuestro miedo, que es un simple recordatorio de la precariedad de
nuestra vida, usándolo como ayuda para estar alerta, pero no para dejarnos
abatir por él, es la enseñanza de este momento como lo describen Folo y Quirón.
La consciencia de ello, me la recordó mi encuentro con un ciervo que según Ted
Andrews en su libro "Animal Speak", es el símbolo de la gentileza, la
inicaeancia y el espíritu aventurero. Muchos de ellos son vagabundos que
aprenden a nunca seguir el mismo camino, para protegerse de los depredadores.
Busca nuevas fuentes de alimentación como defensa ante los que funcionan de una
forma más tradicional. Según Ted Andrews, si un ciervo se aparece en tu vida,
quizás es hora de cambiar de camino o volver al tuyo propio, pues es posible
distraerse en la vida y alejarse del camino personal.
Para volver al tema de
Piscis, es importante recordar en estos momentos, que cuando la angustia nos
invade, quizás es hora de volver a nuestro camino y concentrarnos en nuestra
verdadera conexión con nuestro entorno, disfrutando, pero también consciente de
lo que nos rodea. Siempre hay un espacio en el bosque donde podemos sentirnos
más seguros y protegidos, aunque nunca lo estemos completamente. La seguridad
nos viene de saber que estamos en el camino adecuado para nuestra alma, sea el
que sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario