El año
2016 es un año 9, año de cerrar, completar, años de finales, de despedirse y
dejar ir. Es un tiempo de profunda purificación, y estas Fiestas amplifican,
para muchos, los sentimientos de tristeza y nostalgia por lo que se ha
ido o se está retirando de nuestra realidad.
Cualquier reporte de las energías entrantes en estos tiempos
traspasa lo astrológico, porque estamos recibiendo olas energéticas de puntos
completamente fuera del Sistema Solar y del Universo conocido, ondas que están
afectando evolutivamente al Universo entero. Nuestros planetas son
criaturas
vivientes y conscientes, que son a su vez conmovidas por estas energías, las
asimilan y canalizan para la totalidad del Sistema Solar. Es decir, que la
energía de Venus, por ejemplo, no es la misma en frecuencia que hace apenas
unos meses, porque cada uno de los planetas está siendo elevado en frecuencia,
al igual que nuestra Gaia.
Dicho esto, vamos a enfocarnos en las energías del Solsticio.
El conjunto mutable del zodíaco sigue activado por Júpiter, Quirón,
Neptuno y Saturno. Marte entró el lunes 26 en Piscis. Esta activación de lo
mutable, pudo traernos una sensación de transitar un limbo. Un período en el
que no es fácil enfocarnos, y que nos pidió descanso y silencio, justo en medio
de la locura consumista inducida de cada año.
Este fin de año hubo muchas menos ganas de salir, y más deseos de
permanecer en el refugio personal y de los afectos verdaderos. Esto es
amplificado por la retrogradación de Mercurio en Capricornio, que inspira a
ralentizar en lugar de correr, a relajarse en lugar de salir corriendo a
comprar, y a aceptar que todo lo que depende de lo institucional, se hace más
lento y demanda más paz-ciencia, la ciencia más adecuada para desarrollar en
estas Fiestas. No es el mejor tiempo para comenzar algo nuevo, es un tiempo
para re-flexionar, re-hacer, re-conectar con gentes y circunstancias que han
quedado irresueltas, y re-parar lo que necesite ser reparado. Mercurio
retrógrado es, además, un potente estímulo al desarrollo de la intuición de lo
que es necesario reordenar, para tomar acción con mayor claridad al final
de la retrogradación.
Cuando Mercurio retrógrado transita Capricornio, los temas tocados por
correcciones, retrasos, pruebas de paciencia, están conectados con la carrera,
los planes, los ascensos, el status social, el control y las responsabilidades.
Tiempo de cuidar la comunicación, y todos los medios que utilizamos para
ella, la palabra, la imagen, y las tecnologías. Tener en cuenta los
detalles, no arriesgar a recibir virus en la computadora, mirar muy bien los
diagnósticos entregados por escrito, porque pueden estar sujetos a error.
Examinar muy bien los contratos si es imprescindible firmarlos, y todas
las comunicaciones referentes a transacciones, así como la tendencia
inconsciente a prometer o aceptar promesas (esto vale para todo tiempo y
lugar).
Durante los últimos días del período, Mercurio entrará en Sagitario,
amplificando un repaso de aquello en lo que ponemos nuestra fe, pero también
desdibujando nuestra capacidad de enfocarnos en las tareas que requieren del
manejo de datos exactos.
Con los cambios que se están produciendo en nuestra estructura física y
energética, es probable que este tiempo nos encuentre desmotivados, no por
depresión, sino como viviendo un período de latencia, un limbo silencioso, como
cuando la mariposa está en la crisálida.
En ese tiempo, la mariposa sueña, pero el deseo de moverse está disuelto
en el terreno intermedio entre su sueño y la manifestación del mismo. No tiene
fuerzas, todavía, para ponerse en acción. No es tiempo para la acción de
construcción, sí, para la acción de completar.
Pero en la reflexión interna, Capricornio nos lleva a evaluar con total
honestidad qué medios vamos a utilizar para ascender, para subir y elevarnos
por encima de condiciones que queremos superar, y con qué voluntad contamos
para ello.
Esta navegación a través de períodos de limbo y períodos de gran
entusiasmo y actividad, es ya una de las características de nuestro proceso de
creación de un Nuevo Yo, y una Nueva Tierra. Es importante reconocerla, para no
preocuparnos, cuando la tendencia a la acción disminuye. La pista de vuelo para
nuestras Alas Nuevas, va a estar clara y mucho más brillante a partir de Marzo,
y luego, de Agosto 2017.
La danza entre Urano, Júpiter y Saturno, abre paso a combinar el impulso
de libertad con el de colaboración, lo que pudo tornar más armoniosas estas
Fiestas, que generaron muchas veces encuentros aparentemente “obligados”.
Los Solsticios son siempre portales. La catarsis de consumo se instala para
poner ruido en el portal, y sacarnos a la calle. Sin embargo, la acción ha de
ser previamente pensada.
En estos días, un aspecto de tensión entre Marte y Plutón, hace de
catalizador para que, como siempre en estas llamadas Fiestas, recordemos que lo
que se celebra es el nacimiento de una Consciencia, la Consciencia de ser, cada
uno de nosotros, un ser Infinito que está haciendo su experiencia como ser
humano.
Venus en Acuario aporta desapego, y Marte en Piscis, la compasión para
con nosotros y nuestros compañeros de camino, los cercanos, los familiares y
amigos, y los lejanos, los masacrados, los sin techo.
Esta configuración planetaria silenciosa, hacia dentro, está operando ya
en muchas almas que se sustraen al ruido de los fines de año.
El Cristo en cada uno, el Hombre Nuevo, la Tierra Nueva, está naciendo,
imparable, empujada hacia la manifestación en cada Equinoccio, en cada
Solsticio, en cada oleada de energías nunca experimentadas.
Por eso, es ahora como nunca conveniente parar y sentarnos a escribir
nuestro sueño para el año que entra, en silencio y en consciencia, postulando
la realidad que nos proponemos crear.
Una meditación posible para estos días, es sentir que el Sol del
Solsticio brilla en nuestro Espacio del Corazón, y que se expande, se expande a
todo nuestro cuerpo, a nuestra casa, a nuestro mundo, y a todo el Universo.
Luego, sentir que esa Luz dorada está bañando y dando vida nueva
nuestros sueños y proyectos.
Y a continuación, energizarlos, postulando que cada uno de nuestros proyectos esté al
servicio de la evolución y vida nueva para toda la Humanidad.
Que los corazones se abran, masivamente, y las mentes puedan atravesar
barreras, conectando con el Arriba y con el Adentro, de donde surge la Dignidad
Espiritual, el recuerdo de lo que somos, y nuestro Nuevo Nacimiento.
Reporte Astrológico por Alana Messineo.
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