Este viernes 31 de
marzo ingresó Mercurio en Tauro, 17:30 UT, signo donde además comenzará moción
retrógrada del 9 de abril hasta el 3 de mayo. Este periodo estará
particularmente enfocado en la búsqueda de un pensamiento más práctico, pero al
mismo tiempo, tendremos la tentación de hacer de la nostalgia y el throwback
thursday la medicina a nuestros problemas. Pero de este fenómeno que
contagió a las masas te hablaré en otro post, cuando estemos más cerca de
Mercurio retrógrado.
De lo que sí podemos
estar seguros, es que durante los primeros días del tránsito el pensamiento
será preciso, basado en los hechos y sensato, conectado con la realidad que
experimentan nuestros cinco sentidos. Nos decantamos por las formas que hemos
probado y nos han dado el éxito en algún momento determinado, lo cual también
nos hará testarudos hacia nuevas perspectivas y marcos mentales.
En el aspecto
negativo de la alineación, podríamos estar defendiendo posturas que ya no nos
hacen bien o que nos quedan obsoletas, siendo reacios a cambiar de parecer. Si
logramos sintonizar con la energía positiva de Mercurio en Tauro, nuestra mente
encontrará las nuevas conexiones neuronales que necesita a través de la música
y las artes por ejemplo, intereses propios de Tauro además.
Canalizando lo
aprendido en estos intereses, incluso nuestra comunicación será más sensual,
pero manteniéndose objetiva y sensata, lo cual nos servirá mucho antes de la
retrogradación de Mercurio. También nos ayudará enormemente a equilibrar la
fogosa energía del stellium que se encuentra en Aries, que nos puede volver
impulsivos al límite de la confrontación. Podremos ser valientes para iniciar
un periodo productivo en nuestras vidas, pero al mismo tiempo acompañados con
una retórica real.
Hacer silencio
mientras todos se expresan para luego poder dar nuestra posición, nos hará
mucho más empáticos. Con Mercurio en Tauro vendrá bien recordarnos esa máxima
que reza: “es mejor mantener una amistad, antes que preferir mantener la
razón”.
Una buena manera de
encontrar centro y lograr ese pensamiento encauzado que nos sugiere Mercurio en
Tauro, es a través de la práctica del Mindfulness. Esta práctica, consiste en
enseñar al cerebro a enfocarse en una sola función, de tal forma que pueda
dedicar una atención plena ya sea a la práctica de un deporte, la lectura de un
libro, o lo que sea que esté haciendo en ese determinado momento.
Este concepto que
tiene su origen en el budismo, fue reutilizado por el profesor de medicina Jon
Kabat-Zinn, que introdujo esta práctica milenaria dentro del modelo médico de
occidente hace más de 30 años.
Precisamente Zinn,
promotor de esta forma de vida, aclaró en entrevista al Center for Mindfulness
de la Universidad de Massachusetts que esa acción de observar "sin
juzgar" es todo un reto. "Siempre estamos juzgando en términos de me
gusta o no me gusta, quiero, no quiero, es bueno, es malo. Es como un flujo
constante de juzgar, juzgar, juzgar", explica Kabat-Zinn.
Pero contario a lo
que podrías concluir, Zinn explica que ser “no juzgador” requiere tener un buen
sentido del discernimiento para poder observar de manera objetiva los
desencadenantes de nuestras reacciones, así como los patrones negativos que nos
mantienen en una misma opinión. Con esta práctica, podemos empezar a notar
nuestra tendencia a juzgar, al mismo tiempo que logramos ver la vida según la
perspectiva de los demás.
En esta oportunidad,
quiero recomendarte cinco prácticas del Mindfulness para que puedas sacar el
mayor provecho de la energía de Mercurio en Tauro.
·
Busca un momento del día para detener todo y
observarte: no necesitas pasar largas horas meditando, solo detén por un minuto
todo lo que te encuentres haciendo y siente tu cuerpo. Observa los pensamientos
que empiezan a pasar por tu mente como quien mira una película. Al cabo de unos
minutos, tu mente logrará relajarse.
·
Colócate en “modo espectador”: similar al paso
anterior, pero con la variación de que para esta práctica te mirarás como si
fueses alguien más, saliendo de tu propia vida. Te ayudará a codificar las
perspectivas que siempre empleas para abordar diferentes problemas y cómo
puedes mejorar.
·
Regresa a ti: luego de realizar las otras dos
prácticas, vuelve al presente. Puedes ayudarte caminando descalzo en un jardín
o bien en tu casa.
·
Respira: para terminar, éste último ejercicio que
consta de 40 respiraciones profundas y conscientes. Cuéntalas cada vez que
exhales, sin variar el ritmo pausado. Lograrás aquietar tu mente por completo,
eliminando los pensamientos de alerta o alarma que inconscientemente ella se ha
programado para desencadenar en momentos de tensión.
Si acompañas
estas prácticas con la meditación diaria, aprenderás a auto observarte, a
comunicarte de manera asertiva con los demás y a ampliar tus horizontes en
cuanto a tus puntos de vista.
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