por elarcadeastrotrina
Uno de los planetas más esperados a la reunión
retro que está sucediendo en el cielo, finalmente hace acto de presencia. No es
más ni menos que el señor del Averno, Plutón, que desde el pasado 20 de abril
empezó moción retrógrada a los 19º del signo Capricornio, para retroceder solo
tres pero importantes grados hasta despertar el 28 de septiembre, a los 16º del
mismo signo.
La retrogradación de Plutón nos da un periodo
de cinco meses de profunda introspección, donde el tema principal a tocar y
trastocar serán las estructuras de poder en todo el mundo. Este planetoide, que
simboliza la riqueza y las fuerzas que se hallan en el subsuelo es al mismo
tiempo estandarte de las luchas de la humanidad. De tránsitos lentos, pero
decisivos y que marcan tendencias y generaciones, Plutón tarda en total 245
años en dar la vuelta al Sol, por lo que pasa en cada signo una larga estadía
de 25 años.
Muy a pesar de lo que se podría pensar, es
bastante común ver personas con Plutón retrógrado en su carta natal, debido a
que el mismo retrograda cada seis meses todos los años. Por su parte, a Plutón
se le asigna una fuerza extremadamente bruta pero no como la de Marte, que
enciende la llama de las disputas, sino como aquella que viene de las entrañas
y que, sin avisar, es capaz de causar los conflictos más pasionales, así como
importantes guerras que marcan un antes
y un después en las eras de la humanidad.
Por tanto, es un planeta transpersonal con
gran influencia en la consciencia colectiva. No es casualidad, que este
planetoide haya sido descubierto en el año de 1930, mientras transcurría “El
crack del 29”, una de las mayores crisis financieras en el mundo. Estemos más
atentos a la hora que marca Plutón, pues sus cambios coinciden con las
transformaciones más importantes de nuestra sociedad.
Plutón en Capricornio desde el 2008 hasta el
2024 y los sucesos de orden mundial
Para entender mejor el tránsito de Plutón en
Capricornio desde el 2008 hasta el 2024, tendríamos que resumirlo en una sola
frase: “transformación de las estructuras de poder”. Y los hechos que han
acaecido en el mundo desde la entrada del planetoide al signo del estatus en el
2008, así lo confirman. Antes de esta época,
nacieron los de la generación "Y" los llamados Millennials,
los niños de finales de los 80 y principios de los 90 que les tocó el pelazo de
la gran crisis económica a nivel mundial.
Pero ahora, ni trompos ni perinolas. Los
jóvenes y adolescentes que conforman la llamada “Generación Z” han nacido con
el desarrollo de la World Wide Web, crecido prácticamente con un teléfono
inteligente en la mano, y disfrutado de juegos como Pokémon Go y de
aplicaciones como Snapchat. Como creativos, adaptables, con claras
inclinaciones a la tecnología y las redes sociales, se les califica como el
último salto generacional, según un estudio de la Universidad de Deusto, en
España. En Venezuela, los nacidos entre 1994 y 2009 que conforman la última
letra del actual abecedario generacional, se adaptan a situaciones más
complejas que no conseguir un Wi-Fi abierto.
Ser un Millennial ya no es tan cool, ni tan
trendy, ni tan nada. Bueno, en realidad sí lo es, y todas las generaciones
tienen algo increíble que entender pero, la verdad, lo digo por aludida.
Dejando atrás mi complejo de Dorian Grey y mis deseos de eterna juventud, estoy
convencida de la necesidad de cualquier sociedad de entender a esta nueva
generación; la manera de comunicarte con la sociedad ha cambiado.
Entonces, ¿por qué debemos preocuparnos?
Porque esta nueva generación nos debe ocupar de manera urgida, tienen patrones
de conducta parecidos (ojo, no idénticos) y nos sirven como base para el
desarrollo de cualquier estrategia. Digamos que entender el comportamiento de
una generación X, Y o Z es la primera parte de la tarea, ahora está en nosotros
identificar exactamente a quién le estamos hablando; el comportamiento digital
es cada vez más personal.
En Suramérica, el 27 de febrero se convirtió
en una fecha inolvidable con la Luna llena que anticipó al terremoto y tsunami
en Chile, en el que mueren 500 personas. Meses más tarde, mueren los
presidentes de Polonia y Argentina, el primero en un accidente aéreo en Rusia y
el último bajo causas aún no determinadas. Y hablando de fallecimientos de
primeros mandatarios, no olvidemos el del presidente de Venezuela, Hugo Rafael
Chávez, en el 2013. A partir de entonces Venezuela viene en picada, su economía
fue desmejorando y todavía parece no tocar fondo. Pero... ¿cómo está afectando
esto a nuestros jóvenes "Z"?
Plutón retrógrado en Venezuela y la
inspiración de la Generación Z
La retrogradación de Plutón de este año se
verá matizada por la conjunción Urano-Neptuno natal. Esta misma conjunción
sucedió a principios de los años 90, justo cuando la Generación Z de los chicos
hiperconectados a las nuevas tecnologías apenas estaba naciendo.
Justamente ahora, estos muchachos nacidos
entre los años 1989 y 1997 son quienes han tomado las calles venezolanas para
protestar contra 18 años de gobierno de la tolda roja, en un principio con
Chávez como líder y ahora con el actual presidente Maduro a la cabeza. Si la
generación del 28 hizo historia en su momento, estoy segura que estos muchachos
que conforman “La Resistencia” serán recordados por las generaciones próximas.
Estos chicos son quienes han tomado la
responsabilidad del llamado a “despertar”, ante lo que no marcha tan bien en el
sistema instaurado en el país, donde el socialismo y el comunismo han hecho de
las suyas gracias a la reinante corrupción e impunidad.
Estos jóvenes, los hiperconectados, aun cuando
son hijos de un proceso de “Revolución”, conocen gracias al Internet y los
medios sociales, la existencia de mejores condiciones de vida que las
instauradas en la Venezuela actual. De repente, formas de gobierno como el
socialismo, comunismo y capitalismo resultan igual de dañinos y desfasados. La
nueva era nos exige un sistema progresista, que estos muchachos han venido a
implementar, empezando con su lucha de calle.
Los altos índices de delincuencia, en un país
donde la tasa de homicidios llegó a 90 por cada 100 mil habitantes según el
Observatorio Venezolano de Violencia –la más alta del mundo-, signaron la
rutina de la Generación Z, que nacieron con el celular bajo el brazo y ojos en
la nuca. De acuerdo con la psicóloga Yorelis Acosta, no existe un
comportamiento típico. Sin embargo, la también profesora de Psicología de la
Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), apunta que esta nueva generación “ha
modificado todos los patrones de comportamiento, de salida, incluso los de
estudio. Todavía están los que salen, los que se arriesgan, los que tienen esa
fantasía de ‘a mí no me va a pasar nada’. Pero la misma crisis ha hecho que
todos se recojan más temprano”.
Para la generación nacida en la Venezuela del
siglo XXI, en la República Bolivariana, la del “hombre nuevo”, una perspectiva
laboral o académica a futuro, incluso a corto plazo, es incierta, nublosa. “La
incertidumbre los ha acompañado siempre. Ya los agarró la crisis porque tenemos
muchos años con este deterioro de país. Hay muchos jóvenes que cierran los ojos
y no ven nada, que no pueden desarrollarse en el país”, explica Acosta.
El país respira transformación y una intensa
necesidad de renovación y evolución, sin importar en cuál latitud del
territorio estemos. Plutón retrógrado inyecta la energía de revisión de ideales
para la dirección del destino de un país, estemos conscientes de ello o no. Por
eso, a esta generación le ha costado tanto asimilar el sistema de valores
reinante en la sociedad venezolana actual, donde la corrupción y la
supervivencia del más fuerte o conectado parecieran ser las únicas reglas del
juego.
Estos chicos tienen inclinación natural a la búsqueda de nuevas
fórmulas sociales, que estén basadas en el trabajo, el respeto, la
organización, el mérito y el progreso. Son la punta de lanza de nuestra
transformación y debemos seguirles el paso, pues ellos serán los responsables
de modelar la nueva Venezuela, esa que está llamada a ser la “Joya Luz de
América” y del mundo. Mantengamos la vista fija y nuestra oración dirigida a
los futuros líderes de la nación.
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