La cornucopia o cuerno de la abundancia es un reconocido símbolo de
prosperidad, fecundidad y abundancia, aparecido en la Grecia antigua, hacia el
siglo V a.C.
La mitología clásica explica el origen del cuerno de varias formas,
siendo la más conocida la que involucra al Zeus niño, cuando
en uno de sus juegos infantiles, quebró por accidente uno de los cuernos de la
cabra de la ninfa Amaltea (1), que lo solía alimentarlo con su
leche. Para compensar de algún modo a su propietaria, Zeus otorgó al cuerno
roto el poder de la prosperidad, y de él comenzaron a brotar
todo tipo de
frutos, alimentos y dinero. En otras palabras, la cornucopia representa la
afluencia benéfica de los dones divinos.
En otra historia es Hércules el que, enfrentándose al
dios-río Aqueloo, le rompió uno de sus cuernos. Después de rendirse, éste pidió
al héroe que le devolviera su cuerno y a cambio le entregó otro de la cabra
Amaltea, que tenía la virtud de producir flores, granos y frutos.
En la iconografía tradicional, la cornucopia acompañó a muchas
divinidades tanto de Grecia como de Roma, siendo la más conocida de todas la
diosa Fortuna que muchas veces solía acompañar a
Hermes-Mercurio, dando a entender que la prosperidad no está divorciada del
conocimiento y también como alusión a una de las múltiples tareas del
polifacético Hermes: el comercio.
El Santo Grial y la piedra filosofal
Según lo visto anteriormente, el cuerno de la abundancia nos habla de un
poder divino que puede ser manifestado en la tierra. ¿En que otro símbolo
apreciamos esto? En el Santo Grial, que -según cuentan los relatos
tradicionales- producía de forma ilimitada bienes materiales y espirituales.
Esto ya aparece en los primeros textos griálicos como Parzival (ca.
1215 d.C.), donde el místico copón suministraba alimentos y vino a los caballeros,
como si fuese un “talismán que da todas las cosas a comunidad
caballeresca: el wunsch von paradis (“perfección del paraíso”) (…) El alimento
del grial les parece simplemente físico a los cortesanos de [la] tierra yerma,
pero ello es porque “están tan cegados y engañados que no pueden ver
claramente”. (…) Algunos hombres impuros (Bors) se percatan de que esta visión
terrena es inadecuada para ver el bien en su forma espiritual. Los hombres
puros (Galahad) pueden ver el espíritu, pero lo que ven es algo de que no se
puede hablar. La fuente de todas las cosas, como la respuesta a un misterio
perfecto, es indecible” (2).
El Grial, como la Cornucopia, tenía el poder de llenar los platos de los
comensales con exquisitos alimentos. Era una copa de plenitud, el símbolo
visible de un poder invisible, lo cual también ocurre con un tercer símbolo:
la piedra filosofal, que también aparece tradicionalmente como
dadora de múltiples beneficios materiales y espirituales, y que varios autores
relacionan con el cuerno de la abundancia.
En rigor de verdad, ni la piedra filosofal es una piedra, ni el grial
una copa, ni la cornucopia un cuerno, sino que todos estos símbolos esconden el
inmenso poder de Telesma.
¿Qué es Telesma?
***El poder de Telesma es la llave maestra de la Madre
Naturaleza, el secreto de los magos, aquel que permitía a los alquimistas la
transmutación del plomo en oro.
Telesma es la energía escondida en la piedra filosofal y se corresponde
a la fuerza transmutadora del Vellocino de Oro o del Santo Grial, es decir de
todo objeto físico que concentre un poder metafísico. Por esa razón, del
término “Telesma” proviene la palabra “talismán”, que no es otra cosa que un
soporte físico para una energía metafísica.
La Tabla Esmeralda (3) habla de este poder divino y
dice que “esta es la fuerza más fuerte de todas las fuerzas, porque
vencerá toda cosa sutil y penetrará toda cosa sólida”, insistiendo en
que “debe ser convertida en tierra”, es decir exteriorizada
y plasmada en el plano físico.
Los ocultistas decimonónicos prefirieron hablar de “Luz Astral” (4) para
denominar a este gran agente mágico universal (el sustento de todo sistema de
magia), seguramente basándose en los escritos del abad Trithemius, quien
explicó que: “El arte de la magia divina consiste en la facultad de
percibir la esencia de las cosas en la Luz de la Naturaleza [Luz Astral], y en
usar los poderes del Alma para producir cosas materiales procedentes del
universo invisible, y en tales operaciones lo de Arriba y lo de Abajo tienen
que juntarse y hacer que actúen armoniosamente. El Espíritu de la Naturaleza
(la Luz Astral) es una unidad que crea y forma todo, y que, actuando por medio
del hombre, puede producir cosas maravillosas. Tales procesos tienen lugar con
arreglo a la ley. Conoceréis la ley por la cual se verifican estas cosas, si
aprendéis a conoceros a vosotros mismos”. (5)
Sobre la prosperidad
Por lo tanto, para que haya prosperidad material (o cualquier otro
beneficio vinculado a Telesma) es necesario que exista primero una mente
impregnada (“preñada”) de prosperidad y abundancia. Si no hay concordancia
entre lo de arriba y lo de abajo y entre lo de adentro y lo de afuera, es
imposible que la Ley se cumpla.
La prosperidad está vinculada con nuestro estado de conciencia y esto
está por encima de la mera posesión de riquezas materiales. Siendo así, el
hecho de que una persona tenga mucho dinero no significa que sea próspera. Como
bien dice una canción de Joaquín Sabina: “Era tan pobre que no tenía
más que dinero…”.
Hasta la semana que viene.
Afirmación sobre prosperidad
“A veces, quizás piense que la fuente de mi prosperidad es un trabajo o
una persona específicos. O quizás considere que mi mayor posesión es un objeto
en particular. Aunque la gratitud que siento por estas bendiciones aumenta mi
sentido de prosperidad, sé que las personas o cosas no son la fuente de mi
bien. De hecho, nada en el mundo material es la fuente de mi provisión.
Al entrar en el Silencio, recuerdo que el Espíritu Infinito es la única
fuente infalible de mi bien. Doy gracias de corazón por esta verdad,
reconociendo que desarrollar mi conciencia espiritual es la mayor inversión que
puedo hacer para expandir mi prosperidad espiritual y material”.(Fuente: Unity)
Las afirmaciones edificantes son una excelente forma de comenzar el día
y para conectarnos diariamente con diversos principios espirituales. En este
enlace he seleccionado 40 afirmaciones para la prosperidad que
puedes descargar y empezar a utilizar desde hoy mismo.
Imágenes
Porque de Dios vienen todos los bienes” (Muneris
omne tui), otra forma de decir “Dios provee”
Dad, y se os dará” (Lucas 6:38)
La cornucopia en la ritualística masónica
A la ocasión la pintan calva”
La cornucopia en el escudo de Colombia
En India, el rol de la diosa Fortuna es desempeñado por Lakshmi
Notas del texto
(1) Algunos mitólogos hablan de Amaltea como una ninfa que tenía una
cabra, por lo tanto se puede hablar tanto de la cabra Amaltea como de la cabra
“de” Amaltea.
(2) Shell, Marc: “Dinero, lenguaje y pensamiento”
(3) De acuerdo con Eliphas Lévi en “Historia de la Magia”: “La Tabla de Esmeralda contiene toda la Magia en una sola página”
(4) Dice Eliphas Lévi en “La clave de los grandes misterios”: “Hemos hablado de una sustancia que se encuentra expandida en todo el infinito. La sustancia única que constituye cielo y tierra, según sean sus grados de polarización en materia sutil o fija (densa). Es esta la sustancia a la que Hermes Trismegisto llama el gran Telesma. Puesto que es ella quien produce el esplendor, la podemos denominar luz (…) Ella es a la vez sustancia y movimiento. Es un fluido y una perpetua vibración”.
(5) Citado en Hartmann, Franz: “The life and the doctrines of Philippus Theophrastus, Bombast of Hohenheim, known by the name of Paracelsus”
(2) Shell, Marc: “Dinero, lenguaje y pensamiento”
(3) De acuerdo con Eliphas Lévi en “Historia de la Magia”: “La Tabla de Esmeralda contiene toda la Magia en una sola página”
(4) Dice Eliphas Lévi en “La clave de los grandes misterios”: “Hemos hablado de una sustancia que se encuentra expandida en todo el infinito. La sustancia única que constituye cielo y tierra, según sean sus grados de polarización en materia sutil o fija (densa). Es esta la sustancia a la que Hermes Trismegisto llama el gran Telesma. Puesto que es ella quien produce el esplendor, la podemos denominar luz (…) Ella es a la vez sustancia y movimiento. Es un fluido y una perpetua vibración”.
(5) Citado en Hartmann, Franz: “The life and the doctrines of Philippus Theophrastus, Bombast of Hohenheim, known by the name of Paracelsus”
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