by Carolina G
Ser Humano es ser Creador. Y eso brilla más que nunca ahora. Hace dos
días comenzamos la Temporada Leo y mañana viviremos un gran Eclipse de
Luna Llena. Con la entrada del Sol en Leo, dimos inicio a un tiempo de
Conciencia del Yo, un ciclo para hacer contacto intenso con la propia identidad
y dar lugar a una nueva versión del Ser que somos. Tiempo de observar el Yo
Pequeño (el Ego) y el Yo Superior (el Ser), la propia individualidad que somos,
y dar luz a esa chispa divina que brilla desde nuestro corazón y que se
proyecta al mundo a través de nuestras creaciones. Tiempo de entrar
en contacto
con lo que el corazón manda aquí y ahora, para encauzar el caudal de la propia
fuente de energía, que vitaliza el espíritu y nos rejuvenece por todos lados.
Tiempo de dar un giro especial en el camino hacia el proceso de
autorrealización.
Hace dos días entró el Sol en Leo y
mañana, Viernes 27 de Julio 2018, se formará una Luna Llena muy especial, que
viene acompañada de un gran Eclipse Total de Luna, y que se formará en
conjunción con Marte. La energía especial de este Plenilunio te lo contaré
en el próximo post, porque ahora quiero que podamos asentar en la
Conciencia las bases de la nueva Temporada, para que luego podamos darnos
cuenta cuál es el cambio que este Eclipse promueve en nuestras vidas.
Leo es un signo que corresponde al
Elemento Fuego y es regido por el Astro Rey. El Sol es el centro del
Universo y Leo simboliza la energía de nuestro centro humano, el Yo, la
identidad, la personalidad, el Ego, el carácter, que cuando se percibe desde la
Conciencia deja ver también el Ser que somos. Así como Cáncer es
energía que nos mueve hacia adentro, energía afectiva que promueve el contacto
con las emociones; la energía de Leo implica el emerger de la Conciencia,
el contacto con la propia individualidad que se proyecta a través de nuestras
creaciones, únicas e irrepetibles, y que son la expresión de la identidad
que somos, la personalidad presente, aquellos aspectos que conforman nuestro Yo
aquí y ahora.
Dentro del Zodíaco, el
León simboliza la vitalidad, el centro, el corazón, la creatividad, la
autoridad, el poder de la creación, la generosidad, la fuerza, la confianza.
Leo es la energía de la seguridad de la identidad, irradia independencia
plena, contacto con el Yo y la necesidad de poner el corazón en cada actividad,
relación, momento. Por eso, durante el tránsito del Sol en Leo, la
expresión desde el corazón es la clave, porque la energía leonina busca
cultivar el amor, siempre desde adentro y hacia afuera, tal como fluye el río
de la vida.
Así, la Temporada Leo nos trae un tiempo
para cultivar la libertad creativa respecto a los demás, estimular
la voz del corazón, la independencia y seguridad del Yo, y enfocar en el camino
que elegimos cada día para lograr nuestra autorrealización. Aún si elegimos compartir
momentos del camino con otros, el Sol en Leo comprende fuertemente que el
camino es individual, que el amor es primero para uno mismo, y solo así podemos
crear amor verdadero con otros. La Luz brilla desde el centro.
Leo es energía de gran calidez, lealtad,
dignidad y nobleza naturales, mucha independencia y amor por el lujo y
el estilo. Es la energía del Rey, que con su carisma busca el
brillo y el reconocimiento del entorno, desplegando sus dones de nobleza y
liderazgo.
Psicológicamente, Leo es el arquetipo del
Ego, el carácter, que cuando se hace consciente -es decir, cuando vemos la
propia sombra del Yo pequeño- nos permite observar a su vez el Yo superior, el
Ser, el centro del Si Mismo, la Conciencia del Self.
El Yo Pequeño y el Yo Superior
Una vez, un maestro hindú con quien tuve
la oportunidad de tener una hermosa experiencia de conocimiento en Punta del
Este, el Maestro Dr. Sankara Bhagavadpada, me enseñó que dentro de nosotros existe un Yo Pequeño y un
Yo Superior. Así describió la dinámica entre el Ego y el Ser, dos dimensiones
de nuestro Yo.
El Yo Pequeño es nuestro Ego, nuestro
carácter, todo aquello con lo que nos identificamos fácilmente como para
describir nuestra personalidad, nuestra forma individual de comportamiento
ante nosotros mismos, el otro y el mundo.
Por otra parte, existe el Yo
Superior, el Ser, aquella dimensión mucho más amplia, que abarca al Yo
Pequeño y que suele quedar eclipsada cuando nos identificamos demasiado con el
Ego… Es una Conciencia superior de nuestra individualidad como seres humanos,
que muchas veces no vemos o no tenemos en cuenta.
Solemos identificarnos por demás con
nuestro Ego, nuestro Yo Pequeño, y descuidamos las voces de esa entidad mas
abarcativa que somos, nuestro Yo Superior, que expresa nuestra energía
individual y nuestra unicidad en el mundo desde una dimensión más elevada,
desde otro nivel de Conciencia. Así, nuestro Ser queda muchas veces eclipsado por
los caprichos, limitaciones y trampas del Ego.
Así, en esta Temporada se enfatiza el
potencial de crear Conciencia de nuestro Yo Pequeño, las sombras de nuestra
personalidad, para así dar lugar a la experiencia del Yo Superior.
Leo, Jung y el Proceso de Individuación
En este sentido, Carl Gustav
Jung (26 de Julio 1875-1961), un psiquiatra suizo con el Sol en Leo, que
nació un día como hoy hace 143 años, antiguo discípulo de Freud, propuso
como camino de sanación de la Psique que llamó el “Proceso de
Individuación”, integrando las enseñanzas de la Filosofía Antigua, la
Alquimia, el I-Ching, los Mandalas, los Sueños, también la Astrología, el
Tarot, y otros saberes antiguos cuya profundidad y enfoque
psicoterapéutico era muy poco comprendido en la época en que Jung vivió.
Con el Sol vibrando en Leo, la Luna en
Tauro y el Ascendente en Acuario, Jung propuso la llegada al verdadero
Yo como un proceso de iluminación de nuestras sombras, para llegar a
conocernos mejor y comprender nuestra verdadera naturaleza, lo luminoso y lo
oscuro, e integrar así de forma verdadera todas nuestras partes para vivir
como seres completos. Siempre desde el centro y hacia afuera.
Trascendió la existencia física, haciendo
de su vida un Tiempo creativo que perdura y perdurará para siempre, porque
su obra ya es parte de nuestro Inconsciente Colectivo. Todo lo que
verdaderamente damos con el corazón a lo largo de la vida queda para siempre,
no se muere, porque vive en otros. Y Jung vive en mí, invitándome cada día a
conocerlo más y expandir sus enseñanzas.
Además de proponer el gran Proceso
de Individuación para poder hacer contacto con el Ser, el Self o Sí Mismo, este
hombre vanguardista supo romper los viejos esquemas de pensamiento y
formalidad, para proponer una Psicología basada en el cultivo de la
Espiritualidad.
Habiendo sido mayormente incomprendido en
su época, es Ahora que, con la entrada en la Nueva Era de Acuario, su obra se
torna más y más comprensible. Fundó el Principio de Sincronicidad,
recuperó el conocimiento antiguo de la Alquimia y la Simbología como llaves a
la sabiduría, y asentó las bases de la Astrología Psicológica. Animó el mundo
de los Sueños, el ArteTerapia, los Arquetipos y el Inconsciente Colectivo, para
hacer de su vida una experiencia en pos de la creación de la Psicología
Transpersonal, un legado dejado a la humanidad que hoy celebramos y nos permite
crecer como especie.
Gran Maestro. Supo proponer que cada
desorden psíquico y físico es una pérdida de espiritualidad, y también marcó
algunos caminos para encontrarnos con el Ser Creador que somos. En este
sentido, ha trabajado con muchísimas personas creando diferentes
prácticas de expansión de Conciencia y desarrollo del Ser. Su obra ha
resultado Luz para la humanidad. Jung es mi guía y es por eso que, de
alguna manera, busco siempre transmitir su legado en cada creación propia.
Oportunidades de la Temporada Leo 2018
Observa tu Yo y describe con
pocas palabras quién eres en este momento, cuáles son esas notas
características que se despliegan ahora desde el centro de tu Ser, tu corazón y
crean tu identidad presente. Anímate a soltar viejas etiquetas que ya no
calzan, que ya no viven ni vitalizan tu espíritu sino que limitan el despliegue
de tus potenciales. Observa tu Yo Pequeño y tu Yo Superior.
Esta Temporada Leo 2018 es un tiempo
perfecto para hacernos cargo de vitalizar el corazón, permitiéndonos
expresar lo que verdaderamente nos hace brillar aquí y ahora. Si nos permitimos
habitar en las necesidades del corazón, todo eso que emana hoy, si lo
abrazamos y nos dejamos atravesar por esa luz, entonces estaremos creando
verdadero Amor personal.
Mañana viviremos el gran Eclipse Total de
Luna Llena en Acuario, que amplifica la potencia del cambio consciente en
nuestras vidas, en este caso a nivel emocional, para permitir dar un giro en el
camino hacia nuestra autorrealización. Tiempo de domar el Ego y activar la
expresión del Ser, que se renueva en amor, cuidado y protección.
Tiempo de hacer crecer desde adentro
una luz nueva, rasgos nuevos del carácter que dejan emerger una nueva versión
de nosotros mismos. Tiempo de observar el Corazón y darnos cuenta cómo está
aquí y ahora, darle amor, es decir, darnos amor verdadero. Es tiempo de
concentrarnos en ampliar la Conciencia de quiénes somos, o mejor dicho,
quiénes estamos siendo, y animarnos a expresar todo eso hacia el afuera.
En este sentido, el Eclipse de Luna Llena
en Acuario que mañana se forma junto a Marte, nos ayuda a encarar lo nuevo, nos
da fuerza, coraje, valentía, para soltar lo viejo y entrar en la Nueva Era de
nuestra vida.
En esta Temporada Leo, la oportunidad
es observar el Ser Creador que somos y asentar las bases de nuestra nueva
vida. Porque siempre tenemos la oportunidad de renacer, de estimular el corazón
y permitirnos vivir la Verdad.
Expandir la Conciencia de quiénes somos es un resultado que se da a
partir de la práctica, a través de hechos, actos, no palabras ni análisis,
ni teorías, sino pura praxis. La vida no es teoría, sino experiencia.
Tiempo de potenciar esa fuerza creadora
que somos, de comprender que darnos amor, permitirnos verdaderamente lo
que anhelamos desde el corazón, es la base principal para crear lo que
queremos.
Practicar (y no teorizar) el amor propio
es también la oportunidad central de este ciclo, y junto a ello el
contacto directo con los talentos creativos de cada uno, los dones personales:
esos regalos que nos brinda el Universo y que nos hacen únicos, a la vez
que alimentan nuestra vitalidad. Nuestros dones y talentos son una gran
fuente de energía. Porque cuando estimulamos el corazón todo cobra nueva vida,
nueva luz, nuevo brillo que nos ilumina eternamente.
Individuación.
«En el centro de mis descubrimientos psicológicos se encuentra
nuevamente un proceso de transformación interna: la individuación.
Empleo la expresión «individuación» en el sentido de aquel proceso que
engendra un «individuo» psicológico, es decir, una unidad aparte, indivisible,
un Todo.
Individuación significa: llegar a ser un individuo y, en cuanto por
individualidad entendemos nuestra peculiaridad más interna, última e
incomparable, llegar a ser Uno Mismo. Por ello se podría traducir
«individuación» también por «mis-mación» o «autorrealización».
Extracto del libro “Recuerdos, Sueños y Pensamientos”
de Carl G. Jung
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