Por Michael Berg
Hemos
llegado al inicio del mes de Elul o Virgo, un mes que el Zóhar define como el
más trascendental del año. El trabajo que hacemos en estas próximas cuatro semanas
que anteceden a Rosh Hashaná nos ofrece la posibilidad de traer a nuestra vida
un nivel de Luz completamente nuevo, bendiciones y plenitud, algo que influye
en el tipo de vida que tendremos el próximo año.
E
ntonces,
¿cuál es el trabajo de este mes? El Arí, Rav Yitsjak Luria, nos da un versículo
de Isaías que considero que debe ser nuestro principio orientador y pensamiento
a lo largo de las próximas cuatro semanas: “El Creador nos da un camino por el
océano”, porque lo que los kabbalistas enseñan que debemos hacer durante este
tiempo es crear un nuevo camino para nosotros. Al hacerlo, nos creamos como un
nuevo ser y creamos una nueva vida.
Para
la mayoría de nosotros en el año pasado hubo días en los que fuimos amables,
días en los que estuvimos molestos, días en los que herimos a alguien, días en
los que ayudamos a alguien, y así sucesivamente. Una de las enseñanzas básicas
más importantes de la Kabbalah es que si nos comportamos de manera egoísta, lo
que ocurre es que esa energía continúa existiendo hasta regresar a nuestra vida
de alguna manera negativa o difícil. Sin embargo, el mes de Virgo nos ofrece la
oportunidad para dejar todo ese equipaje atrás para que no entre nuevamente a
nuestra vida ni se manifieste de manera negativa ni difícil. Entonces, ¿cómo
hacemos eso?
Un
modo muy importante de hacerlo es algo que probablemente ya hemos escuchado
antes, pero que quizá sólo hemos logrado vivir en cierta medida; no obstante,
en este mes tenemos que luchar por vivirlo lo mejor posible.
Los
kabbalistas enseñan que la Luz del Creador se comporta con nosotros del mismo
modo en el que nos comportamos con los demás. Por eso, este es el mes del año
en el que debemos encontrar cosas buenas en la gente que nunca hemos
considerado buena. ¿Por qué? Porque cada uno de nosotros tiene bondad
inexplorada y, cuando la vemos en los demás, podemos revelarla dentro de
nosotros. Al ver a otra persona que creemos que es negativa o que no tiene
cualidades destacables y encontramos una cualidad positiva, la Luz del Creador
ayudará a revelar la Luz inexplorada y el potencial que llevamos por dentro.
Por lo
tanto, una de las reglas más importantes de este mes es apartarnos del juicio e
inclinarnos a descubrir la bondad oculta de los demás; cuando hagamos esto,
comenzaremos a ver y sentir esa energía, bondad y potencial que nunca habíamos
visto ni sentido dentro de nosotros. Al hacerlo podemos convertirnos en una
persona diferente, crear un nuevo camino para nosotros y, a su vez, dejar atrás
toda la negatividad del pasado.
Hay
una enseñanza de uno de los grandes kabbalistas, Rav Elimélej de Lizhensk,
sobre el poder de la oración, que también es el poder del mes de Virgo. Los
kabbalistas enseñan que cuando una persona tiene un problema en su vida, hay un
poder único en la oración kabbalística para transformarlo y cambiarlo. Si
sabemos que todo desafío que se presenta en la vida de una persona es un efecto
de una energía negativa que ella misma creó, entonces, ¿cómo puede cambiar a
través de palabras de oración o conexión la negatividad que ha manifestado?
Rav
Elimélej dice lo siguiente: cuando una persona se transforma, se sitúa en una
posición diferente. Se vuelve una persona distinta y, por lo tanto, cualquier
desafío que debía manifestársele era para alguien más que estaba en otro camino.
Es un entendimiento maravilloso y es el poder del mes de Virgo; podemos
transformarnos y situarnos en otro lugar, convertirnos otra persona con un
nuevo camino en el que ninguno de los desafíos que creamos sigue existiendo y
nos liberamos del equipaje negativo de nuestro pasado. Y, como aprendimos, una
de las maneras de hacer esto en este mes de Virgo es elegir apartarnos del
juicio a los demás, ver profundamente en ellos para encontrar sólo lo bueno.
Espero que todos tengamos la capacidad para no sólo entender esto, sino para
vivirlo verdaderamente en las próximas cuatro semanas.
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