Querida Monica: ¿cómo puedo transformar la
tristeza en felicidad? Gracias de antemano. – Hugo Montgomery
¡Hola, Hugo!
¡Gracias por tu pregunta! Hay dos formas muy
prácticas que me vienen a la mente para transformar la tristeza.
El primer método para desarrollar y
fortalecer nuestro sentido de felicidad es cultivar nuestra apreciación.
Podríamos considerar usar una libreta de gratitud para escribir cada día las
cosas que agradecemos. Dedica tiempo a buscar lo bueno en tu vida y a
disfrutarlo, aunque se trate de algo pequeño. Al dirigir nuestro enfoque hacia
nuestros regalos y bendiciones, la felicidad llega con mucha más facilidad y
fluidez.
"DEDICA
TIEMPO A BUSCAR LO BUENO EN TU VIDA Y A DISFRUTARLO".
Segundo, ser de servicio para los demás y
compartir es realmente la herramienta más práctica y poderosa para desarrollar
nuestra felicidad. Algunas investigaciones demuestran que simples actos de
generosidad pueden mejorar nuestro sistema inmunológico, aliviar dolores e incluso
fortalecer nuestro corazón. Los científicos incluso han acuñado un término para
la sensación agradable que obtenemos cuando compartimos, y se conoce como el
“efecto del cálido resplandor” (ing. warm glow effect). Compartir
no solo genera una sensación de felicidad, tal como se descubrió mediante una
encuesta a 30 000 hogares que los que donaban a la caridad tenían una tendencia
del 43 % más a estar felices con sus vidas en comparación con los que no
donaban, sino que también nos da la oportunidad de crecer, cambiar nuestra
vida, cambiar la vida de los demás y, en definitiva, cambiar el mundo.
La Luz del Creador tiene un abundante Deseo
de Compartir y nuestra alma está hecha de la misma Luz. Lo que hace que una
persona sea constantemente feliz es si la Luz está fluyendo a través de ella
todo el tiempo, y la Luz fluye a través de nosotros cuando compartimos. La idea
es ser un dador constante, no necesariamente de maneras fastuosas o en gran
medida, sino que lo más importante es la conciencia detrás del dar.
Desde luego, es agradable compartir. Pero el
verdadero crecimiento solo ocurre cuando compartimos de maneras que son
incómodas. A través de este medio para compartir sentirás alegría y abundancia,
y una versión más plena de ti mismo. No hay que decidir entre ser bondadoso con
los demás y ser bondadosos con nosotros. Es lo mismo.
"EL
VERDADERO CRECIMIENTO OCURRE CUANDO COMPARTIMOS".
¿Quieres ser feliz? Comparte un poco.
¿Quieres ser más feliz? Comparte mucho.
Una última cosa para tener en cuenta. Todos experimentamos
tristeza y depresión de vez en cuando, y cultivar nuestra apreciación y
compartir con los demás son formas poderosas de contrarrestar eso. Algunos de
nosotros quizá experimentemos depresión severa o trastornos mentales que
afectan nuestra felicidad. Si estás deprimido de manera continua, día tras día,
no te avergüences de pedir ayuda. Acudir a un terapeuta, maestro espiritual o
amigo de confianza para obtener más apoyo puede marcar toda la diferencia.
Con afecto,
Monica
Monica
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