Mensaje Maestro Ascendido Afra

A través Marlene Swetlishoff. ©2008-2019 Marlene Swetlishoff / Tsu-tana, Guardiana de las Sinfonías de la Gracia (http://www.therainbowscribe.com) – Traducido por Esther Abreu

Amados,

¡Vengo en las alas del amor! En estos tiempos se están produciendo cambios profundos dentro de los corazones y las mentes humanas que conllevarán a transformaciones dentro de todos los sistemas establecidos en la civilización actual. Estos, sin duda, incluirán leyes y regulaciones gubernamentales en todos los niveles de la sociedad. Estas se centrarán en restaurar los derechos de las personas de este mundo. Cada sistema gubernamental, independientemente del lugar en el planeta, ha erosionado durante siglos los derechos divinos de cada uno de sus ciudadanos al estrangular cualquier acceso a su conciencia, a la que tienen derecho, a una mayor libertad en todos los aspectos de sus vidas. Cada uno de estos derechos ha sido inicialmente y deliberadamente bloqueado hasta que

descubrimos que en los tiempos actuales, las personas saben que algo está mal con el sistema, pero se les dificulta saber cómo solucionarlo.

Un movimiento creciente de mayor conciencia está ocurriendo en muchas personas en el mundo. También se está produciendo una colaboración en los niveles espirituales, muchas almas iluminadas han estado encarnando durante muchos años en ubicaciones estratégicas en cada nación del planeta. A medida que estos hermosos seres crezcan hasta la madurez, encontrarán el camino que los llevará a su propósito más elevado y serán guiados divinamente para hacer lo que sea necesario para elevar las energías en su parte del mundo y para todo el planeta. Vendrán de todos los ámbitos de la vida, no serán respetuosos de los patrones rígidos de comportamiento y actitud, tales como el racismo, la jerarquía, lo establecido, el gobierno y todos sus departamentos satélites que han perpetuado la separación y división en la humanidad.

Sus ojos ven a los demás solo a través de los ojos de Dios, ven a sus hermanas y hermanos como parte del Creador Único. Todo su ser y conciencia pueden ver la totalidad de cada individuo, por lo tanto, pueden acceder y discernir la verdad más elevada dentro de la esencia central de cada persona. En el núcleo de cada persona vive la chispa de lo divino y es a través de esta clara visión que estos individuos iluminados se dedicarán a nombrar y unificar a las personas en su esfera de influencia para llegar a sus comunidades y comenzar el proceso de reforma hacia una forma de vida más elevada e iluminada. Esto traerá unidad, paz y armonía en todas sus tierras y en todas las relaciones de sus habitantes.

Es a través de las acciones de cada individuo, sin importar sus circunstancias actuales, que se producirá el cambio que se necesita. Estos cambios se producen a través de acciones individuales que están en línea con los principios espirituales que incluyen una alineación con el Creador Único, que desea ver a la humanidad vivir en un mundo de paz, armonía, abundancia y prosperidad, donde cada individuo manifieste bondad, sabiduría, creatividad, alegría y buena voluntad en todos sus esfuerzos. Renovarán, repondrán e incrementarán activamente su cociente de luz individual cada día con cada respiración que tomen, cada pensamiento que piensen y cada acción que realicen.

Inicialmente, este será un proceso muy difícil de implementar, ya que la humanidad se ha visto inundada de imágenes persistentes de que simplemente son "espectadores" de su vida a través de todas las formas de medios en la superficie del planeta para pensar que "yo primero" es el forma normal de ser. No es "normal". Es una aberración de la intención sagrada del Creador y la marca de una civilización evolucionada es el grado en que se practica la unidad, las intenciones pacíficas y la buena voluntad para todos los habitantes. Con el tiempo, esta forma se convertirá en la nueva forma de vivir sobre el planeta. La forma física habrá absorbido y emanará mayor luz de la que se haya visto antes. Es entonces cuando la humanidad comprenderá que la raza o el color de piel no tienen relevancia en la realidad del Reino de Dios. Es la luz dentro de cada persona lo que realmente cuenta.

Yo Soy su hermano, Afra.