Mientras recorremos el camino de la vida nos ofrecen muchos caminos para
elegir. Puede que nos encontremos una encrucijada en la que debamos elegir en
cuál dirección continuar. O quizá sólo veamos un camino, un camino horizontal
como una línea de tiempo que podemos recorrer para avanzar. Sin embargo, a
veces, el camino que tienes por delante es vertical. Este es el camino de la
espiritualidad en el que los progresos suelen ocurrir en áreas invisibles a
simple vista.
De este modo podemos comenzar a entender que la manera en la que tratamos
a los demás es lo que determina nuestra evolución. El Santo Creador es una
fuerza de amor, una fuerza amorosa y generosa de la cual fuimos creados. Esta
fuerza es nuestra esencia. Al igual que un tesoro enterrado, cuando elegimos
recorrer el camino del amor descubrimos nuestra virtud oculta. Cuando decidimos
ser más como nuestro Creador, revelamos nuestra santidad. Una santidad que es
nuestro derecho de nacimiento y que purifica, sana y elimina cada esquina
oscura en nuestra vida. Esta semana el universo nos invita a recorrer el camino
de la virtud y avivar esa chispa de divinidad que está en nuestro interior
hasta convertirla en una gran llama. Esta semana tenemos la oportunidad para
subir la escalera de la espiritualidad.
Nuestra porción de la semana, nuevamente, son dos. Esta semana, leemos
Ajaréi Mot y Kedoshim. Nos son dadas por el Creador para trabajar juntos y
ofrecernos una doble dosis de energía que tanto necesitamos. Ajaréi Mot se
traduce como después de la muerte. Kedoshim se traduce como santos.
Juntas, las porciones dicen: después de la muerte, santos
serán. Los kabbalistas revelan que la muerte de la que hablamos no es
física, sino la muerte del ego. El ego es como una jaula que rodea el corazón.
Cuando nuestro corazón es liberado para que ame con libertad, descubrimos el
camino sagrado que nos lleva al Creador. En efecto, esa santidad es nuestro
regalo de la semana.
En estas dos porciones vemos que Aharón hace sacrificios en el
Tabernáculo para purificar a los israelitas de su negatividad. Esta
purificación es un medio para acercarlos al Creador. Además del sacrificio, el
Creador le encargó a Moshé que informara a los israelitas sobre un conjunto de
lineamientos, o leyes, sobre cómo comportarse y tratar a los demás con dignidad
humana. El Creador informa a los israelitas: “Amarás a tu prójimo como a ti
mismo”. Aquí aprendemos que amar al prójimo como a sí mismo es parte del camino
para estar en unidad con el Creador. El cariño por los demás es lo que nos
purifica en la energía y Luz del Creador. Ajaréi Mot se lee sólo dos veces al
año. Una ahora, durante el mes de Tauro, conocido como el mes de la sanación, y
otra vez en Yom Kipur, conocido como el día más sagrado de todo el año. Un día
que nos eleva para unificarnos con el Creador y provocar purificación total.
Esta semana, esta energía invalorable e inusual está disponible para todo aquel
que desee aprovecharla.
En la vida podemos ciertamente sentirnos abrumados o perdidos, sin saber
cuál será nuestro próximo paso. Podríamos sentirnos atascados en el mundo
físico, como si siguiésemos falsas pistas una y otra vez. Incluso cuando
alcanzamos nuestras metas, solemos darnos cuenta de que no nos dieron la
felicidad que buscábamos. El camino de la santidad es el camino de nuestra
plenitud más profunda. Nuestra razón de ser es fusionarnos con el Creador aquí
en la Tierra. Viajamos por la vida, encontramos almas que necesitan nuestra
atención y nuestro amor. Nos dan la oportunidad de derretir nuestro congelado
corazón y de activar al Creador que llevamos por dentro. Una vez que abrimos
nuestro corazón y comenzamos a amar, la oscuridad se desvanece, las impurezas
desaparecen y comenzamos a revelar la santidad del Creador que tenemos en
nuestro interior.
En tus meditaciones de esta semana, siéntate tranquilo junto a una
ventana y cierra los ojos. Respira profundamente varias veces. Ahora comienza a
sentir la calidez de los rayos del sol en tu rostro. Comienza a visualizarte
flotando desde tu hogar hacia el cielo. Te posas sobre una nube. Ves una
hermosa escalera que te lleva a lo alto. Mientras flotas en esta cálida nube,
comienza a abrir tu corazón y recuerda a toda la gente que amas en tu vida. Ve
sus rostros. Siente el amor. Toma ese amor y amplíalo. Siente cómo se expande y
crece tu corazón. Envía amor a las personas con las que trabajas y a otros
conocidos. Ahora toma ese amor y amplíalo aún más sobre toda la ciudad; ama a
cada una de las personas que allí se encuentran. Luego expande más tu amor
hacia todo el país y luego al mundo entero. Todo el mundo bañado en amor y Luz.
Ahora es el momento de que encarnes el amor del Creador. Al sentir el amor
irradiar desde tu ser y tu gran corazón, brillas más intensamente que nunca.
Ahora comienza a ascender la escalera. Con cada paso, la Luz y el Amor del
Creador te envuelven y eliminan toda la negatividad de tu ser. Esta Luz te
sana. Esta Luz te purifica. Sientes que la Luz del Creador brilla en todo tu
ser. Siente todo tu ser compuesto completamente por amor, amor por los demás,
amor por el Creador y amor propio.
A través del amor mereceremos ser santos y estar en unidad con el
Creador en esta vida.
Esta semana abrimos nuestro corazón y ascendemos para alcanzar nuestra
santidad. Con esta evolución del alma llegarán los tesoros más auténticos jamás
vistos.
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