Cinco hombres
viajaban en coche por la pampa argentina cuando observaron a un lado del camino
a una vaca negra.
Uno de ellos
dijo: “¿Han visto? Las vacas argentinas son negras”.
Otro de los
pasajeros corrigió: “Pues yo diría más bien que algunas vacas argentinas
son negras”.
El tercero
opinó: “Creo que lo más correcto sería afirmar que al menos una de las
vacas argentinas es negra”.
El cuarto, más
escéptico, sentenció: “Por lo que veo, yo diría solamente que una de las
vacas argentinas es negra por uno de sus lados”.
Harto de tanta
palabrería, el conductor frenó en seco, puso marcha atrás, bajó del coche,
saltó el alambrado, llegó hasta la vaca, dio una vuelta en torno a ella, la
tocó y finalmente dijo: “Lo único que me queda claro es que el cuero de esta
vaca que tengo ante mí es de color negro. Nada más”.
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