por
Jennifer Hoffman
Este
es un mensaje canalizado del Arcángel Uriel.
La
oración es la herramienta más poderosa de manifestación. Sin embargo, muchos la
asocian con la religión y no creen que tenga control alguno sobre la energía.
Sueles
recurrir a la oración cuando necesitas desesperadamente un milagro y esperas
que la Fuente te escuche y te responda. La oración no consiste en expresar una
lista de deseos, ni tampoco es una petición de ayuda; es una potente
herramienta de energía que debe usarse con fe, intención y claridad. Crea un
importante contenedor de energía para la manifestación de intenciones,
que es apoyado por tu fe en la asociación co-creativa con la Fuente y tu propia
herencia divina.
La
claridad es importante en la oración. Debes ser claro en lo que deseas crear,
porque te ayudará a alinearte con la energía que lo manifestará y lo hará
posible. Con frecuencia se utiliza la oración como si se tratara de una lista
de deseos, con la esperanza de que el Universo te encuentre merecedor de lo que
hay en ella o te regale exactamente lo que deseas sin tu participación. La
oración es una herramienta energética que gestiona el flujo de energía. Para
poder emplearla en su contexto creativo más óptimo es necesario orar desde un lugar
de poder, no de debilidad o de desesperación.
La
intención es un componente importante de la oración: es el contenedor
energético para el resultado que buscas. No puedes pedirle al Universo que
manifieste algo en tu vida en tu nombre y esperar que el resultado sea de tu
agrado. La conciencia de tu poder se establece a través de tu intención, y es
así como enfocas la energía para la manifestación. ¿Cuál es la intención de tu
oración? Debes saberlo para usar la oración de manera efectiva.
Otro
aspecto de la oración es la fe y la confianza en tu capacidad de co-crear los
resultados. Aquellos cuyas oraciones son respondidas no son personas
afortunadas ni especiales; tan sólo están comprometidas con los resultados que
desean y tienen fe y confianza en su propio poder. Tú también tendrás que tener
fe y confianza en tu conexión con la Fuente, aunque ella no puede eliminar tus
miedos y dudas. Ten fe en tu propia divinidad, porque es mediante la asociación
entre lo divino y lo material cómo la energía se transforma en milagros.
Utiliza la oración todos los días. No la reserves para ocasiones
especiales, cuando te sientas abrumado o impotente; no dejes de usarla por no
“hacerle perder el tiempo a la Fuente”. La oración te conecta con ella y con tu
propia divinidad para ayudarte a que el Espíritu esté presente en todo lo que
hagas.
El tiempo de oración honra tu propósito, tu misión, tu divinidad y tu
poder. Es tu momento para comunicarte con la Fuente, para mantener la atención
en tus objetivos, asegurarte de que estás alineado con tu propósito,
obtener respuestas a tus preguntas y conseguir ayuda para cada problema. A
través de la oración permites que el Espíritu te guíe y te aporte claridad en
todas las áreas de tu vida. En la oración no hay miedo porque te diriges a la
Fuente de amor incondicional, y ella no conoce el miedo. El tiempo de oración
te recuerda quién eres y que nunca estás solo.
Cuando
reces, recuerda que tus palabras tienen poder. Te estás comunicando con la
Fuente de la que formas parte. Eres tan maravilloso y tan poderoso como
cualquier otro ser del Universo. No necesitas suplicar a Dios lo que quieres.
Cuando rezas reconoces tu poder y tu habilidad para manifestar la realidad que
deseas. En tu oración puedes pedir ayuda, lo cual no es señal de debilidad,
sino la certeza de que cuentas con muchos ayudantes cuya misión es apoyarte en
tu trabajo. Cuando pides orientación no estás admitiendo que eres débil: estás
contemplando la situación desde una perspectiva superior para que pueda
resolverse de acuerdo a tu mayor bien y al mayor bien del Todo. Se te darán las
respuestas que buscas, quizá no inmediatamente, pero observa las señales que
vayan apareciendo.
Pasar
tiempo en oración intencional es importante, porque necesitas recordar quién
eres si quieres hacer el trabajo que viniste hacer. Muchos están confundidos y
asustados por los cambios que están ocurriendo en sus vidas y en el mundo. Todo
está en orden divino. La oración es el reconocimiento del poder del Espíritu y
del amor incondicional.
Cuando
rezas irradias tu luz al hacia el mundo a través de la oración. Cada vez que
abres tu corazón y tu espíritu para comunicarte con la Fuente, es una oración.
Reza por la paz, por el amor incondicional y la alegría; visualízalos como si
ya fueran reales y así traerás su energía al mundo y a todas las personas que
viven en él.
Jennifer Hoffmann
=======================================
Derechos de autor reservados © 2017 por Jennifer
Hoffman. Pueden citar, traducir, reimprimir o referirse a este mensaje si mencionan
el nombre de la autora e incluyen un vínculo de trabajo a: http://enlighteninglife.com
Traducción: Rosa García
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo
No hay comentarios:
Publicar un comentario