by Carolina G
Se acaba de producir el Solsticio de Cáncer, y el Planeta Tierra vibra
la mayor polaridad entre Luz y Sombra. Hoy vivimos la llegada del Invierno en
el Sur y del Verano en el Norte, que da inicio a la temporada de conciencia
canceriana. El Sol transitará por Cáncer los próximos 30 días, y en ese ciclo
la oportunidad es iluminar la dimensión afectiva, la intimidad de los
sentimientos, prestando atención a lo que queremos construir para sentir esa
“sensación de hogar”. Tiempo de conectar con el plano emocional y afectivo,
desde donde surgen los sentimientos y la conciencia de las necesidades
emocionales.
El simbolismo del Solsticio es clave. El
Sol es el centro de nuestro sistema, fuente de toda la creación y vida en
el Universo, el eje alrededor del cual giran los demás aspectos del Cosmos. El
Sol es el Astro Rey, por eso sus ciclos y movimientos
inspiran el culto y la veneración desde que la vida es vida.
La historia del Sol para todos nosotros
se trata de una sola historia, la única historia: la Luz que, desde
el espacio, llega a nuestro Planeta Tierra y crea el Tiempo y la
Vida. En este sentido, cada Equinoccio y cada Solsticio
son momentos muy importantes porque experimentamos un punto de
inflexión en el ciclo de la luz solar. Son los grandes hitos en el
movimiento del Sol en relación a la Tierra, y es por eso que alrededor de
estas fechas naturalmente se congregan una gran cantidad de celebraciones religiosas,
ricas en símbolos y cultos, que nos recuerdan que somos hijos
del Gran Creador : el Sol.
La observación del Sol
como máximo emblema de la Creación, revela leyes esenciales de
la vida. Un tiempo para sembrar, un tiempo para cosechar, un tiempo para
reunir, un tiempo para el descanso; tiempos donde había más energía, tiempos
donde era menester conservar esta energía. El Tiempo es ritmo y
sacrificio para estar en armonía con la ley del Cosmos, la manifestación
del poder de la luz del Sol.
Solsticio de Cáncer : Invierno en el Sur, Verano en el
Norte
Solsticio es una palabra que significa “sol quieto”y marca la máxima
polaridad de la luz.
En las primeras horas del día 21 de Junio
2018, los rayos del Sol caerán directamente sobre el Trópico de Cáncer,
produciéndose el Solsticio de Invierno en el Hemisferio Sur, y el de Verano en
el Hemisferio Norte.
Será el día más corto y la noche más
larga del año en el Sur, el día más largo y la noche más corta en el Norte, y
el evento astrológico que anuncia la entrada del Sol en Cáncer.
Los Equinoccios y los Solsticios abren
ciclos, las 4 estaciones del año, y a la vez son parte de un ciclo mayor de la
vida en la Tierra: el viaje de traslación alrededor del Sol (1 año calendario).
El Solsticio de Invierno marca el nacimiento de un ciclo de la naturaleza en el
cual comienzan a brotar las semillas, cambian el pelaje los animales, y el
hombre y la tierra renuevan sus energías y se purifican. A partir del Solsticio
de Invierno en nuestro Hemisferio Sur la noche irá disminuyendo diariamente en
un minuto, lo que irá haciendo “crecer” el día en la misma proporción, hasta
que el 21 de septiembre se produzca el Equinoccio que da paso a la Primavera.
Si estás en el Hemisferio Norte, el
Solsticio de Verano marca el comienzo de un ciclo de apertura y expresión, de
crecimiento, y a partir de ahora la luz del día comienza a disminuir
diariamente, creciendo la oscuridad, hasta que el día y la noche se igualen en
el Equinoccio de Otoño.
De todas maneras, el Sol estará
transitando por el signo de Cáncer durante los próximos 30 días y es
tiempo de conectar con el nivel afectivo de la vida, las necesidades de
protección, amor, cuidado y la creación de una nueva sensación de hogar.
Tiempos
de Renacimiento en el Sur y de Crecimiento en el Norte
El Solsticio de Invierno
representa el renacimiento de la Luz, porque desde ese
momento la noche irá disminuyendo haciendo que la luz del día se extienda
cada día más.
Es importante poder conocer y comprender
el ciclo de las estaciones como el propio ciclo de nuestras vidas: en la
primavera se nace, en el verano se crece, en el otoño se decrece y en el
invierno se muere para renacer. Esta es nuestra propia naturaleza.
Nuestro Planeta nos está pidiendo a
la humanidad que retomemos ese entendimiento de unidad, ese grado de
consciencia donde la conexión con los ciclos de la Tierra, con los del Sol y la
Luna sean sagrados para nuestra existencia. ¿Puedes observar esta necesidad de
todos?
Necesitamos cambiar la mirada,
transformar la imagen que tenemos de nosotros mismos, de nuestra
relación con el entorno, y hacernos cargo de crear nuevas bases
y conceptos universales que sustenten el equilibrio de la vida
en la tierra. Perfilarnos y afianzarnos como constructores del cambio es
lo que nos conduce a la sanación propia y la de nuestro mundo. Y la
profunda y auténtica unión con el Cielo y la Tierra es la llave.
Feliz Solsticio!
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