Neptuno, quien desde febrero del 2.012 se encuentra muy cómodo en
Piscis, comenzó ayer 18 de junio de 2.018 a las 23:28 UT su periodo de
retrogradación a 16º igualmente en Piscis. Esta fase retrógrada durará
alrededor de cinco meses, culminando el 25 de noviembre de este mismo año.
Neptuno comenzó ayer su retrogradación en Piscis, signo que además,
rige. Por lo que entonces, nos abre las puertas para navegar hacia las
profundidades de nuestro mar interno, con el fin de examinar consciente y
detenidamente la realidad de nuestros hábitos y patrones autodestructivos que
nos impiden avanzar hacia un estado elevado de nuestra propia felicidad. Ahora
es cuando, pues ha llegado el momento de mirarnos fijamente al espejo,
reconocer nuestras fronteras personales y descifrar en los laberintos de
nuestra mente qué estamos haciendo y si eso está realmente en sintonía con el
proyecto que deseamos materializar en un futuro cercano.
Este viaje de Neptuno es una invitación, para seguir la corriente de
todas esas señales que a diario nos regala el Universo. Debemos tomar
consciencia de que si existe un aspecto en nuestra vida que consideremos
estancado, es sencillamente porque no estamos trabajando nuestra espiritualidad
como deberíamos y nos estamos dejando llevar por la corriente equivocada. Es
tiempo de focalizar nuestra atención en hábitos y prácticas que verdaderamente
nutran nuestro ser y nos impulsen a brillar desde adentro.
Las retrogradaciones planetarias son periodos en donde la tarea es
sencilla: Introspección. En este caso, la energía de Neptuno es sumamente
sutil, tanto, que lo hace anualmente por lapsos de hasta seis meses y en
ocasiones, ni cuenta nos damos. Es importante aprovechar el momento y sumarnos
en sincronía a esta energía, pues es la manera que se nos presenta para romper
viejos esquemas y transformarnos en lo que, muy en el fondo, siempre hemos
soñado ser. Esto sólo lo lograremos venciéndonos a nosotros mismos.
Neptuno es soñador, gobierna lo invisible, la videncia y el ingenio, nos
impulsa a vivir una realidad aislada, de ilusiones y falsas verdades. Al
retrogradar, sucede todo lo contrario, pues tiene un efecto revelador y sin
darnos cuenta, nos lanza a un mar de agua helada, en donde, queramos o no, nos
vemos forzados a enfrentar lecciones de vida incómodas que necesitamos para
crecer. Es él quien revela ante nuestros ojos aquello con lo que hemos estado
volteando la mirada y haciéndonos los locos por un largo periodo.
No todo serán baldes de agua fría para nosotros, pues al estar Neptuno
en trígono con Mercurio y Júpiter, nos suma un aspecto astral totalmente
beneficioso, ya que nos brinda la capacidad de utilizar todo nuestro potencial
para sacar el mayor provecho en esta etapa. Sobre todo, si a esto le agregamos
prácticas que agudicen nuestras capacidades espirituales, como por ejemplo la
intuición, quien se verá muy favorecida si hacemos de la meditación un hábito
constante. Asimismo, nuestra mente estará muy activa y en reiteradas
oportunidades, tendremos ideas que muy probablemente desearemos tener en cuenta
más adelante, pues no serán las que solemos tener normalmente, por lo que
recomiendo tener lápiz y papel a la mano, para escribirlas al momento de que
lleguen.
Neptuno rige los poderes psíquicos, y más cuando se encuentra en Piscis,
pues se activan aún más las Semillas Estelares, esos niños de las estrellas que
comúnmente conocemos como índigos, Cristal y Arcoíris, nombres que corresponden
a los colores que alegadamente, despliegan en el aura, o en patrones
energéticos que emanan de sus cuerpos. Los niños Índigo, son los guerreros de
la luz que abrieron brecha para la nueva era, los niños cristal, son los
psíquicos y sensitivos que están contagiando a la humanidad con su amor
fraternal, y los niños arcoíris son la encarnación de la divinidad y de la
consciencia Crística.
Se cree que comenzaron a aparecer desde las últimas tres décadas y que
continúan llegando a nuestro planeta Tierra. Ellos vienen en este momento con
la misión especial de ayudar a la Tierra y a la humanidad en
su transición y renacimiento de una conciencia superior. Están aquí para
apoyar a la humanidad en su ascensión; una evolución acelerada del alma de
la Tierra y todos sus habitantes.
Hoy en día, muchos de los niños Índigo y Cristal, ya son adultos, y
quienes están llegando al planeta tierra, son, en su mayoría, los niños
Arcoíris, que, dicho sea de paso, jamás han vivido antes en nuestro planeta,
por eso eligen nacer de padres cristal. De esta forma, se aseguran un hogar
donde puedan desarrollar plenamente el fin para el que se han encarnado como
humanos.
La doctora Doreen Virtue en su trabajo “Indigo, Crystal and
Rainbow” explica que los niños arcoíris son el ejemplo de lo que podemos
alcanzar cuando desarrollamos al máximo todo nuestro potencial. Estos niños no
sienten miedo a nada. Son pequeños avatares, seres ya ascendidos, cuya única
finalidad es servir al desarrollo de la humanidad. Estos niños ya nacen con su
potencial espiritual plenamente desarrollado y vienen a mostrarnos el camino de
la paz en la Tierra.
Así como ellos decidieron venir a ayudar a la humanidad, nosotros mismos
decidimos nacer en estos momentos del planeta Tierra, y aunque muy
probablemente no seamos del todo conscientes del porqué, en lo profundo de
nuestra alma sabemos que fue por querer vivir el momento cumbre de la
humanidad, que no es más que la ascensión planetaria en la cual nos encontramos
despertando poco a poco. Cada vez son más los seres de Luz que despiertan y
sienten en su interior la sincronía con el Cosmos, con lo divino y lo
trascendental, aquellos que se aíslan completamente de costumbres banales y
buscan su propia verdad a través de la espiritualidad.
Si estás leyendo esto es muy probable que seas un ser de Luz despertando
tus memorias antiguas y estés a punto de comenzar a navegar a través de tu
interior, por tus confines más profundos para conectarte con la energía
Universal.
Como mencioné anteriormente, Neptuno nos conduce mar adentro, para luego
lanzarnos sin salvavidas, obligándonos a nadar por las profundidades de nuestro
propio mar interno. Es así como Neptuno coloca frente a nosotros nuestros
miedos más profundos y ansiedades, poniéndonos como tarea, recuperar nuestra
autoconfianza y determinación. Como con cualquier planeta retrógrado, está en
nosotros resistirnos al proceso o fluir con la corriente.
Neptuno actúa de manera insidiosa y confunde nuestro espíritu para luego
re-orientarnos hacia un mayor entendimiento de las zonas oscuras, para
inducirnos al error y conducirnos así mediante una labor lenta de depuración a
una mayor conciencia. Quien desee superarse a sí mismo, deberá aceptar el
reto de Neptuno en su retrogradación, ya que su invitación es para destapar
duras realidades y reconocer aquello que hemos estado queriendo ignorar. Quien
lo logre, habrá puesto un punto y aparte, y experimentará nuevas etapas en su
vida a través de planes y proyectos reales. Aprovechemos esta energía
para desvelar nuestros miedos y nuestros fantasmas, pues sólo así podremos
liberarnos totalmente de las ilusiones materiales que nos impiden acceder a
nuestra verdadera dimensión de luz.
¿Y tú, aceptas el reto?
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Imagen: Niños de las estrellas - Intervenida
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