Los astrólogos dicen que Cáncer, que es el cuarto
signo solar, se relaciona con la casa de uno, con un hogar. Una casa o un hogar
no es más que el aspecto esotérico. El verdadero hogar es el propio cuerpo, en
el que uno reside. Incluso teniendo una buena casa de ladrillo y mortero, si no
tenemos un cuerpo confortable, la buena casa no sirve de nada.
El cuerpo consiste en la mente, los sentidos y el
cuerpo. Es una casa de siete tejidos. Tiene que estar en equilibrio. La mente
tiene que estar en paz consigo misma. Cuando la mente reside en el corazón,
encuentra su paz. La mente está representada por la Luna, y la Luna es el
regente del signo de Cáncer. Júpiter está exaltado en Cáncer. Eso es cierto
cuando la mente está asociada con la sabiduría o con un Maestro de Sabiduría.
Esta asociación aporta la paz necesaria al que está en el cuerpo.
Cuando la Luna no está asociada con Júpiter,
Marte y Saturno en Cáncer hacen estragos. Pero cuando está asociada con
Júpiter, ayudan de forma eficaz a la transformación. Así también, cuando la
relación del discípulo con el Maestro da como resultado la consagración a un
trabajo, y cuando el discípulo se conduce en esta consagración en sintonía con
la disciplina sugerida por el Maestro, uno llega a la plenitud. Tal es la
belleza de Cáncer.
Parvati Kumar
No hay comentarios:
Publicar un comentario