Por Michael Berg
Hay una paradoja fundamental de la que hablan los comentaristas cuando
se refieren a la porción de Jukat y el proceso de eliminar el Tumat
HaMet, la impureza de la muerte, de alguien que había estado cerca de
un cadáver o lo había tocado. Había dos ingredientes principales en la mezcla
que se usaba para eliminar la fuerza de la muerte: restos de la quema de
la Pará
Adumá, la Vaca Roja, y el agua viva. Eran mezclados y
rociados de cierto modo y en determinados días sobre la persona que se había
vuelto impura por la muerte, de ese modo se eliminaba esa impureza. Sin
embargo, aunque la persona que originalmente estaba impura se volvía pura a
través de este proceso, la persona que purificaba e inicialmente era pura se
volvía impura. Esta es la paradoja.
A lo largo de generaciones, los kabbalistas han
preguntado por qué, si esta mezcla trae pureza al impuro, vuelve impura a la
persona pura. Ha habido muchas respuestas diferentes para esta pregunta, pero
hay algo muy hermoso que dijo uno de los estudiantes del Maharal y que yo
quiero compartir, algo que considero que es un entendimiento fundamental para
nuestro trabajo espiritual. Él usa el ejemplo de la fruta que puede estar pura
o impura; si una persona impura toca una fruta, la fruta adquiere esa energía.
Pero la fruta sólo puede volverse impura si primero es tocada por el agua. Si
no ocurre eso, aunque una persona impura la toque, no puede volverse impura.
¿Por qué?
Sabemos que el agua representa la pureza y el estudiante del Maharal
dice que las fuerzas espirituales sólo pueden afectar a sus opuestos. Por lo
tanto, la fuerza del agua, el opuesto de una persona que está conectada con la
muerte, purificará a dicha persona. Mientras que, por el otro lado, la persona
pura no es afectada por el agua, pero la quema de la Vaca Roja la conecta con
la impureza (el opuesto de su estado actual) y despierta dicha impureza en su
interior. Cada fuerza, como lo vemos, tiene una influencia en la persona que
está en su estado opuesto.
Así pues, lo que él enseña sobre esto no es sólo un
entendimiento importante, sino también da respuestas a muchas preguntas sobre
por qué a veces en nuestro trabajo espiritual no siempre vemos la manifestación
de lo que deberían traernos las herramientas. Como ya hemos dicho antes, la
herramienta más poderosa que tenemos para traer Luz, bendiciones y
transformación es el Zóhar. No obstante, si entendemos esta enseñanza, sabemos
que para que la Luz del Zóhar, esta poderosa fuerza espiritual, nos afecte,
necesitamos tener un entendimiento verdadero del estado de impureza interior en
el que estamos. Por ejemplo, si una persona está en un estado de relativa
elevación y otra está en uno muy bajo, la Luz del Zóhar tendrá un mayor efecto
en la persona que se encuentra en el estado bajo porque la Luz del Zóhar es la
Luz de pureza suprema y sólo afectará a la persona que se encuentre en el
estado opuesto. Tendrá poca o ninguna influencia sobre alguien que esté o en su
conciencia crea estar en el mismo nivel. Tal y como dijimos, esto también
ocurre a la inversa: las fuerzas de impureza sólo afectan a quienes están en un
nivel superior, mientras que las fuerzas de pureza sólo afectan a quienes están
en un nivel inferior.
Cuando de verdad entendemos esto, comenzamos a
notar por qué, aunque estemos haciendo mucho trabajo espiritual, asistiendo a
Shabat, conectándonos con el Zóhar y demás, el resultado o el efecto no es tan
grande como debería ser. La persona que viene de cero, que en su conciencia
cree necesitar esta sabiduría y está situada en el lugar opuesto a ella, será
afectada por esta sabiduría en gran medida. Pero la Luz y estas herramientas
tendrán menos efecto en la persona que cree tener sabiduría.
Para nosotros esto significa que si queremos que
cada Shabat, cada vez que hagamos una conexión o cada vez que leamos el Zóhar
tenga una influencia real, tenemos que sentir que estamos en un lugar opuesto a
la Luz y la sabiduría, y desde allí es de donde podremos elevarnos. Sin
embargo, si nos decimos: “Ah, sí, tendré un poco más de Luz en este Shabat o a
través de esta conexión… está bien, es agradable, obtendré un poco más”,
entonces obtendremos algo de Luz, pero el efecto será mucho menor que si
tuviésemos el entendimiento de que hay mucho más que necesitamos elevar y
transformar.
Las fuerzas de pureza, ya sean los Shabat, la Pará Adumá, el
Zóhar o las demás, tienen el máximo efecto sobre las personas que en su
conciencia sepan que están en el lugar opuesto a esa Luz y esa fuerza. Por lo
tanto, en Shabat Jukat y siempre, seamos el opuesto de la Luz para que esta
genuinamente pueda tener el máximo efecto sobre nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario