Pensamiento
No puedes pensar sin que haya un resultado; cada
pensamiento acaba resultando en alguna actividad en el plano físico. Un
pensamiento bueno o uno criminal encontrará expresión en un acto de bondad o de
delito. Por lo tanto es evidente cuán vital es que se cultive el control de
pensamientos malos, indeseables o insensatos. Este cultivo no se da por un
proceso violento de represión sino por la sustitución de buenos pensamientos.
Porque los pensamientos malos son el resultado de malos hábitos de pensamiento.
El pensamiento correcto provoca la imposición de control mental sobre la
personalidad. El poder divino del pensamiento no debería ser prostituido con
fines vulgares y egoístas; debe ser desarrollado y utilizado para el bien de
todos. Desde el momento en que somos intelectualmente poderosos nuestro poder
para el bien aumenta cien veces.
Un discípulo
Carta Circular de Vaisakh
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