Steve Rother y el grupo
Saludos, queridos, yo soy el
Guardián del Tiempo y les envío hoy los más maravillosos saludos desde nuestro
lado del velo, dejándoles saber cuán increíblemente amados y adorados son. Su
energía se está reuniendo para que abran los ojos y se vean los unos a los
otros. Queridos, ¿entienden que este es un juego? Es el juego de las escondidas
donde pueden abrir sus ojos y ver a este otro espíritu participando en el mismo
juego en el que están ustedes. Es asombroso. Y actualmente lo están haciendo en
niveles totalmente nuevos de detectar cosas ahora que han ascendido a una nueva
dimensión del tiempo-espacio. Les damos la bienvenida al Hogar. Bienvenidos a
estar mucho más cerca del Hogar.
Hoy los llevamos de vuelta a las
historias de Amor. Esta vez, Amor está tomando decisiones muy interesantes sin
estar muy seguro del porqué. Ciertamente está consciente de toda la importancia
de cuanto está sucediendo en su mundo, y él y Saroo han estado trabajando
juntos para llegar a tantos campamentos como sea posible para poder difundir el
mensaje de que todos van a estar bien, que hay trabajo que hacer, que esta es
una oportunidad para adquirir la maestría en todo lo que les llegue muy
rápidamente y traer el entusiasmo de esa oportunidad de esperanza. Sí, por
supuesto había temor con el que tenían que trabajar, y ciertamente mucha de la
energía era simplemente responder a esas preguntas, llenando esos vacíos.
Y una hermosa noche, cuando Saroo
y Amor estaban pasando una linda velada juntos, a solas en su hogar, sin nadie
alrededor, renovándose, listos para emprender un nuevo viaje en una nueva
dirección, Amor y Saroo tuvieron esta maravillosa conversación ya entrada la
noche. Estaban hablando de cómo se veía su trabajo y lo que estaban haciendo y
cuán entusiasmados estaban con su trabajo, cuando Saroo comenzó a hablar de
algo más. Dijo: “Sé que todo está cambiando muy drásticamente, pero ¿y
nosotros? ¿Y nosotros qué? ¿Vamos a crecer más alguna vez? ¿Vamos a tener una
familia? ¿Va a ser posible alguna vez, Amor? Al parecer estamos muy
involucrados en los dramas de los demás y todos nos están observando a ti y a
mí; ellos saben que pueden contar con nosotros, pero ¿y nosotros? ¿Qué hay de
nuestras necesidades?” Y Amor la miró amorosamente, solo tomó su rostro entre
las manos y dijo: “Cambiaremos cualquier cosa que tú quieras, querida. Estás
conmigo en esto y decidiremos juntos estos pasos en el futuro. Sí, las
oportunidades están completamente abiertas, pero también hay muchas formas en
las que podemos resolver esto. Pero tomaremos una decisión juntos, lo
analizaremos y si nuestras vidas tienen que cambiar para dar lugar a una
familia, haremos exactamente eso, porque yo siempre quise una familia. Yo mismo
vengo de una familia de tres hermanos. Y tú vienes de una familia de dos. Sabemos
que tú también quieres algo así, de modo que trabajaremos en eso.
Y así fue que a medida que
siguieron avanzando, incluso mientras comenzaban a trabajar juntos, esto surgía
muy seguido: “¿Y nosotros? ¿Y nuestra familia? ¿Vamos a tener una familia? ¿Qué
quieres hacer? ¿Quieres solo seguir haciendo lo que hacemos o quieres dar el
siguiente paso?“ Y Amor y Saroo hablaban de esto a menudo, no porque fuese
necesario llegar a una conclusión, pero sabían que ese era su punto sensible,
que era su punto de diferenciación, porque Amor seguía el camino tal como los
conducía, amando cada segundo de la nueva aventura, y sin embargo, él también
quería una familia, eso formaba parte de sus planes también. Él y Saroo
hablaron muchas veces del tema y aunque Samor estaba allí -Samor era una
especie de hijo adoptivo, quien cambió su nombre para reflejar el de ellos dos
porque ambos eran increíblemente importantes para él- ellos aún tenían esa
pequeña corazonada de dar un paso más.
No pasó mucho tiempo antes de que
viajasen más lejos todavía y alcanzasen los campamentos exteriores hasta llegar
al borde mismo del agua. Y en algunas de esas áreas el temor era algo mayor. En
algunas de esas regiones las personas estaban conscientes de que la Tierra
estaba cambiando y que en realidad estaban perdiendo todo lo que habían
construido. Decimos esto porque en esas zonas en particular la aflicción
parecía impregnarlo todo y tenían esta clase de actitud: “¿Qué sentido tiene?
¿Para qué preocuparse? ¿Cuál es el propósito de involucrarnos? ” A las personas
les costaba mucho adaptarse a esa nueva energía y aceptarla. De modo que se
requerían capacidades totalmente diferentes para poder trabajar con las
personas y empoderarlas. Y Amor era particularmente bueno en esto. De modo que
Amor y Saroo comenzaron a viajar a estos asentamientos exteriores donde vivía
la mayoría, porque a las personas les gustaba vivir cerca del agua. Es una
forma de energía por sí misma y eso trae amor, difunde energía de maneras
increíbles y ayuda a abrir los corazones más aún de cómo los tenían en los días
de Lemuria, así que esa conexión se volvía más fuerte. Y la conexión con la
Tierra también se fortalecía, porque cada lemuriano tenía la oportunidad no
solo de sentir todos los sentimientos de los demás, sino que podía sintonizarse
con la Tierra misma, casi como si estuviese sintonizando una frecuencia
específica para poder conectarse con esto y empatizar en ciertos niveles. Y
estaban ocurriendo muchos cambios en el planeta. La Tierra estaba moviéndose
drásticamente, las placas tectónicas estaban cargadas, llenas de energía, y
ella tenía que hacer algo, de modo que estaban ocurriendo cambios muy
importantes. No eran ajustes leves, eran presiones importantes en zonas débiles
del planeta, incluso en lo que ahora llaman el Anillo de Fuego. Así que esa
región comenzó a moverse enérgicamente y estaba muy conectada y las personas
estaban muy conscientes de que la Tierra se estaba moviendo como nunca antes lo
había hecho y que incluso la pequeña cantidad de ruido de los temblores, de los
terremotos leves que tenían lugar de manera continua, significaba que el
movimiento subterráneo iba a ocasionar algo muy drástico. Y había historias,
todas las historias de miedo, todas las teorías de conspiración, todas
intentando que hicieran algo que no querían hacer. Aun cuando tenían los
corazones abiertos, aun cuando no había más secretos, de alguna manera las
personas eran atraídas por esas historias.
A las personas les encantan sus
historias, no se las quiten, es importante. Las historias y la Tierra misma
comenzaron a experimentar estos cambios porque la Tierra se preocupa mucho por
cada parte de sí misma, por cada uno de ustedes, que son parte de ella. Verán,
la Tierra se preocupa enormemente por la cucaracha que se escurre bajo la mesa
y aunque ustedes querrían quitarla de allí, lo cierto es que la cucaracha es
parte de ella, todo esto es parte de ella. Y lo mismo ocurre con cada ser
humano que vive, con cada árbol, con cada insecto, con cada brizna de hierba,
todos están unidos, y todos ellos estaban comenzando a sentir esa tensión.
Y así, Amor fue tomado un día,
muy calladamente; uno de los ancianos con los que se había reunido allá en casa
se encontró con él en el camino. Era una persona en la que Amor confiaba y a la
que había aprendido a conocer bien; su padre lo conocía bien. Había sido uno de
los que lo habían traído y convertido a él y a Saroo en embajadores de toda
Lemuria. Todos ellos tenían hermosas conexiones. Y un día lo atrajo y le dijo:
“Necesito parte de tu tiempo. Hay cosas que tenemos que discutir”. Y él y Saroo
se tomaron un descanso, hicieron un receso, dejaron un tiempo libre y se
alejaron, internándose un poco en el desierto, donde no serían interrumpidos.
Viajaban muy a menudo y tenían todo lo necesario para la travesía, así que se
apartaron de los demás y pasaron un par de días bajo las estrellas, hablando
nada más. Y este caballero los puso al tanto de algunas de las cosas que ya
sabía todo el Consejo, porque había habido conexiones con el otro lado del
velo, incluso con otros seres del espacio, como los llamarían ustedes, lo que
llevó a algunas personas del Consejo a saber algunas cosas que sucederían en la
Tierra y que probablemente nunca se podrían revertir. Iban a ser cataclísmicas
y el agua iba a comenzar a subir en Lemuria. Oh, sí, había eones de tiempo. Mes
tras mes, las personas lo negaban, se resistían, no lo querían creer, les
costaba hacer su proceso de duelo, lo que fuera, pero cada día las cosas
avanzaban un poquito más hacia la progresión planteada exactamente por estas
personas. Y durante períodos de tiempo, el Consejo estuvo entonces muy
consciente de que Lemuria no seguiría existiendo del mismo modo que entonces.
No era el planeta Tierra el que estaba cambiando, era el continente de Lemuria.
Era un continente bastante extenso en la zona que ustedes llaman la Placa del
Océano Pacífico, muy cercana en realidad al borde del Anillo de Fuego. Este
continente había estado allí por muchísimo tiempo, y aunque había otros
continentes y se rumoreaba que había vida en ellos, de forma muy similar a
cuando corren rumores de que hay vida en otros planetas, incluso posiblemente
en su propia galaxia, lo que les decimos que es totalmente cierto, solo que
ustedes no tienen pruebas, no tienen esa conexión y no tienen ese corazón
abierto… todavía.
Esas fueron las cosas que se
expusieron y se ofreció mucha ayuda. Y el Consejo decidió durante largo tiempo
no darlo a conocer, pensaron que no era importante y no querían causar pánico,
así que sencillamente se lo reservaron y comenzaron a reestructurar las cosas,
pero las personas lo supieron. Uno no podía tener secretos en Lemuria, sus
corazones estaban abiertos. De modo que se fue difundiendo muy cuidadosamente,
serenamente, sin pánico, pero comprendiendo que las cosas estaban llegando a un
punto en el que tendría que hacerse algo. ¿Y qué iba a ser? ¿Iban a hacer
descubrimientos y enviar sus barcos al haber aprendido a vivir en armonía con
el océano, pero no al grado de descubrir nuevos lugares? Eso no era
terriblemente importante en los tiempos de Lemuria. Era mucho más importante
descubrir la persona interior que el mundo exterior, pero al cambiar todo era
importante comenzar a conectarse con eso. Y con esas conexiones, se abrieron
otras oportunidades.
Y este caballero, aquella noche
en el desierto con Amor y Saroo, le contó a Amor algunas de las cosas
increíbles que estaban por suceder, todas ellas buenas, todas ellas de una
manera positiva. En realidad, habló de la ascensión y el avance de todo
lemuriano, sin morirse, no yéndose lejos, sino entrando en una realidad
totalmente diferente para poder tener una percepción de esto, y todas las cosas
que tendrían que ser necesarias para que eso ocurriese. No solo se tendría que
difundir el mensaje de una manera suave y calmada para ayudar a las personas a
comprender lo que ya estaban recogiendo de los corazones de los demás, sino
también los conceptos básicos de cómo hacerlo y cómo iba a funcionar, y poder
ver que muchos serían llamados al Hogar antes de tiempo para poder preparar a las
personas del otro lado del velo, así como algunos solo para terminar un ciclo y
decidir no regresar. Esa fue una noche emocionante, no estuvo llena de temor,
estuvo llena de esperanza porque había muchas posibilidades de pasar a una
separación vibratoria más elevada, por así decirlo. Eso es lo que se les
brindó. Y poco después de eso volvieron al trabajo porque los esperaban en el
próximo campamento con expectativas. Y completaron sus conexiones, se
despidieron del anciano caballero del Consejo: y él regresó a su casa y Amor y
Saroo siguieron su camino.
Y no pasó mucho tiempo antes de
que Amor y Saroo considerasen su conversación anterior acerca de tener hijos,
de su futuro. “Con lo que sabemos ahora, ¿qué hay que nosotros? ¿Qué va a
suceder aquí?” Y Amor y Saroo, semanas después, entrada la noche, hablaron de
cuáles eran sus posibilidades, qué iban a hacer, cómo iban a poder estar en su
más alto potencial posible para ayudar. Y Amor también estaba muy consciente de
que tenía un papel especial que jugar. No sabía cuál era, pero sabía, como le
habían dicho la mayor parte de su vida, que tenía un papel muy exclusivo que
representar y que de hecho las personas estaban contando con él para
interpretarlo, para recoger esa pieza, para trabajar con eso, para llevarlo a
la siguiente etapa y eso era apasionante. Ese proceso inició algo nuevo. Y Amor
y Saroo hablaron muchísimo y ambos dijeron: “¿Sabes? Tenemos potenciales,
tenemos sueños, tenemos visiones, tenemos familias que deseamos crear, pero
mientras tanto, vamos a forjar el potencial más elevado que podamos de lo que
tenemos justo aquí y ahora”.
Tú serás mi familia por ahora,
serás cada parte de ella, y te amaré y abrazaré tiernamente todo lo que pueda
durante el tiempo que estemos juntos en este planeta. Y si tenemos la
oportunidad de traer hijos al mundo, lo haremos”. Y lo interesante fue que
sobre su hombro Amor oyó un “Sí” que no provenía de ella ni de nadie que
estuviese por ahí, sino que algo dentro de Amor le estaba diciendo que habría
un tiempo y un lugar donde continuarían sus vidas juntos en un estado normal,
en un lugar donde tendrían hijos, donde crearían una familia y las cosas con
las que habían soñado a medida que crecían. Él no estaba seguro de dónde
provenía, pero lo compartió con ella. “Si no es ahora, lo haremos en otro
momento, pero ese es nuestro contrato”. Y entraron en él juntos y aceptaron
dejar ir las expectativas, lo que es la parte difícil, es la parte más
desafiante de todo esto, liberar las expectativas de a dónde se dirigen exactamente
y cómo se ve. Ahora lo tienen completamente abierto. Y así fue que esa noche se
recostaron y contemplaron el paso de las estrellas, contando estrellas fugaces,
por así decirlo. Tenían muchas más expectativas sobre lo que estaba ocurriendo,
y sin embargo supieron que eran perfectos en ese instante. Sabían que ese
momento del ahora nunca volvería y que tenían esa oportunidad de alcanzar el
potencial más elevado justo entonces, justo allí, dominando con su maestría el
momento del ahora.
Y así fue que Amor y Saroo, día a
día, se adentraron más en su destino, el que habían sido llamados a cumplir y
estaban totalmente encantados de hacerlo. Y ese día todo estuvo bien en Mu.
Espavo, queridos.
Traducción: Traductoras
voluntarias de Espavo
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