La manera más sencilla de recibir y celebrar la llegada del Espíritu de
Navidad es con sana alegría, acompañando ese sentimiento con la ignición de
velas rojas, doradas, anaranjadas y violetas, siempre en números impares. La
bienvenida se representa simbólicamente con la apertura de todas las puertas y
ventanas, además del uso de esencias de mandarina en el hogar. Posteriormente,
se reza una oración muy personal y se procede a un acto de reflexión, pidiendo
sinceramente el perdón por todas las faltas cometidas. Después del acto de
purificación, se hace una lista de peticiones para el periodo venidero, siempre
usando una sola cara de una hoja papel, para así contar con el espacio
suficiente al momento de recortar cada solicitud. El número de las peticiones
también debe ser impar, en cada una de las siguientes categorías:
- Por la Humanidad
- Por el País
- Por nuestros amigos y familiares
- Por nosotros mismos
Es importante destacar la presencia de las peticiones espirituales, pues
tienen mayor fuerza que los materiales, las cuales llegarán por añadidura.
Entre las solicitudes que se pueden hacer, unos buenos ejemplos serían:
comprensión, armonía (en la pareja, relaciones comerciales o empresariales),
salud, el abandono de malos hábitos o vicios, etc. La lista de peticiones es
algo muy personal que se ha de guardar celosamente hasta el siguiente año,
cuando se hace una evaluación de las solicitudes cumplidas.
¿Qué hacer ese día?...
Si quieres disfrutar este día tan especial lleno de tanta energía,
entonces una buena forma de hacerlo es reunirte con tus amigos más cercanos o
con tus familiares. Muchas personas optan por reunirse el día del espíritu de
la Navidad con sus amigos y dejar el encuentro familiar para el 24 de
diciembre, nosotros te invitamos a pasar esta fecha siempre rodeado de seres
queridos que llenen tu hogar de amor y energías positivas.
Ese día es importante aprovechar para limpiar nuestro hogar y prepararlo
para la celebración. Se recomiendan los inciensos de pino y mandarina para
atraer las buenas energías y la prosperidad y crear un ambiente propicio para
recibir al espíritu de la Navidad. También es importante que la estrella del
árbol de Navidad o del belén esté colocada y encendida, en el caso de ser
iluminada, parar atraer el espíritu de la Navidad hacia nuestro hogar.
Para este recibimiento es ideal que nuestra casa esté ya decorada de
Navidad, si no es así, el 21 de diciembre es un buen día para hacerlo, siempre
en medio de la alegría y la armonía de estas fechas. Prepara una cena para
todos tus invitados, la idea es compartir una velada de alegría y unión pero
sobre todo de agradecimiento por lo que has recibido este año y de apertura
para estar listo a lo que te traerá el próximo año y a todas las buenas
energías de estas fiestas. El perdón, la tolerancia y la paz deben habitar tu
corazón y tu espíritu este día y todo el año.
No olvides que durante esta velada el ambiente debe ser de alegría, por
eso debes invitar a la unión y la celebración, puedes ambientar con villancicos
y hacer que tus invitados la pasen muy bien en medio de una atmósfera de amor y
agradecimiento. Muchas personas para celebrar el espíritu de la Navidad hacen
una carta llena de deseos para el año, esperando que Dios los guíe y ayude en
el camino para cumplir estos sueños. Te invitamos a aprovechar la energía
increíble de esta fecha para hacer tus peticiones y comenzar el año listo para
trabajar en tus metas y anhelos.
Oración de Bienvenida…
En tu nombre, Presencia Todopoderosa, doy la bienvenida al Santo
Espíritu de Navidad, quien baja a este planeta con la misión de dar. Te saludo,
te reconozco y te bendigo; te doy las gracias por la maravillosa labor de amor,
alegría y paz que realizas. Abro las puertas de mi corazón y de mi hogar a tu
radiación, y te reconozco como huésped privilegiado al festejo. Demando,
acepto, recibo y realizo una abundante provisión para mí, para mi familia, mis
amigos y para toda la humanidad (pide salud, felicidad, prosperidad,
abundancia, desarrollo espiritual y las cosas materiales que desees).
Invoco la ley del perdón, la llama violeta transmutadora y la llama rosa
de amor divino, para disolver con amor todo lo inarmonioso durante estas
navidades en mi hogar y en el planeta. Luz a la tierra, de manera que la paz,
el equilibrio, el bienestar y la alegría llene mi vida y el mundo entero. Yo
soy la fe que mueve montañas. Yo soy la esperanza de dar y recibir en grande.
Realizo la grandeza de la magna presencia y la prosperidad que viene a otorgar
la natividad. Borro en mi mente, con luz violeta, todo concepto de limitación y
escasez, y no lo acepto más.
Que el fuego sagrado de la transmutación limpie y purifique la Tierra
durante estas navidades, para que el Espíritu de Navidad se encuentre bien en
el tiempo que nos visita, y pueda cumplir su labor sin interferencias. Yo soy
la transmutación de la llama violeta en acción, y la perfección del amado
Maestro de la Natividad se manifiesta en el planeta entero por el poder del
amor divino (permanece unos instantes en silencio y visualiza la tierra
envuelta en una luz violeta y rosada, después de agradecer por lo que te
sucede).
El Ritual…
La fecha indicada para celebrar este ritual es el día 21 de diciembre,
entre las 10 y las 12 de la noche. Entre estas horas es cuando desciende sobre
la Tierra El Espíritu de Navidad para acompañarnos durante estas fiestas
navideñas.
Para el ritual necesitamos los siguientes
elementos:
1 vela azul, 1 vela amarilla, 1 vela roja.
1 cono o varilla de incienso de benjuí.
Esencia de azahar.
Cerillas.
Hojas de papel.
Lápiz o bolígrafo.
Tijeras.
Simbología:
Vela azul: paz.
Vela amarilla: alegría y felicidad.
Vela roja: amor.
Incienso de Mirraí: paz y prosperidad.
Esencia de azahar: amor, suerte, dinero, energía física, alegría y
salud.
Forma de realizar el ritual:
Cuando tenemos todos los elementos colocamos las velas en triangulo, el
incienso y la esencia sobre un altar que hemos preparado para la ocasión.
Encendemos las velas en el sentido de las agujas del reloj, prendemos el
incienso y esparcimos unas gotas de esencia por el ambiente. Abrimos todas las
puertas y ventanas de la casa para darle la bienvenida al Espíritu de Navidad.
Nos concentramos en silencio durante unos minutos percibiendo esa energía buena
y positiva que nos trae el Espíritu de Navidad, empapándonos de ese bienestar
colectivo tan anhelado, de los deseos universales de paz, amor y prosperidad
para todos.
Visualizamos la Tierra llena de luz, paz y armonía donde todos los seres
son felices. Pensamos también en nuestros objetivos particulares, visualizamos
nuestros sueños cumplidos. Escribimos en el papel nuestros deseos por orden de
prioridad (se recomienda pedir primero por la paz, en segundo lugar por el
propio país, en tercer lugar por familiares y amigos y en cuarto lugar por
nosotros mismos). Es conveniente escribir la lista de deseos en renglones
independientes y sólo por una cara del folio. Una vez finalizado el ritual
debemos conservar este papel hasta el año siguiente.
Dejamos que las velas se consuman totalmente. Si no disponemos de
tiempo, sencillamente las apagamos dando por finalizado el ritual. En esta
noche, la más larga del año, demos la bienvenida al Espíritu de Navidad.
Cojamos su mano y dejemos que su energía nos envuelva. Olvidemos los aspectos
superfluos y triviales de la celebración navideña y centrémonos en lo esencial:
ser mejores con nosotros mismos y con los demás. Y de esta forma alcanzaremos
la luz.
¡Feliz fiesta!
EDUARDO LUZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario