por Lee Harris
http://www.leeharrisenergy.com
25 de Enero
2017
Traducción:
Rosa García
En
mis “Retiros de Maestría”, el día o la noche anterior al encuentro suelo
canalizar los temas que trataremos durante ese fin de semana. Son sesiones muy
íntimas en cuanto al aforo, con un máximo de 30 o 32 personas. En este último,
me senté a escribir lo que creía que serían los cinco temas que solemos tratar,
que es el número habitual. Sin embargo, canalicé toda una página de
información. Se la hice llegar a los participantes del taller y también quería
compartir parte de su contenido aquí, porque me parece muy relevante para los
tiempos que vivimos. Si vas a mi página y entras en las Actualizaciones de
Energía, verás copiada en la parte escrita de este vídeo la información exacta
(en inglés).
Si
lo pensamos por un momento, un niño que crece en el seno de una familia abusiva
comenzará de forma gradual a echarse hacia atrás y a encogerse. Para poder
recuperar la integridad de su campo energético, deberá pasar por fases o
relaciones de sanación que le ayuden a volver a abrirse.
El
tema central de este mensaje aseguraba que, una vez hayamos sanado esas heridas
originales, pasaremos a un estado al que podríamos denominar de “acción
divina”. Significa que, cuando ya no sea necesario que nos ocupemos de la
sanación de nuestros aspectos heridos, empezaremos a crear nueva energía para
nosotros y nuestras vidas, y también para los demás y la Tierra.
Un
punto que me parecía interesante y que quería compartir aquí, es la afirmación
de que los más iluminados del planeta están creando desde la acción divina un
60 por ciento del tiempo, y la mayoría de nosotros creamos desde la acción
divina tan sólo un 10 o un 20 por ciento.
Recapitulando,
la acción divina es nueva energía, es energía sanada. Es lo contrario de dar
vueltas en círculos mientras buscamos la salida de esos patrones habituales que
intentamos sanar y dejar atrás. Puede darse cuando actuamos de forma diferente
porque nos hemos convertido en personas diferentes y traemos nueva energía a la
Tierra. Entonces, co-creamos con el Universo.
El
mensaje decía que, si los más iluminados están creando desde la acción divina
un 60 por ciento del tiempo, entonces aún dedicaban el 40 por ciento restante a
la repetición y a recrear patrones anteriores. Esto no quiere decir que reproduzcamos
nuestros patrones de manera idéntica, una y otra vez. Aunque sí solemos dar
vueltas en círculos alrededor de los temas sobre los cuales debemos aprender
algo, (y que suelen ser precisamente aquellos que enseñamos a otros y les
ayudamos a comprender mejor). Piensa en el consejo que le das a un amigo que no
sabe poner límites en su relación con alguien; suele ser el mismo consejo que
tú mismo has tenido que aprender. Los seres humanos funcionamos así.
Digo
esto, porque he podido comprobar durante los últimos meses (creo que formaba
parte de la energía de 2016, tanto en Estados Unidos como en el resto del
mundo) que existe una enorme división entre aquellos que se identifican como
trabajadores de Luz, personas espirituales o conscientes que desean que el
mundo despierte y sea un lugar más amoroso. Por un lado, están los que se
sienten activados, con un propósito, que son conscientes de la presencia de un
aspecto de la Sombra pero encuentran la manera de traer luz a sus vidas. Por
otro lado, hay otro inmenso grupo que ha pasado por depresiones, ansiedad, por
reacciones de miedo ante lo que ocurre en el mundo y que han retrocedido. Ahora
se preguntan: “¿Para qué hacer nada? ¿Por qué estoy aquí, si las cosas son como
son?
En
Febrero aparecerá una canalización de media hora que he realizado para
Amplefield (una plataforma gratuita que difunde mensajes de luz, esperanza y
sanación, en inglés), y que trata precisamente de este tema: de por qué estamos
aquí en este momento y qué hemos venido a hacer. Si deseas te notifiquemos la
fecha en que Amplefield la difundirá, sólo debes suscribirte a mi lista de
correo y nosotros te avisaremos.
Desde
un punto energéticamente práctico, ¿alguien más ha tenido la sensación de que
el último Mercurio retrógrado ha durado dos o tres meses, a pesar de que
oficialmente terminó hace algunas semanas? Muchos hemos sentido que las cosas
no avanzaban, que estaban paradas, estancadas o iban muy lentas.
Cuando
nuestra vida exterior está así y no nos permite expandirnos, también nos ofrece
una gran oportunidad. Significa que se está produciendo mucho movimiento a
nivel interior. Siempre he sido consciente de que, cuando nuestra vida exterior
se ralentiza, suele acelerarse todo aquello que debe moverse dentro de nosotros
para nuestra sanación y para nuestro siguiente paso a nivel emocional.
El
año pasado, durante mi tour por Estados Unidos, Australia y Europa, el mensaje
que se repetía una y otra vez en cada uno de esos lugares, era que los próximos
años serían difíciles en muchos sentidos para planeta. Pero que podíamos
centrar nuestra atención sobre esa dificultad, o bien, verla como una
oportunidad para desarrollar nuestra fuerza, nuestro poder y nuestro amor.
No
estoy diciendo que no nos esté permitido sentirnos deprimidos o sentir ansiedad
en ocasiones; es algo que forma parte del proceso. Y parte de lo que está
ocurriendo en el mundo es una limpieza y una sanación de antiguo material
ancestral. Por eso, el mensaje que compartí al principio aseguraba que los
próximos tres o cuatro años traerían consigo una profunda sanación colectiva,
una sanación más intensa que nunca. Ese es el motivo de muchos de los
acontecimientos que estamos observando ahora.
La
pregunta para ti, que estás leyendo esto, es ¿dónde quieres posicionarte?
Insisto,
hay días en que todos nos sentimos deprimidos o ansiosos, es algo que forma
parte de nuestro crecimiento y de nuestra sanación. Pero, como ya sabemos,
cuando nos encontramos en esos estados de baja vibración, podemos llegar a
convencernos de que todo eso que pensamos es real y que no hay nada más, que
nada va a cambiar nunca. Nos sentimos deprimidos, escuchando voces de nuestra
mente y nuestra depresión nos dice: “Esto es lo que hay, no vas a llegar a
ninguna parte”. Bien, esa es la realidad de ese momento. La pregunta es:
¿puedes expandir tu mente y la percepción de tus emociones más allá?
Una
de las mayores dificultades de la depresión (y es algo que he experimentado
muchas veces en mí mismo), es que comenzamos a creernos una emoción; después,
le añadimos un pensamiento que la justifique y se lo colocamos encima, como:“
Dios mío, ¡esto es terrible!”. A continuación, empezamos a dar vueltas a ese
pensamiento, nos centramos exclusivamente en él y acaba por anular la emoción
original.
Lo
mejor que podemos hacer cuando nos encontramos en un estado vibratorio inferior
es “ponerle nombre”, al menos, de cara a nosotros mismos. De esta manera,
nuestra parte consciente estará observando lo que nos pasa, incluso mientras lo
estamos sintiendo. Lo cual permitirá que ese estado se abra de pronto y pueda
cambiar.
Creo
que una práctica que tendremos que llevar a cabo con regularidad durante los
próximos años es comprobar dónde se encuentra nuestro punto de equilibrio. ¿Qué
es lo que te ayuda a permanecer equilibrado? ¿Es recibir la luz del sol, estar
cerca de personas queridas? ¿Qué te ayuda a recuperar el equilibrio perdido?
Esa
será nuestra principal maestría durante el próximo año: saber qué nos ayuda a
equilibrarnos en un momento en que el desequilibrio se vuelve más y más patente
nuestra sociedad.
Porque,
muchos de los que leen estas líneas están aquí para ser ese cambio. No te
interesa lo viejo, por lo que tampoco te asusta la idea de que las antiguas
estructuras se estén disolviendo. Es posible que, lo que realmente te asuste
sea la reacción emocional de los demás mientras esas estructuras se disuelven.
Pero, en realidad, viniste aquí sabiendo que había mejores maneras de hacer las
cosas y viniste como su portavoz.
Claro
que podríamos decir:“ Dios mío, ¿y si llegó al final de mi vida y la Tierra aún
no ha alcanzado más luz?”.
Soy
de los que opinan que no podemos garantizar ninguna solución definitiva para el
planeta, ni para nada, en realidad. En cambio, lo que sí podemos hacer mientras
vivimos es estar presentes cada día e ir hacia lo que nos ayude a sentimos más
expandidos, lo cual nos beneficiará tanto a nosotros como a los demás.
En
cambio, deberemos prestar atención a los lugares donde nos sintamos contraídos,
donde las cosas nos resulten difíciles. Por ejemplo, si decimos: “Cuando estoy
con este amigo tengo una sensación pesada en el estómago y la relación nunca es
fácil.” Entonces, voy a tener que solucionar eso; puede que me lleve tres
meses, pero tendré que escribir al respecto, acerca de lo que me hace sentir
mal, voy a tener que hacer algo fuera del ámbito de mi mente. (Lee se toca la
cabeza).
Si
eres una persona especialmente sensitiva o no te sientes muy enraizado, o te
sientes aislado o no interactúas con otras personas de forma regular cada día,
entonces será más fácil que “recibas” esas señales que están flotando en el
inconsciente colectivo de miedo, pánico y preocupación. Porque la mayor parte
de la gente está emocionalmente activada, y eso crea círculos muy densos de
energía. Pero, todo depende de hacia dónde dirigimos nuestra atención.
Durante
una presentación que hice en Londres, los Z´s dijeron que durante los próximos
años tendríamos que encontrar nuestros “remansos de luz” e ir saltando de uno a
otro. Estos remansos de luz pueden ser lugares, personas, momentos…
Algo
que repito a menudo en estas Actualizaciones (porque he podido comprobar que es
cierto para mí y para muchos otros, y porque es un mensaje que se me repite
para que lo transmita), es que la luz está ahí. En muchos sentidos, la luz es
más fuerte que nunca, y para poder sentirla basta con que te permitas acceder a
tu nuevo paradigma.
Si
observas la realidad de otras personas y las ves atrapadas en su paradigma de
“normalidad” (el mismo que ahora se está desmoronando), comprende que nosotros
también estamos experimentando un cambio. A medida que las masas avanzan,
también lo hacemos aquellos que no nos consideramos parte de ellas. Sólo porque
nuestro pensamiento sea distinto al suyo, no significa que no se vea afectado
por el hecho de que todos ahora mismo estamos cambiando. No puede ser de otra
manera, porque todos estamos conectados. Éste es un tiempo nuevo.
En
la próxima Actualización profundizaré en algunos de estos aspectos pero creo
que, por hoy, sirve como introducción para el comienzo del año y los próximos
12 meses.
Es
un placer estar de vuelta y poder conectar con todos. Somos Uno y todos estamos
conectados. Últimamente ha habido ejemplos increíbles de personas que se unían
para defender aquello en lo que creían, lo cual siempre resulta alentador.
Cuídense
y mucho amor para todos.
Lee
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