por elarcadeastrotrina
Sin importar si eres hombre o mujer, la
energía femenina que llevas dentro estará al rojo vivo, desde que Venus entrara
en Aries el pasado lunes 6 de febrero. Signo en el que se quedará un poco más
de lo normal, gracias a la retrogradación del planeta del deseo que este año
será en el signo del carnero.
Para que anotes en tu agenda las fechas
más significativas de la retrogradación de Venus por Aries, es preciso que
sepas que sus próximos movimientos se darán el 4 de
marzo cuando se ponga
estacionaria en el grado 13 de Aries, para luego retornar a Piscis en pleno
movimiento hacia atrás, el 3 de abril. Por último, se pondrá directo a los 26º
del doceavo signo del zodiaco el 13 de abril. Esta retrogradación nos habla de
liberar la energía femenina, en pro del rescate de los derechos de la mujer.
En sí, este periodo en el que Venus
pasará un buen rato en Aries se sentirá como el cañón que finalmente dispara
nuestra certeza, para exigir al mundo la valoración a nuestra voz. Es una
invitación con pase VIP a colocarnos como la prioridad más importante de
nuestras vidas, pues al fin y al cabo, somos la persona con quien pasaremos el
resto de esta existencia. ¡Fuera las poses de mártires! Es momento de llevar
adelante las acciones necesarias que nos hagan sentir amados, importantes y con
valor. Empezando por nosotros mismos, es como logramos que los demás nos tengan
en cuenta, pues la hora de sentirnos merecedores finalmente ha llegado.
En lo colectivo, los embates del fuego
que le inyectará Aries a Venus no se harán esperar, los cuales incluso se
hicieron sentir unos cuantos días antes de la entrada triunfal de este planeta
en el signo del “YO”. Acá debo referirme de manera obligatoria a la pasada
marcha de las mujeres, denominada originalmente como “Women’s March”, que
tuviera lugar el pasado 21 de enero de este año en distintas ciudades del
mundo, con motivo del rechazo a la toma del poder de Donald Trump en los
Estados Unidos.
La marcha, que se realiza anualmente en
más de 700 ciudades de todo el mundo incluyendo Washington, Nueva York, Dublín
y Londres, generalmente tiene por motivo la defensa de los Derechos Humanos de
las mujeres, bajo la consigna de “Los derechos de las mujeres son Derechos
Humanos”. Esta iniciativa, muy lejos de defender un feminismo o feminazismo
–como ha sido tildado en los últimos años-, pretende incentivar la igualdad de
género, entendiéndose que solo mediante la equidad en todos los ámbitos de la
sociedad, se podrán conseguir las transformaciones positivas que el mundo
necesita.
Importantes logros se han obtenido
gracias a la “Women’s March”, que se realiza todos los años en distintas partes
del mundo. Uno de ellos es el derecho de las mujeres al sufragio universal, el
cual fuera reconocido luego que un movimiento femenino denominado "Las
Sufragistas" o “Suffragettes” marchó en 1907 exigiendo por aquel
entonces el derecho al voto femenino.
Pero este año, el lead principal
de la marcha de las mujeres fue uno completamente distinto a los años anteriores:
el repudio al unísono de todas las féminas del mundo, a la toma de la
presidencia del magnate neoyorquino Trump. El rechazo de la opinión femenina
mundial a Trump, se debe a los constantes comentarios sexistas que el ahora
presidente de los EEUU propinó en plena campaña presidencial, así como sus
afirmaciones degradantes hacia las comunidades latina y musulmana.
El hecho de que un contendiente a la Casa
Blanca como Trump ganara la presidencia, representó sin duda alguna la amenaza
de un posible retroceso de más de un siglo de luchas en la defensa de los
derechos de la mujer, significando un largo y escabroso camino hacia la
igualdad de género. Norteamérica muestra ahora las grietas de una desigualdad
entre hombres y mujeres que estaba latente, pero muy bien oculta en el “status
quo” de los suburbios estadounidenses.
Esto fue suficiente motivo para que las
mujeres de todo el mundo alzaran sus voces contra la misoginia y el sexismo,
que habían sido representados como moribundos y escasos, en la cultura de
los países latinoamericanos. Ahora la evidencia es clara y de índole global, al
ser una nación progresista la que ha reculado en lo que podría ser un retorno
al patriarcado, que tanto daño hizo no solo a las mujeres desde tiempo
inmemoriales, sino a familias enteras, condenándoles a la disfunción por varias
generaciones.
Es ahora, con Venus en Aries, cuando
veremos movimientos de mujeres en pie de lucha, sosteniendo como única bandera
el amor incondicional por sí mismas y como arma el reconocerse valiosas, lo que
las impulse a dar la batalla por lo que quieren. Pero para llegar a eso hace
falta algo más que valentía, coraje y voluntad para decidir. Hace falta
preguntarse con Venus en Aries, cuál es nuestra lucha y qué queremos en este
mundo, así como reconocer nuestros más profundos deseos, por una vida mejor.
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