Por Jennifer Hoffman
20 de Febrero 2017
Traducción: Rosa García
Este es un mensaje canalizado del Arcángel Uriel.
¿Cuántas veces has orado pidiendo mejoras en tus relaciones, más dinero,
un trabajo mejor, un nuevo hogar, paz y alegría? ¿Y cuántas veces repites tus
oraciones cuando no recibes lo que habías pedido? ¿Rezas las mismas oraciones
día tras día, semana tras semana? ¿Crees que tus oraciones serán atendidas o
piensas que el Creador y el Universo están sordos porque aún no has
recibido
respuesta? ¿Qué haces entonces? ¿Te sientes abatido e impotente? ¿Vuelves a
pedir lo mismo, con la esperanza de que tus oraciones sean escuchadas? Debes
saber que toda oración llega hasta la Fuente y que cada deseo de tu corazón
recibe una respuesta. El hecho de que, en apariencia, nuestras oraciones no
tengan una respuesta inmediata no significa que nadie nos oiga, sino que hay
otras lecciones o cuestiones en juego que determinan el resultado final.
La oración no es una petición para rogar a Dios misericordia,
bendiciones y gracia, como nos enseña la religión. La oración es la afirmación
de nuestra conexión divina y una declaración del poder creativo que ya tenemos.
Aunque hayamos aprendido que si queremos algo debemos pedirlo en oración (como
penitentes sin poder alguno y no como los poderosos maestros que somos), eso no
es cierto. La maestría de la Ascensión requiere que afirmemos nuestro poder
creativo como maestros multidimensionales. Así, al rezar tan sólo afirmamos
nuestra de asociación de co-creación con la Fuente y traemos lo que ya existe a
nuestra realidad como un nuevo potencial. ¿Estás afirmando alegría, abundancia
y paz, o estás afirmando tristeza, carencia y caos? Todo lo que puedas desear
ya es tuyo y tus oraciones dan forma a esos nuevos potenciales en tu realidad.
Hay un paso importante a la hora de ver los resultados de la oración.
Consiste en reconocer el camino de vida actual que ya hemos creado junto con la
Fuente. Cuando lo juzgamos como bueno o malo, como alegre o triste, fácil o
difícil, eso es lo que hemos creado usando nuestro poder, y así es como hemos
utilizado nuestra asociación de co-creación. Quizá creamos algo en un momento
en que aún no éramos conscientes de los potenciales ilimitados que
podríamos haber utilizado, gracias a nuestro poder, y fue un reflejo de nuestra
frecuencia, de nuestra vibración y de las lecciones que debíamos aprender
entonces. ¿Hemos aprendido ya esas lecciones? Si es así, también tenemos el
poder de cambiarlo.
El primer paso de la oración poderosa es reconocer nuestras
circunstancias presentes como los co-creadores poderosos que somos. No podemos
volver atrás ni cambiar lo que hicimos, pero sí podemos transformarlo. Una vez
que hemos reconocido nuestro poder creativo, podemos reafirmarlo y crear algo
completamente diferente en nuestras vidas. Y utilizamos la oración para ello.
El segundo paso consiste en utilizar la oración como una declaración,
una confirmación y una orden. No es una manera de pedir socorro que nos
convierte en víctimas de nuestras circunstancias y nos aleja de nuestra
conexión con la Fuente. No podemos ser víctimas y co-creadores poderosos al
mismo tiempo. La oración es una afirmación de nuestra conexión con la Fuente,
una confirmación de nuestro potencial, y una orden que damos a la energía para
que se mueva en todas direcciones, frecuencias y vibraciones. La Ascensión es
un viaje hacia la congruencia divina, que es el proceso de pasar de nuestros
ciclos de sanación a la totalidad y la multidimensionalidad.
La sanación es una parte importante de la Ascensión, pero todo ciclo de
sanación debe finalizar en algún momento. Utilizar oraciones poderosas afirma
que ya hemos terminado con la limitación, la impotencia, el miedo y la conciencia
de víctimas. A medida que despertamos a nuestro potencial creativo también
introducimos nuevas posibilidades en nuestro campo de potencialidades.
Utiliza la oración como una declaración de tu poder creativo, no
supliques piedad a la Fuente. Utiliza la oración para ordenar a la energía que
se ponga en movimiento, no para pedir rescate. Comprende que toda oración es
siempre escuchada y también es respondida, en el momento adecuado y en las
circunstancias adecuadas, siempre que oremos con confianza (como una afirmación
de nuestro poder y de nuestra conexión co-creadora con la Fuente). Y utiliza la
oración para anclar con firmeza lo divino en tu vida, de manera que tu oración
se convierta en una herramienta de manifestación y en tu manera de crear el cielo
en la Tierra.
Este es un mensaje canalizado del Arcángel Uriel.
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Derechos de autor reservados © 2017 por Jennifer Hoffman. Pueden citar,
traducir, reimprimir o referirse a este mensaje si mencionan el nombre de la
autora e incluyen un vínculo de trabajo a: http://enlighteninglife.com
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