LA MIRADA DE MAITREYA
Buscaremos entrar en la magia solar que se despliega por la mirada que
sale del corazón que puede ver lo bueno, lo bello y lo verdadero en todo
momento. Surge del corazón y requiere perdón y misericordia.
Para perdonar es necesario abandonar el juicio y entender que en un
mundo lleno de imperfecciones es
imposible no equivocarnos. Perdonar es darle permiso al otro de equivocarse.
Estamos juntos en este viaje llamado vida, y entre tropiezo y tropiezo
avanzamos juntos. Si nos condenamos, si pasamos juicios, si no perdonamos,
vamos creando barreras que con el tiempo se crecen, son difíciles de borrar y
generan dolor y sufrimiento.
Pensando en esta Carta de Acuario, que va un poco retrasada, me topé, en
casa de mi madre, con mi libro, El Ángel Guardián. Lo encontré en una mesita al
lado de su butaca de descanso. Lo abrí al azar y salió el mensaje del ángel
sobre amar y perdonar. Pensé... las casualidades no existen. Y es tan bueno
creer y contactar el mundo de los ángeles en estos tiempos de tantas
interrogantes que voy a compartir con ustedes lo que mi ángel me susurró en
relación al perdón.
"Si supieras las delicias que implica el vivir sin juzgar entrarías
de inmediato en la magia de amar y perdonar.
Nosotros nos extrañamos cuando vemos a un ser humano que, herido por la
vida, agrava su situación echándose cadenas de odio y rencor. El mundo de los
sentimientos humanos se nos hace muy extraño y es precisamente en esa esfera
humana donde nosotros, los ángeles guardianes de la humanidad, podemos
ayudarles más. Porque vivimos sin juicio
alguno y amamos libremente, sin los campos interferentes del odio y del rencor.
¡Qué poder tan grande tiene el amor y el perdón! Pero es más grande aún
cuando un ser humano herido, ama y perdona, porque inmerso en el dolor, con la
fuerza del perdón, invierte la energía de odio y la convierte en amor. ¿Puedes
encontrar acto de magia más grande? Es la oportunidad que tienen los humanos de
transformar el mundo porque la ley de su vida incluye la elección de amar u
odiar, de perdonar o guardar rencor. Cuando en esta elección se escoge el amor,
se genera una fuerza que permite que se introduzca en la materia burda y densa
una frecuencia de alta vibración que poco a poco le va cambiando su condición.
El secreto para poder perdonar está en el acto mismo de reconocerse vida
en la forma y no forma con vida. La vida no se hiere, es la forma la que duele.
Cuando el ser humano se reconoce como la vida divina, comprende a la forma y su
ley de limitación que permite a la vida la manifestación concreta, ésa que
llamas la vida en la materia. La forma le da a la vida la oportunidad de
manifestarse y la vida le da a la forma la posibilidad de ser. ¿Ves el juego de
la dualidad creando los mundos? Vida y forma, espíritu y materia, Padre y Madre
en perpetuo movimiento creando los infinitos mundos por el Espacio Eterno.
Escucha atentamente la clave que te revelo, que bien aplicada puede
transformar tu mundo. Cuando el humano, que es vida en la forma se identifica
con lo que es, permite que la forma se impregne de vida más sutil cada vez. No
aniquila la materia, la infunde con más luz, suavemente la transforma y le da
una nueva constitución, cada vez más acorde con el Plan De Dios. Y así, por
medio de la humanidad y su magia del amor y del perdón, se van acercando
espíritu y materia. Uno penetrando la sustancia; la otra, dejándose penetrar, y
en ese movimiento van creando nuevas formas, cada vez más sutiles, más
gloriosas.
El ser humano es el gran detonador de este proceso porque es vida en la
más densa forma. Porque es forma impregnada de conciencia divina. Porque es a
la vez espíritu y materia; y pudiendo elegir seguir la ley de la materia, elige
libre seguir la del amor que es la esencia del espíritu en este universo mayor.
¿Te das cuenta de la magia que se produce de inmediato al amar y perdonar?
Vive amando y perdonando y serás libre en verdad. Libre para ser vida en
la forma por mil veces expandida, libre para modificar la forma, habitarla o
dejarla. Libre para redimir la sustancia, para amarla e integrarla y engendrar
el punto de encuentro entre la Madre y el Padre que producirá un mundo nuevo en
verdad."
Que estas palabras de mi ángel guardián te inspiren siempre a amar y
perdonar.
Muy pronto les enviaremos los detalles del Congreso. Estén atentos.
Desde el alma y con amor, Carmen Santiago
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