Todos poseemos un sonido único que nos
identifica y que nos hace diferentes.
Todos podemos sanar utilizando los sonidos
adecuados sobre nuestro Mapa Astral.
Nuestra Carta Natal encierra en sus entrañas
nuestro Mantra Único e Individual.
Pitágoras llamó “Música de las Esferas” al
sonido asociado a los planetas en su movimiento a través del sistema solar.
Desde antiguo se suponía que cada planeta era el referente de una enorme esfera
que rodeaba a la Tierra. De esa manera existían tantas esferas como planetas
visibles en el sistema solar
Para ello estableció una serie de reglas
ligadas a la floreciente física del sonido, que él mismo desarrolla al medir
las distintas longitudes de una cuerda, necesarias para producir diferentes
sonidos, sentando así, las bases de una primigenia teoría musical fundamentada
en la ciencia matemática.
Curioso e inquieto observador de la
naturaleza y de las ciencias en general, no tarda mucho tiempo en asociar los
movimientos que los planetas describen en el cielo a la producción de
diferentes sonidos o notas musicales ligadas, en forma natural, a las
distancias de las esferas celestes que rodeaban la tierra en esa concepción
cosmogónica, en relación a la Tierra.
Distintos autores e investigadores de la
astrología fueron recreando, y en algunos casos aportando sus propias
investigaciones al respecto. Muchos han partido de una hipótesis no adecuada a
la propuesta por Pitágoras, en la medida en que muchos buscaron las
proporciones de las distancias planetarias medidas a partir del Sol hasta la
órbita de cada planeta en función de la denominada ley de Titius-Bode, mientras
que la visión Pitagórica del Universo (como la de la gran mayoría en la
antigüedad) concibe al Universo de acuerdo a la percepción desde la Tierra con
sus movimientos aparentes y no reales, poniendo a la Tierra, y no al Sol, como
centro del mismo. Por lo cual los valores matemáticos así planteados con sus
respectivas analogías musicales, difieren de la concepción planteada
originalmente por Pitágoras.
Ptolomeo hace referencia a la relación
existente entre los sonidos y los astros en diferentes partes de su obra,
fundamentalmente en el Centiloquio, y también en su obra "Armónicas".
Por su parte, el astrólogo francés Dom
Neroman en uno de sus trabajos en el que analiza el valor de los heptagramas
planetarios para resolver el potencial evolutivo de las personas, también
asocia planetas a chacras y a notas musicales, aunque lo hace mediante la
utilización de la Cadena Cromática o Atómica, que adjudica a cada planeta notas
diferentes a las planteadas originalmente por Pitágoras.
En su tratado "El Arte en la Nueva
Era" Serge Raynaud de la Ferrière también aborda la temática
astrológico-musical con especial interés y erudición. Tampoco podemos dejar de lado
las referencias que al respecto se mencionan en la obra fundamental "El
Arqueómetro", que entre otras correspondencias (música, colores,
arquitectura, alfabetos, matemática, plantas, planetas) cita también a la
música. Todos ellos interpretaron que el cielo es un Mandala asociado a un
sonido dinámico, en función de los propios movimientos planetarios, y único si
se lo aborda desde la Carta Natal, como mandala único e indivisible de cada ser
humano, donde la melodía que se obtiene se convierte en el propio Mantra
Personal.
Este sonido único, esta melodía leída desde
las posiciones celestes, refleja aquello que llevamos dentro. Nuestras
características más esenciales y nuestra calidad espiritual, y no
necesariamente deben sonar bien a nuestro oído, ya que algunos de estos sonidos
se presentan como cacofónicos, sin querer significar esta característica una
mala predisposición del Universo para con nosotros.
Las diferencias en la adjudicación de notas a
planetas y signos por parte de los distintos autores que han investigado en
profundidad el tema, no invalida sus resultados si respetamos el esquema
general propuesto, tal como cada autor lo ha elaborado, sin intentar mezclar o
combinar un sistema con otro, lo que, sí, arrojaría resultados totalmente disparatados
e inconsistentes.
Antecedentes en
Argentina:
En el año 1981, organizado por Editorial Nous
y sus responsables el investigador Francisco Checchi y el investigador,
escritor y periodista Gustavo Mario Fernández se desarrolla en la ciudad de
Buenos Aires el “Primer Congreso Internacional de Astrología” que con una
amplia asistencia y participación de astrólogos de diferentes partes del mundo
reúne a expositores de primera línea en la temática astrológica dispuestos a
compartir su saber con el colectivo de profesionales y entusiastas que
concurrieron a cada una de las charlas y talleres organizados.
Se destaca, entonces, una brillante
exposición sobre “El Arqueómetro” a cargo de Ernesto Roca, con una enorme
aceptación por parte del público presente y la generación de un taller con el
firme compromiso de continuar trabajando e investigando sobre El Arqueómetro y
su simbolismo.
Para qué transformar la
Carta Natal en su equivalente musical
Es obvio que a cualquier persona le agradaría
conocer cuales son los sonidos asociados a su cielo de nacimiento. Por supuesto
que quienes creemos y practicamos la astrología podemos encontrar cientos de motivos
que nos lleven a indagar en las correspondencias astrológico-musicales. Pero
también pueden hacerlo aquellos que, sin tener ninguna relación con la
astrología, ven en ello una forma de enriquecimiento cultural, conociendo
disciplinas y métodos filosóficos y terapéuticos que cuentan con casi tres mil
años de antigüedad.
La Carta Natal, además de poder ser estudiada
con reglas muy claras de interpretación en base a lo descriptivo de su
simbolismo, también es un Mandala. Y como todo Mandala se transforma en un
despertador de conciencia para quienes logran con su observación constante y
meditativa, acceder a sus mensajes más secretos. Pitágoras afirmaba que tenía
la capacidad de “escuchar” en forma directa y natural los sonidos que los
planetas realizaban en su desplazamiento por el espacio. Capacidades sólo
reservadas a unos pocos elegidos que , como él, pueden intuir un mensaje mucho
más profundo y directo proveniente de las mismas entrañas del Universo.
Sin embargo para aquellos que además de
contar con la intuición, entienden la lógica del zodíaco, la posibilidad de
extraer los sonidos que identifican a ese Mandala, a la manera de un Mantra
único e individualizado para cada ser humano de este planeta, abre un inmenso
bagaje de recursos y posibilidades que abarca desde las actividades netamente
meditativas (vinculadas a propósitos de autoconocimiento, reflexión o
contemplación), hasta la utilización del sonido como herramienta de apoyo
terapéutico, a la manera de los cientos de terapias auxiliares a la medicina
tradicional existentes, pasando por la significativa cantidad de recursos que
estos sonidos pueden proveer para corregir, alterar o modificar malos aspectos
del mapa natal, a la manera de tránsitos planetarios, revoluciones,
progresiones o direcciones, resolviendo así distintas situaciones de la vida
cotidiana como lo son el trabajo, los recursos, las relaciones familiares y
afectivas y la completa y compleja cantidad de temas que una carta natal abarca
a partir de su lectura definitiva y responsable.
Quien además posea conocimientos musicales
tiene el camino allanado para intentar transitar y descubrir los secretos de
este fascinante mundo que hace audibles los misterios de nuestro mundo
interior, y permite que las vibraciones del sonido actúen de manera directa
sobre los complejos vínculos que signos y planetas inscriben en nuestro mapa
zodiacal.
Pitágoras en su afán de lograr un sistema que
permita acceder a un conocimiento completo establece el Quadrivium (luego
tomado por las artes liberales en la Edad Media) que agrupa a distintas
disciplinas científicas que tienen una íntima relación con los conceptos de
espacio y de tiempo: aritmética, geometría, astronomía y música. La secta de
los Pitagóricos aseguraba que la educación era de vital importancia para la
"moderación y el dominio de un mismo, de forma que estas artes nos ayudan
a imitar el orden y la armonía del universo, modelo de perfección"· Se
estudiaba así la aritmética (numerus -"los números"-), geometría
(angulus -"los ángulos"-), astronomía (astra -"los
astros"-) y música (tonus "los cantos").
Por su parte Platón, seguidor y admirador de
la escuela Pitagórica, fue fundador de una escuela de conocimiento llamada
"La Academia" en cuyo frontispicio estaba escrito “Nadie entre aquí
sin saber matemáticas”, frase que ningún astrólogo o cultor de la astrología
debería olvidar para entrar en este maravilloso pero exigente mundo de
conocimiento.
En el esquema siguiente, a la manera de una
simplificación de la representación que hace El Arqueómetro de todas las
correspondencias zodiacales, se indica además del vínculo de la astrología con
la música, su correspondencia con algunas de las terapias complementarias más
tradicionales.
El simbolismo
astrológico asociado al simbolismo musical:
La posibilidad de transformar el simbolismo
astrológico a símbolos de la música es fundamental para lograr los resultados
propuestos en el objetivo de convertir la carta natal en partitura musical.
Desde que Pitágoras hace este planteo unos
500 años antes del surgimiento del Cristianismo
numerosos autores e investigadores
astrológicos emprendieron la difícil tarea de tabular las correspondencias
necesarias a fin de lograr una efectiva traducción.
Los signos zodiacales y los siete
planetas tradicionales (todos los visibles a simple vista) más las estrellas
fijas fueron los primeros en obtener con facilidad las correspondencias
musicales adecuadas y ya generalizadas en la mayoría de los casos, por lo que
la elección del sistema más adecuado no presenta demasiadas dificultades para
los investigadores.
Se observa una mayor dificultad y notables
vacíos, en la adecuación de estas correspondencias en relación a la infinidad
de sistemas de casas existentes, y en su implementación respecto del cálculo de
los aspectos planetarios.
Los criterios más aceptados, compartidos por
la mayoría de los autores astrológicos en esta materia, respetuosos de las
tradiciones esotéricas y de los principios astrológicos fundamentales, son los
que a continuación exponemos.
Cabe mencionar que la representación en el
pentagrama del teclado con las notas equivalentes a los signos zodiacales
pertenecen, en principio, a la primera octava, aunque dentro de un esquema
general coherente, es válido experimentar con diferentes octavas, sobre todo en
función de representar con ellas diferentes aspectos astrológicos, o poder
diferenciar sonidos correspondientes a una carta natal de sonidos
representativos de tránsitos u otras técnicas de pronóstico y de activación de
la carta en función de la aplicación sobre los aspectos natales de otros
sonidos tendientes a buscar modificar resultados a través de este tipo de
terapia.
Es válida la aclaración realizada en el
gráfico anterior ya que la astrología tradicional no contaba en su haber con
los planetas Urano, Neptuno y Plutón. Estos son de reciente descubrimiento, más
allá de que los tengamos totalmente incorporados desde el punto de vista
interpretativo. La antigüedad sólo podía contar con los planetas que eran
vistos a ojo desnudo, por eso se llegaba hasta Saturno.
La utilización de los transaturninos no
cuenta con mucha literatura en las referencias modernas, por lo que muchos
deciden, directamente, no utilizarlos. Personalmente creo que hay que
incorporarlos, y nada mejor que el concepto ya incorporado desde lo
interpretativo, de “octava superior” (haciendo referencia a sus diferencias en
lo evolutivo con los planetas personales) que encuentra así su correspondencia
natural con la música. Por supuesto que también existen según algunos autores,
diferencian en la adjudicación de Urano, como octava de Mercurio o de Venus, y
lo mismo con Neptuno, aunque personalmente acuerdo con las mencionadas en el
gráfico anterior.
Aspectos Astrológicos:
Los aspectos astrológicos representan una parte
fundamental en el arte de traducir una Carta Natal en su equivalente musical.
Los aspectos astrológicos vinculan nuestras energías relacionando muchas veces
ámbitos de acción diferentes en los que situaciones de un momento de nuestra
vida colaboran o contribuyen con otras temáticas vivenciales. Los aspectos
vinculan a los planetas con su energía diferente logrando que colaboren o
confronten entre sí, según sea la naturaleza de ese aspecto astrológico y
nuestro nivel evolutivo para asimilar sus efectos. Los aspectos hacen más
complejos los vínculos de nuestro mapa natal, pero tienen la particularidad de
enriquecer nuestras vidas.
Cuando traducimos un aspecto entre dos
planetas al lenguaje musical obtenemos en la mayoría de los casos un “acorde”
que lo identifica. Aspectos con mayor cantidad de planetas representan
“acordes” mucho más complejos. No solo podemos representar un aspecto con un
acorde, sino también con una secuencia de notas, como si se tratara de un
“arpegio” o hasta de una pequeña melodía.
Es en este punto, donde la literatura sobre
el tema se encuentra con grandes vacíos, no investigados del todo, pero donde a
veces se sugiere incursionar en determinada técnica.
Hace más de 30 años, tuve la
oportunidad de mantener profundos y prolongados diálogos con un maestro
espiritual (él nunca quiso que lo llamáramos así) que en relación a mis
incipientes inquietudes sobre esta temática me regaló una frase que tengo
presente desde entonces, y que en numerosas oportunidades actuó como disparador
de ideas y conceptos que me permitieron avanzar en la temática astrológica y
plantearme siempre nuevos desafíos: “ojalá encuentres la razón del tiempo y el
espacio para integrar tu espíritu con el universo y dar paz a tu corazón”.
Es en esa razón entre tiempo y espacio, en
donde se encuentra el secreto y respuesta de muchos temas filosóficos y
espirituales, y puntualmente, dentro de la astrología es también en la
resolución de esa razón, en donde se encuentra la respuesta y fundamentación a
muchas de las técnicas y procedimientos de cálculo y pronóstico existentes en
la ciencia astrológica, que nos llegan desde una remota antigüedad.
La música y la astrología es la combinación
perfecta que grafica de la mejor manera “la razón entre el espacio y el tiempo”
y nada mejor que la utilización de los aspectos astrológicos combinados con las
figuras musicales como para poder encontrar esa “razón” buscada. Los aspectos
se miden en el “espacio” mientras que las figuras musicales representan el
“tiempo”.
Queda abierta también la posibilidad de
trabajar con octavas mayores o menores a la octava de base con la que estamos
trabajando (por convención la Octava Primera) para generar los aspectos, en
forma proporcional a la división del zodíaco por la cantidad de octavas con las
que se trabaja respetando el número por el que dividimos el zodíaco como
representativo del aspecto que estamos necesitando generar. Es decir si
dividimos por 2 obtenemos la oposición, por 3 el trígono, por 4 la cuadratura,
por 5 el quintil (y no el quincuncio como erróneamente se interpreta en algunos
sistemas musicales) y por 6 el sextil.
En cuanto a la utilización de las figuras
musicales para definir los aspectos la tabla siguiente es representativa de las
equivalencias que es posible utilizar:
Las figuras Redonda, Blanca y Negra alcanzan
para graficar los aspectos de tensión como Conjunción, Oposición y Cuadratura,
ya que naturalmente responden a esa proporción. En cuanto a los aspectos
positivos de Trígono y Sextil, no cuenta con una figura propia que represente
su “tiempo”, aunque dentro de la forma de notación musical se puede fabricar
utilizando una Negra con Puntillo para el sextil, y una Blanca con Puntillo
para el Trígono.
Construcción del mapa
natal musical:
De la misma manera en que el astrólogo
elabora el mapa natal en forma minuciosa para luego poder interpretarlo, el
volcado de la carta natal a una partitura musical también debe realizarse en
forma minuciosa y cuidando todos los detalles.
La proliferación de computadoras y software
especializado en el cálculo y dibujo de Cartas Natales ha traído como
contrapartida un desconocimiento generalizado en cuanto al cálculo manual de
las posiciones planetarias quitándole al astrólogo un elemento fundamental en
la comprensión de la cosmovisión astrológica. La construcción artesanal de la
Carta Natal brinda al astrólogo una dimensión diferente de acceso al
conocimiento que las mismas encierran en su simbolismo.
Por fortuna eso aún no sucede en cuanto al
proceso de conversión de las posiciones planetarias a su equivalente en
sonidos, ya que son tantas las variables a tener en cuenta y tan disímiles los
criterios existentes que en muchos casos es el espíritu del astrólogo el que
termina de definir con su criterio la elección de los sonidos adecuados, sin
alejarse por supuesto, de las reglas establecidas como base de este
conocimiento. Al no existir un software definitivo que realice el proceso en
forma completa, la tarea se vuelve mucho más artesanal y a lo sumo podemos
asistirnos mediante la utilización de algunos programas de computación que nos
hacen más llevadera la tarea sin postergar nunca el propio criterio en la
aplicación de los simbolismos necesarios para obtener resultados
satisfactorios.
En lo personal utilizo tres programas diferentes
para realizar esta tarea:
Un programa de notación musical (utilizo el
MuseScore) que permite anotar en un pentagrama las notas, acordes, melodías,
tiempos y demás elementos musicales que se obtienen luego de evaluar los
diferentes aspectos y posiciones de la carta natal, para luego convertirlos
desde esa partitura en un archivo de audio.
Un programa sencillo de edición de audio
(utilizo el Goldwave) que permite editar, mejorar, subir o bajar volumen,
mezclar, acortar o alargar los archivos obtenidos mediante el proceso anterior,
para luego regrabarlos como archivos individuales con las mejoras y
modificaciones necesarias.
Un programa de audio multipista (utilizo el
Audacity) que me permite probar la combinación de todos los archivos generados
anteriormente, representativo cada uno de ellos de aspectos diferentes,
combinaciones de planetas distintas, ubicaciones en signos también diferentes,
manejar los volúmenes individuales de cada archivo y obtener un archivo final
con todas las combinaciones planetarias que se necesitan.
Una vez obtenidos los distintos archivos de
audio finales, estos me servirán para utilizarlos de distintas maneras, tanto
terapéuticas como motivacionales, dependiendo esto de las diferentes lecturas y
necesidades que pueden surgir del análisis y evaluación de una Carta Natal.
¿Por donde comenzar la
lectura de la Carta Natal Musical?:
Ya disponemos de algunos archivos de sonido
representativos de nuestra Carta Natal. Nos hacemos entonces, la pregunta que
todo practicante de astrología se hace cuando se encuentra por primera vez con
un mapa astrológico: ¿por dónde comenzamos? ¿que es más importante? ¿que puedo
hacer con este manojo de sonidos? ¿como obtengo el sonido “escencial” de la
carta? ¿hasta donde puedo llegar?
La mayoría de los astrólogos que no han
incursionado en este tema, pero saben de su existencia, y que fueron
consultados, a manera de estadística informal, sobre que puede obtenerse como
sonido más representativo de la carta natal, tienen la expectativa de encontrar
un único sonido, un único acorde que a la manera de Mantra nos da la síntesis
final auditiva de nuestro mapa natal. Lamentablemente no es exactamente así,
pues nadie ha encontrado ese único acorde aunque muchos lo han (y lo hemos)
intentado.
Esto no significa que técnicamente no pueda
encontrarse dicho acorde, pero son tantos los elementos que lo conforman que ya
no sería música sino un ruido ensordecedor imposible de diferenciar uno del
otro.
Pero lo que sí podemos encontrar son síntesis
individuales de esos puntos importantes de la carta natal que muchas veces
definen nuestra vida, nuestra personalidad y nuestro destino, y a la manera de
ese Mantra individual hasta ahora inhallable, podemos encontrar también una
especie de “melodìa” o secuencia de notas que, de diferentes formas. definen la
energía de nuestro tema natal.
A manera de ejemplo utilizaremos la Carta
Natal de la República Argentina de 9 de Julio de 1816, que como todos sabemos
nación a las 12:04 en la ciudad de San Miguel de Tucumán.
Debemos tener en cuenta que utilizamos esta
Carta Natal solo a manera de ejemplo, ya que no se trata de una persona que
pueda llegar a escuchar los sonidos obtenidos para mejorar o modificar su
conducta. No quiero hacer sugerencias molestas, pero para lograr algo así,
debería utilizarse la “cadena nacional” para que el mensaje sonoro sea
escuchado por todos los argentinos, y a la manera de publicidad subliminal
permitiera que el conjunto de los habitantes de este país que mayoritariamente
escucharan ese sonido, actuaran sobre la conciencia colectiva de la Argentina
para modificar determinadas conductas y lograr destinos más positivos.
Comencemos por lo más sencillo. Si yo le hago
escuchar a la Argentina (volviendo a la idea de que es una persona) un acorde entre
las notas LA y RE # estaría representando la energía de su Sol en el signo de
Cáncer. Y esto se hace extensivo para cualquier persona que posea el Sol en ese
signo.
Si a este acorde le sumo otro integrado por
las notas MI y LA le estaría agregando la representación la posición de la Luna
en Capricornio, que como sabemos se encuentra en oposición a la posición del
Sol en Cáncer.
Nótese que se utiliza dos veces la nota LA. Y
en esto que parece una contradicción astrológica, debe respetarse igual de la
forma señalada, ya que la nota LA simboliza a la Luna, pero también al signo de
Capricornio. Por eso mencionaba lo de contradicción, ya que Capricornio es
justamente el signo de detrimento de la Luna. Pero aquí lo importante, es que
dichos sonidos sean escuchados por las personas que tienen ese aspecto, ya que
al tener incorporada la energía de los planetas mencionados, son sólo ellos los
que terminan de completar este procedimiento. La combinación de las notas
mencionadas sólo actuarán en forma intensa y definitiva sobre aquellos que
tienen en su mapa natal dicho aspecto. Es por eso que no menciono aquí el
aspecto de oposición, porque es la misma persona la que lo completa en su
conciencia. De cualquier manera podría hacerlo, modificando la octava de uno de
los dos acordes, o diferenciando la duración de uno de ellos ejecutando dos
veces uno de los acordes en el tiempo en que el otro acorde se ejecuta una sola
vez (véase aquí la utilización de las figuras musicales).
De la misma manera, puedo aislar solamente la
nota musical correspondiente al Ascendente (si lo que busco es actuar sobre la
personalidad de la Argentina), reproduciendo solo un FA #; o también puedo
avanzar un poco más reproduciendo los sonidos de los elementos más
representativos de una carta natal, como lo son Luna, Sol y Ascendente
reproduciendo las notas LA, MI y FA # como un acorde mucho más representativo
de esos elementos, o tocándolo como una secuencia de notas interminable y
recurrente en el caso que no sea mi deseo utilizarla como acorde único. Se debe
recordar siempre, que no necesariamente estas combinaciones sonarán bien al
oído. Lo importante es que reflejan la esencia de nuestro mundo interior.
De la misma manera y aplicando los mismos
razonamientos de conversión, es posible trabajar sobre el planeta regente de la
carta natal, sobre el planeta más elevado, sobre los regentes de una casa en
particular (modificando así o potenciando los significados de esa casa) y en la
búsqueda de este sonido definitivo que reúna la totalidad de nuestra carta
natal, podemos trabajar sobre el sonido del dispositor final o de los
dispositores finales de la carta si existiese más de uno.
Cuando realizamos el cálculo, sobre la carta
natal, para la obtención del dispositor final, muchas veces nos encontramos con
la existencia de un solo planeta representativo de la energía de esa persona, y
en otras ocasiones, cuando no hay un planeta definido, se obtiene una secuencia
de ellos que a manera de círculo cerrado de repetición interminable alterna la
energía de varios planetas, también representativos de nuestra esencia.
En el caso de la Argentina encontramos dos dispositores finales. Uno de
ellos es claramente el planeta Saturno que en la carta se encuentra en el signo
de Acuario, por lo que la combinación de DO # y LA # sería la representación
del mismo. El otro dispositor final es un ciclo repetitivo entre los planetas
Júpiter en el signo de Escorpio y Plutón en el signo de Piscis siendo
importantes y representativos por encontrarse además en disposición mutua. La
combinación de las notas DO y SOL por Júpiter en Escorpio y las notas SI (en
una octava superior) y SI (primera octava) por Plutón en Piscis hablaría
claramente sobre esta secuencia de disposición final..
Otra forma de sumar elementos representativos
es encontrar al signo subyacente, y convertirlo en nota musical. En este caso
la combinación de Agua Cardinal corresponde al signo de Cáncer como dispositor
final, correspondiente a un RE #.
La forma y el orden en que todos estos
elementos se utilizan deben responder a un criterio de selección lógico, de
acuerdo con las necesidades de la persona a la cual se le está analizando la
Carta Natal.
Por otra parte las energía inscriptas en la
carta natal son susceptibles de ser modificadas mediante la utilización de
todas las técnicas astrológicas, como tránsitos, revoluciones, progresiones y
direcciones combinado estos nuevos sonidos sobre la sonoridad básica de la
Carta Natal, permitiendo así que se realicen las modificaciones necesarias para
obtener los mejores resultados en un período determinado.
Otra posibilidad importante se da en las
técnicas de sinastría, que permiten a través de la utilización de la música
potenciar aspectos mutuos positivos y mejorar aquellos que en la relación
aparecen como indicadores de dificultades.
Lo importante es no cerrarse a un solo
esquema de trabajo y tener la libertad suficiente como para experimentar con
todas las posibilidades y técnicas astrológicas realizando su conversión para
la obtención de nuestro mapa natal musical.
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