El pasado año terminó con una poderosa Súper
Luna resaltando los últimos vestigios de la confusión, el desorden y la emoción
que caracterizó al pasado año. En el 2017 experimentamos la ruptura y
liberación simultánea de las energías fundacionales de nuestro mundo. La
purificación resultante y los cambios en las líneas de tiempo hicieron difícil
que se pudiese ver el camino por delante. No obstante, a pesar de todo
este desorden ocurrió una profunda sanación, que expandió la nueva conciencia
en el planeta.
El Viejo mundo se desmorona y en el 2019
veremos la continuación de este proceso. Los gobiernos, guerras y el abuso de
la mujer y los niños es el viejo mundo que muere. Pareciera que estos desastres
y desafíos externos se incrementan pero se enfatizan para empujarnos a cambiar.
El viejo mundo de dominación, guiado por el ego está colapsando y está
emergiendo una nueva realidad guiada por el alma. Con la elevación de esta
nueva realidad tiene lugar una transformación muy necesaria en nuestro carácter
básico humano distintivo. Está despertando una nueva percepción que realineará
a la humanidad con los principios y valores universales, que toman en
consideración a la Tierra y a la naturaleza. Y le seguirá un ajuste en el
equilibrio de todas las cosas en este planeta.
Todo nuestro universo está compuesto por
cinco elementos, que trabajan en equilibrio para crear la forma física. Estas
cinco fuerzas elementales del agua, la tierra, el aire, el fuego y el éter son
los cimientos de toda vida. Ellos se agrupan en un proceso alquímico para crear
la vida. En el centro de nuestro mundo está la Tierra, el planeta en el
cual vivimos. Rodeando a la Tierra y sobre ella está el Agua en la forma
de océanos, ríos y lagos. El Agua nutre e impregna la Tierra para darle
vida. Sobre el reino de la Tierra y del Agua está el Aire, la atmósfera
en la cual vivimos. Todas las cosas vivientes necesitan del aire para
respirar. Entonces tenemos al Fuego, que ilumina a nuestro sol, luna, estrellas
y genera la fuerza de vida necesaria para sostener la vida. Y finalmente
el Éter, que conecta todas las cosas. El equilibrio es la fuerza que las
unifica.
Toda la naturaleza recibe, almacena y
transforma energía. Los patrones en la naturaleza son sistemas complejos que
facilitan el flujo y la transformación de energía sobre y en el planeta. Todo
está conectado por estos flujos de energía y cualquier disrupción a los
portadores de energía puede causar grandes cambios ambientales, que afectan a
toda la vida en la Tierra. Debido a la interrelación de toda vida sobre la
Tierra, todas las cosas vivientes en ella comparten un proceso evolutivo.
Estando nosotros íntimamente conectados con el planeta necesitamos un
equilibrio de los elementos de la naturaleza para crecer, evolucionar y
sobrevivir. Nuestros cuerpos energéticos están íntimamente conectados vía los
elementos, a los flujos de energía en la naturaleza. Nuestro cuerpo emocional
está conectado con el Agua, nuestro cuerpo físico con la Tierra, nuestro cuerpo
mental con el Aire, nuestro cuerpo espiritual con el Sol y nuestra Alma con el
Éter. Como resultado de esta profunda conexión energética, experimentamos una
respuesta equivalente a cualquier daño en la naturaleza.
En este mundo moderno se ha vuelto fácil
olvidar nuestra conexión y dependencia con la naturaleza. Con esta desconexión
de la naturaleza la humanidad ha olvidado que la Tierra es un ser viviente,
sagrado. Hemos derivado alejándonos de la esencia sagrada de la Tierra y hemos
enfocado nuestra percepción y energía mayormente en el desarrollo de los
aspectos físicos y mentales de nuestro ser. Lo emocional y espiritual se
ha descuidado grandemente. Por tanto, hemos perdido la pista de quiénes
somos y de por qué estamos aquí.
El daño hecho a la naturaleza es más crudo
que el peor accidente nuclear. Chernobil provocó gran daño humano y no
obstante, el ecosistema como un todo lo ha superado sin los humanos. La
idea de que los humanos son superiores a la naturaleza es solamente una
presunción que radica dentro de la sombra de la mente colectiva. Nuestros
aspectos emocional, mental y espiritual están fuera de equilibrio, lo cual se
refleja en el mundo natural con el daño a la Tierra, la contaminación de las
aguas, el envenenamiento del aire y la naturaleza explosiva de nuestro sol.
Como resultado, la humanidad vive en su sombra y nos hemos fracturado y
fragmentado.
El gran daño hecho a la naturaleza necesita
ser corregido. Con el surgimiento de la nueva Tierra los patrones energéticos,
que crean y sostienen la vida, están evolucionando. Estos patrones existen a
todos los niveles e inter-penetran el universo reflejando el orden unificador
de toda la creación. El proceso evolutivo está ocurriendo en respuesta a la
necesidad de sanación de la naturaleza. La humanidad por tanto, estará obligada
a evolucionar y a sanar emocionalmente, físicamente, mentalmente y
espiritualmente para garantizar su supervivencia en el planeta. Por esta razón,
es esencial que ustedes se reconecten con y desarrollen una conexión más
profunda y consciente con la naturaleza y con la Tierra.
La naturaleza es receptiva y disfruta ser
participante activa en nuestra sanación y crecimiento. Dedicar tiempo a la
naturaleza sintoniza la energía de ustedes y les permite asimilar e integrar
las energías cambiantes que emanan de la naturaleza. Esto ajusta sus biorritmos
para equilibrarlos con los del planeta, equilibrando y proporcionando un cambio
profundo en su relación con el mundo natural. Como resultado, toda su
estructura energética se alterará para re-equilibrar las fuerzas elementales
dentro de ustedes. Un proceso que les ayudará a anclar su alma dentro de la
realidad de la nueva Tierra.
Este año más que nunca, se hace importante
reconectarse con los ciclos de nacimiento, muerte, primavera, verano, otoño e
invierno de la naturaleza. Esta conexión expandirá su conciencia y resaltará su
papel como un Guardián de la Tierra. Al comprender este papel ustedes
comenzarán a entender que tienen la capacidad para comunicarse con la Tierra
porque ustedes vienen de la Tierra. La naturaleza trasmitirá mensajes sutiles y
les guiará para que descubran lo que necesita sanar tanto en ustedes como en el
mundo natural.
Como una encarnación de la divinidad, ustedes
tienen el poder para crear, neutralizar y transformar la energía para el
planeta. Abracen su papel como un Guardián de la Tierra y humildemente aprendan
a caminar por una senda de armonía y equilibrio. Aprendan a enfocar su energía
y conviértanse en el vínculo viviente entre el Cielo y la Tierra. Recuerden que
ustedes tienen el poder de traer el cambio y la transformación a la
humanidad.
Ánclense a la Tierra y renuncien a la
necesidad de control y dominación. Conéctense con el proceso evolutivo de la
naturaleza y permitan sentir su energía abundante. Escuchen el grito de la
Tierra y viajen a los océanos, las montañas, los bosques y los lagos.
Aprendan a bailar con los elementos, a cambiar la energía y a despertar
el manantial de flujo constante de creatividad que reside profundamente dentro
de ustedes. Utilicen el pleno poder de su corazón y procuren vivir su
vida en reverencia a toda vida.
Este artículo puede ser republicado como
está, sin cambios y con todos los vínculos activos ©2017 Kate Ann
Spreckley http://www.spiritpathways.co.za
Traducción: Fara
Gonzalez
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo
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