Por Karen Berg
Cuando pienso en la manera en la que los niños aprenden a caminar,
recuerdo cómo el Creador nos enseña a avanzar en nuestra vida. Todos lo hemos
visto antes: un padre cariñoso que toma de las manos a su hijo para motivarlo a
dar su primer paso. Luego otro, y otro más. Mientras lo hace, el padre se
separa poco a poco. Con cada paso que el hijo da, el padre se separa un poco
más. El amor ayuda a la otra persona a crecer y fortalecerse por sí misma. Así
también es como cambiamos y mejoramos nuestra vida como adultos. Aunque sea
aterrador, si lo intentamos, nos daremos cuenta de que en efecto tenemos el
valor, la fuerza y la capacidad para seguir avanzando.
El escritor Joseph Campbell escribió: “Me he dado cuenta de que sólo
tienes que dar un paso hacia los dioses para que ellos den diez pasos hacia ti.
Ese paso, el heroico primer paso del viaje, está en el borde de tus límites o
más allá de éste, y a menudo debes darlo antes de que sepas que recibirás
apoyo”.
Esta semana, el Creador extiende Sus amorosos brazos hacia nosotros, nos
motiva a caminar hacia Él. Somos llamados a dar ese salto de fe.
La porción de esta semana es Beshalaj. Probablemente sea una de las más
famosas, si no la más famosa, que leemos en todo el año. Los israelitas estaban
siendo perseguidos por el Faraón y su ejército luego de haber escapado de la
esclavitud de Egipto. Su persecución llega a un fin dramático en el Mar Rojo,
donde los israelitas se encontraron entre la espada y la pared. Frente a ellos
había una impasible masa de agua y detrás tenían a un furioso ejército
determinado a asesinarlos. En este punto, le rogaron a Moshé que regresaran a
la esclavitud en Egipto, pero el Creador tenía un plan. El Creador les dijo a
los israelitas que siguieran avanzando, que continuaran. Y ellos lo hicieron.
Se adentraron en el Mar Rojo y, al hacerlo, ocurrió un milagro: ¡el Mar Rojo se
separó! Se crearon dos muros de agua y ellos pudieron cruzar el mar pisando
tierra, así lograron escapar del Faraón y su ejército.
¿Qué significa esto para nosotros hoy en nuestra vida? El poder para
hacer milagros es nuestro esta semana. Los israelitas estaban verdaderamente
aterrorizados, pero dieron el siguiente paso de su viaje. Aunque parecía
imposible, fueron capaces de crear el milagro necesario y acceder al siguiente
nivel de su camino espiritual. Nosotros, también, tenemos ese mismo poder
ahora. Aunque sintamos debilidad en las piernas o consideremos que no estamos
listos, tenemos el poder para dar el siguiente paso hacia nuestra vida de
ensueño.
Sólo nosotros podemos dar ese siguiente paso. Nadie puede darlo por
nosotros. Vinimos a este mundo para construir nuestra propia vida y caminar
nuestro propio camino. Es imprescindible que demos los pasos necesarios en
nuestra vida, especialmente cuando parece imposible dar ese siguiente paso
hacia adelante. Ya que estos son los pasos que crean bendiciones más allá de lo
que podemos imaginar.
Puedes superar cualquier “Mar Rojo” que estés enfrentando. Hay un
poderoso milagro a tu alcance.
¿Qué camino está frente a ti esta semana? ¿Qué nuevo paso podrías dar?
Esta semana en tus meditaciones, visualízate firmemente en pie. Siente la
fuerza en tus piernas y el sólido suelo que pisas. Inhala la certeza del
Creador y recuerda que no estás solo. La soledad no existe.
Nos acompañan todos nuestros padres y madres. Todos nuestros ángeles
guardianes caminan con nosotros. El Creador está contigo. Moshé está contigo.
Visualízate dando cada paso lentamente. Camina con fuerza y valentía en la Luz,
hacia los brazos abiertos del Creador. Tal y como un niño que aprende a
caminar, siente esa misma alegría y emoción.
Esta semana, siente la motivación para seguir avanzando. Quizá puedas
sentir la valentía en el aire que te inspira a actuar en función de la vida a
la que estás destinado. Si estás dispuesto a hacerlo, realiza una acción esta
semana que quizá temías realizar en el pasado. Esta semana, un paso en realidad
equivale a mil. Si tienes fe y das esos pasos, presiento que te esperará un
gran milagro, uno que está muy cerca.
Con amor,
Karen
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