Arcángel Gabriel a través de Marlene Swetlishoff
«Al practicar el silencio periódicamente, se
establece una conexión con la Divinidad dentro de uno y fluye hacia uno un
mayor caudal de guía y dirección.» ARCÁNGEL GABRIEL
Amados,
Deseo hablar sobre la cualidad del Amor
llamada silencio. Cuando uno se interna en el silencio, es un acto de Amor
por el Yo, pues es dentro de las funciones internas de uno, dentro del corazón
de uno, donde se halla el verdadero y auténtico Yo.
Al practicar el silencio periódicamente, se
establece una conexión con la Divinidad dentro de uno y fluye hacia uno un
mayor caudal de guía y dirección. En silencio entonces, lejos de las
distracciones mundanas, se hallan las verdades que sustentan, nutren y
alimentan el Alma y el Espíritu de uno.
Practicar el silencio internamente abre
percepciones y perspectivas diferentes, que de lo contrario podrían nunca haber
venido a la luz. Es en silencio que uno llega a conocerse a uno mismo con
claridad y verdad, una vez que todo el ruido externo de los pensamientos y
quehaceres cotidianos de uno se calma. En este espacio sagrado se halla un
mayor significado y propósito para la vida de uno, una comunión con aspectos
superiores de uno mismo, que elevan, inspiran y empoderan el Ser de uno. Es en
los momentos de silencio interno que muchas grandes ideas y obras nacen y se
traen a la manifestación para ser compartidas con los demás.
Cuando se sientan en silencio, la energía que
permea vuestro campo de energía o aura se llena de partículas de luz dorada,
pues se ha establecido una conexión con la Divinidad dentro de ustedes y un
sentimiento de dicha puede precipitarse sobre ustedes. En silencio se descubren
muchos tesoros desde vuestro interior. En silencio tiene lugar un flujo de
creatividad divina y comienza a florecer hacia la manifestación. En silencio muchos
pensamientos y recuerdos profundos y empoderadores de la propia naturaleza
divina de uno vienen a la superficie de la consciencia y se genera una mayor
confianza en las habilidades de uno.
En las interacciones de uno con los demás, es
muchas veces un acto de amor el guardar silencio cuando la pronunciación de
palabras podría herir o lastimar al otro. El silencio puede traer unidad y
sanación en las relaciones con los demás. El silencio puede traer una mayor
claridad y apreciación en alguna situación que no se siente cómoda. El acto del
silencio refuerza el conocimiento interno y los impulsos intuitivos de uno.
Existe una vasta riqueza con la cual conectarse cuando uno practica esta
cualidad del Amor. El silencio interno es un momento para nutrirte y darte amor
a ti mismo, pues es sólo cuando puedes amarte a ti mismo que puedes
verdaderamente amar a otro.
En silencio, uno se vuelve un observador del
fluir de la vida a todo el alrededor y abre la puerta a dimensiones diferentes
de la consciencia que revelan muchas maravillas y milagros. Los portales de la
imaginación se abren de par en par y pueden tener lugar gozosos y alegres
viajes a otros reinos. El silencio se llena de conmovedoras e infinitas
posibilidades conforme uno atraviesa los rayos de Luz con los Ángeles. El
silencio trae una profunda apreciación de la belleza en todas sus maravillosas
formas.
El silencio es un profundo regalo de Amor
para uno mismo, que nos llena de una sensación de paz y equilibrio y un sentido
de lo correcto de nuestro lugar en el mundo. Sobre las alas del silencio, les
dejo ahora para que ponderen sobre mis palabras.
YO SOY el Arcángel Gabriel.
Canalizado por Marflene Swetlishoff
©2011 Marlene Swetlishoff -Tsu-tana
(Soo-tam-ah) Guardiana de la Sinfonías de la Gracia – www.therainbowscribe.com
Traducción: Oscar Jose Salazar
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