Por
Michael Berg
El
mes de Acuario es llamado, en hebreo, el mes de Shevat. La palabra shevat
significa “báculo”. Entonces, para entender cuáles son algunos de los regalos
disponibles para nosotros en este nuevo mes de Acuario, debemos comprender cuál
es el secreto del báculo.
El
secreto del báculo, y por consiguiente del mes de Shevat, tiene que ver con la
simple y poderosa conciencia de realmente saber que estamos completamente
conectados, siempre, con la Luz Infinita, la fuente de todo. Y cuando sabemos
esto, la fuerza de nuestra conciencia y el conocimiento de ello influirán en
cuánta Luz podemos atraer. Por ejemplo, si pensamos que esto podría ser verdad,
pero no estamos seguros, sólo atraeremos un pequeño haz de Luz de la fuente de
todo. Pero si llegamos a un estado en el que estamos constantemente conscientes
de esto, podemos atraer cada vez más Luz.
Cuando
una persona sabe esto y lo recuerda todo el tiempo, ese conocimiento la conecta
con la fuente de vida. Por ende, la fuerza de esa conciencia y conocimiento es
el indicador de cuánta Luz recibiremos; mientras más poderoso y claro sea este
conocimiento en nuestra conciencia, más Luz podremos atraer. Tanto es así que,
los kabbalistas explican, llegará un momento en el que, como está escrito en el
Libro del Profeta Zejaryá (Zacarías), toda persona con su shevat, su báculo,
será capaz hasta de atraer la Luz para resucitar a los difuntos.
Recordar
continuamente que siempre estamos conectados con la fuente de todas las cosas
es un trabajo constante. La fuerza de ese conocimiento y tener esa conciencia
permanente influyen en cuán grandes, abundantes y poderosas serán las
manifestaciones de los milagros y las bendiciones que podremos traer a nuestra
vida. Pero cuando hacemos este trabajo, que comienza en este mes de Acuario,
nos conectamos con la Luz que puede ayudarnos en cualquier aspecto. Y en la
medida en la que haya duda sobre esa realidad o haya carencia de esa
conciencia, en esa misma medida habrá carencia en lo que podamos manifestar.
Hay
una historia sobre el gran profeta Elishá en la que la madre de un niño que
acababa de morir envía un mensaje a Elishá en el que le pide que realice el
milagro de resucitar al niño.
Está
escrito que envió a su asistente, Gehazi, le dio su báculo y le dijo: “Toma mi
báculo, no hables con nadie y resucita al niño”. El asistente fue, pero habló
con algunas personas. Cuando intentó resucitar al niño con el báculo, no pudo.
Elishá le dijo: “Tú, que no eres un profeta, que no estás tan elevado como yo,
tienes el potencial de incluso resucitar a los muertos. Puedes hacerlo,
mientras tu conciencia sea fuerte, mientras no te distraigas de este
conocimiento”. Sin embargo, Gehazi se distrajo, como probablemente todos lo
estamos de este conocimiento, y no pudo manifestar ese milagro.
En
nuestro día a día, lo que la mayoría de nosotros queremos y deseamos no está en
ese nivel de resucitar a los muertos. Pero el mensaje de esta historia es el
mismo. Los kabbalistas dicen que cuando despertamos en la mañana debemos ver
nuestra conexión directa con la Luz del Creador. Debemos ver que nuestra alma
está conectada con la fuente de todas las cosas, con la Luz Infinita. Entonces,
debido a eso, sabemos que podemos manifestar lo que necesitemos, pero debemos
hacerlo todo el tiempo.
El
mes de Shevat representa el regreso a nuestra fuente de conexión y a esta
conciencia simple. Podemos despertar una gran conexión con la fuente de vida y
con la fuente de toda la Luz y las bendiciones, y atraer dichas bendiciones a
través del canal que ya existe. Y he ahí la belleza y la fuerza de esto: el
canal está allí, ya sea que estemos conscientes de él o no. El hecho de que
estemos vivos significa que estamos conectados con la fuente de todas las
cosas. Pero cuán poderosa y grande es la Luz y las bendiciones que atraemos
para nosotros y los demás a través de ese canal depende de la fuerza de nuestra
conciencia sobre eso.
Es
uno de los simples, pero poderosos, secretos del mes de Acuario. El báculo, que
representa soporte, es el entendimiento de que recibimos apoyo en este momento,
lo sepamos o no, de al menos un pequeño haz de Luz que conecta nuestra alma y
fuerza de vida con su fuente, la fuente de todas las cosas, la Luz Infinita. Y
la cantidad de Luz que podemos obtener a través de ese canal depende de la
fuerza de nuestro conocimiento sobre él. Entonces, si pudiéramos llegar a un
estado en el que por veinticuatro horas al día, o al menos mientras estemos
despiertos, tenemos la claridad de que, en este momento, estamos conectados con
la fuerza de todas las cosas, entonces sabríamos que podemos ser el vehículo, a
través de ese canal, de todas las cosas. Si tenemos el 100 % de esa conciencia,
podemos hacer el 100 % de las cosas. Si tenemos un 20 % de esa conciencia,
podemos hacer el 20 % de las cosas.
El
poder y la belleza de esto es que ya existe. No tenemos que crearlo. El hecho
de que estemos vivos, de que nuestra alma esté en nuestro cuerpo y nos dé
fuerza de vida, grande o pequeña, significa que ya estamos conectados con la
fuente de todas las cosas, que ya estamos conectados con el Infinito. Pero
cuánto podamos manifestar depende de nuestra conciencia y conocimiento de esa
conexión. Por lo tanto, una pregunta simple que podemos hacernos este mes es:
¿cuán fuerte es mi conciencia sobre mi conexión directa con la Luz Infinita?
El
secreto del mes de Shevat es que el shevat, o báculo, que respalda a nuestra
fuerza de vida está presente, pero el trabajo de este mes es hacerlo crecer.
¿Cómo lo hacemos? Recordando diariamente que nuestra alma está conectada con la
fuente de todas las cosas y con el Mundo Infinito. Sólo tenemos que agrandar el
canal con el fortalecimiento de nuestra claridad, certeza y conciencia sobre
esa conexión. Mientras más poderosa, fuerte y clara sea, más podremos
manifestar a partir de ella. Durante todo este mes de Acuario tenemos la
oportunidad de usar estos pensamientos conscientes para elevarnos y, en
consecuencia, ser capaces de atraer y manifestar gran Luz para cada uno de
nosotros individualmente y para el mundo.
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