MICHAEL BERG
La porción Yitró es importante porque en ella
ocurre la Revelación del Sinaí, los llamados Diez Enunciados, el momento en el
que se reveló Bilá HaMávet LaNétsaj, la eliminación del dolor, el
sufrimiento y la muerte de este mundo. Por lo tanto, en Shabat Yitró, el
momento de la revelación de la Luz de Bilá HaMávet LaNétsaj, hay un
concepto sobre el que he estado pensando. Somos conscientes, por supuesto, del
poder del Zóhar y de la importancia de estudiarlo, pero ¿realmente estamos
activando cada vez más pasión por el poder del Zóhar y una conexión con él?
Hay un regalo, un lugar en el que el Creador
anexó Su Luz más elevada, una Luz más elevada que el resto de todo lo creado en
este mundo, y que está dentro de la Luz del estudio del Zóhar. Así pues,
necesitamos visualizar esto y, cada vez antes de abrir el Zóhar, verdaderamente
usar nuestra conciencia sobre lo que el Creador ha hecho. Tenemos que entender
que el Creador ha adherido cada letra y palabra a la Luz más elevada e
importante que tiene para darnos. Ya sea que hagamos recorrido visual, lectura,
estudio o pronunciación de sus palabras, tenemos que ver la gran Luz que está
adherida a cada una de estas letras y palabras.
Si nos fijamos en cada letra y palabra, todas
tienen Luz. Pero funciona como una pirámide invertida de Luz. El Ramjal dice
que mientras más ahondemos para entender, atraemos más de esa Luz hacia
nosotros. Sí, al hacer recorrido visual nos conectamos con un nivel, al leer
nos conectamos con otro, y al entender nos conectamos con un nivel mayor. Y si
bien es cierto que cada una de estas letras y palabras tienen gran Luz
adheridas a ellas, aún hay una Luz cada vez mayor. Entonces, la conexión simple
es un nivel, la conexión profunda es otro y el mayor entendimiento es otro
nivel más.
Por eso, la mayor Luz que el Creador ha
adherido a estas palabras depende de cuánto de nuestro esfuerzo, conciencia y
entendimiento invertimos en ellas. Este regalo, esta infusión de Luz que el
Creador ha puesto en este mundo, tiene muchas posibilidades de conexión y Luz.
Los niveles de Luz dependen del nivel de inversión de esfuerzo que se ponga en
el deseo de entender. No obstante, el Ramjal explica que tenemos que saber que
incluso en los niveles más bajos, todo estudio atrae gran Luz. Claro está que
mientras más se invierta en esfuerzo, tiempo, conciencia y entendimiento, se
revela más la Luz adherida a las palabras; la garantía es que cualquier tipo de
conexión con la Luz del Zóhar atraerá este, el mayor de los regalos.
Entonces, si bien cada aspecto del estudio
atraerá gran Luz, invertir más esfuerzo en el estudio nos permitirá alcanzar un
nivel creciente de conexión. Lo que es importante entender, y la razón de la
importancia de la conciencia, es que las palabras del Zóhar en su forma física
no son tan especiales. Aunque el entendimiento literal de los grandes secretos
que el Zóhar revela sea importante y especial, es de un nivel mucho más inferior
en comparación con la Luz que el Creador adhirió a ellos.
Es importante entender que no se trata de lo
que está allí, sino más bien de la decisión del Creador de adherir esas letras
y palabras a una gran Luz. Rav Áshlag dice que el Creador decidió dar un regalo
doble: adherir esta gran Luz a las palabras que también tienen secretos en
ellas y nos despiertan ante la conexión espiritual. Pero el hecho de que el
Zóhar tenga grandes secretos y sabiduría espiritual está completamente separado
de la elección del Creador de adherir estas letras y palabras a una gran Luz.
Rav Áshlag explica que tenemos que tener
claro que estas dos realidades del Zóhar son distintas: podemos leer sobre la
gran Luz, la sabiduría y tener inspiración, entendimiento y secretos, pero esa
sabiduría, entendimiento y demás existen independientemente de la elección del
Creador de adherir las palabras a la gran Luz. Para explicar esto con un
ejemplo, imaginemos que en una fiesta hay un globo atado a una silla. No hay
conexión entre la silla y el globo, excepto que alguien decidió que con un hilo
sería unido el globo a una silla. No hay nada que estipule previamente la
necesidad de la unión de una silla y un globo, sólo los une el hecho de que
alguien haya decidido unirlos.
Por lo tanto, el Ramjal dice que el verdadero
poder de la Torá, y en específico, la mayor Luz de la Torá (la Luz del Zóhar),
no son las palabras, enseñanzas ni secretos; es la elección que el Creador hizo
de adherir estas letras y palabras a Su máxima Luz. Así pues, de no ser por esa
decisión del Creador, sería como estudiar cualquier otro gran libro de
sabiduría. Porque que hay muchos libros de sabiduría, pero ninguno tiene la
decisión de la Luz del Creador de adherir Su máxima Luz a sus palabras. Eso es
lo que hace al Zóhar tan poderoso. Sin embargo, si no tenemos esta conciencia,
aprendemos sabiduría de un libro que nos conecta con poderosos secretos, pero
ese no es el propósito del Zóhar… Tenemos que tener esta conciencia y claridad,
porque otros libros de sabiduría no tienen el regalo inherente que consiste en
la adhesión de cada palabra con la gran Luz por parte del Creador.
El Ramjal nos dice que lo que el Creador hizo
con la Torá, y específicamente con el Zóhar, es adherir letras y palabras a una
Luz divina, elevada y celestial. Entonces, según él, una persona que entiende
esto, con la conciencia correcta, debería temblar cuando lee y se conecta con
el Zóhar porque todo esto es lo que tenemos cuando leemos y estudiamos el
Zóhar. Con cada letra y palabra atraemos la gran Luz que el Creador adhirió a
ellas.
Ya que es un libro tan poderoso y lleno de
luz, si abrimos el Zóhar y sólo hacemos una conexión, obtendremos algo de Luz.
Pero la oportunidad verdadera es tomarnos un momento antes de abrir el Zóhar
para recordar esta conciencia: el Creador decidió adherir la Luz más elevada y
poderosa a estas letras y palabras con las que estoy por conectarme, por eso,
mientras leo, estudio, recorro visualmente y me conecto con ellas, mi
conciencia es usarlas para atraer la gran Luz que el Creador adhirió a ellas.
El Ramjal dice que, si lo hacemos, también atraeremos la gran Luz adherida a
estas letras y palabras, haremos cada vez más poderosa la gran Luz del Creador
que está en nuestro interior y podremos atraer corrección y Luz para el mundo
entero. Sin embargo, si no tenemos esta conciencia, la gran Luz no puede ser
atraída por nosotros, más bien será simplemente otra forma de estudio que
alguien hace.
Shabat Yitró es el momento en el que fue
revelada la Torá literal en el Sinaí, pero más importante aún, cuando fue
revelada el alma, la gran Luz de la Torá (que es la Luz del Zóhar). Por
consiguiente, lo que debemos pedir en este Shabat, aplicando este
entendimiento, es obtener la conciencia para reactivar constantemente en
nosotros el poder que tenemos de revelar, a través de la conexión con el Zóhar,
la mayor Luz del Creador que está disponible.
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