¡Hola Familia!
En esta ocasión es turno del Código PACIENCIA, el cual forma parte del
Sistema Turquesa y Zafiro. Su energía fue canalizada por la Tortuga Abuela y contiene
la vibración del Rayo Azul Zafiro; este Rayo representa la energía del Orden
Divino, el equilibrio y la Sabiduría interior. En este caso el Código PACIENCIA
contiene también la energía del Rayo Azul Zafiro, por lo cual, al activar la
energía del Código también estarán recibiendo la energía del Rayo Azul Zafiro.
Este es el mensaje del Código:
“Todo Ser es en esencia una semilla que contiene en su interior todo el
potencial de la creación.
Como Semilla vienes a este mundo a germinar, crecer y brindar los frutos
representados por tu Sabiduría interior. Todos somos como semillas y aquello
que nos alimenta para crecer son las experiencias. A medida que te permites
aprender de todo cuanto te rodea y te sucede, tu Sabiduría comienza a aflorar
sin esfuerzo alguno. Tal como la Semilla de una planta comienza a florecer sin
esfuerzo, al alimentarse de todos los elementos de su entorno.
Sin embargo, al contrario de la Semilla, el Ser Humano suele rechazar
ese alimento, que está representado por las experiencias y por las personas que
le rodean. Pues suele resistirse a aceptar a los demás tal cual son, o se
resiste a aceptar las experiencias que le suceden. Al resistirse a aceptar lo
que su entorno representa, el Ser Humano comienza a creer que todo está en su contra
y se queja porque su entorno no logra cumplir con sus expectativas. Por lo
mismo pierde la Paciencia y el sentido de la orientación, cegándose a aprender
de los demás y de las experiencias, para convertirse en un manojo de críticas,
decepción y amargura. De esa manera, la Semilla que el Ser Humano es, se
comienza a marchitar. Pues pierde el enfoque de su energía, la cual dirige
hacia su entorno mediante sus quejas, justamente para alimentar y engrandecer
aquello que le disgusta. El Ser Humano
se desespera y desea que las cosas sucedan como él quiere o desea que las
personas cambien, para que sus expectativas puedan ser cubiertas. Y poco a poco
deja de ver la belleza en lo que le rodea y comienza solamente a ver más cosas
por las cuales quejarse y así su propia belleza y su Luz comienza a disiparse
para darle paso a las sombras de su ego.
Por ello, es tan importante siempre recordar que todo cuanto sucede en
tu vida tiene el propósito de ayudarte a aprender las lecciones que como Alma
elegiste aprender. Y todo llega en el momento justo. Nunca antes y nunca
después. Para que la Semilla de Luz y Belleza que el Ser Humano es pueda
germinar, necesita recordar la PACIENCIA.
La Paciencia es el arte de saber comprender, esperar y al mismo tiempo,
avanzar. Pues el tener Paciencia es vivir desde el entendimiento de que todo
tiene un ritmo. Todo sucede cuando es el mejor momento para que suceda. Tal
como los frutos caen cuando están maduros. Es saber aceptar lo que tienes y
eres en este momento, proponiéndote el aprender de todo cuanto sucede y sacar
el máximo provecho de todas las experiencias. Es saber madurar y esperar el
momento para que la maduración nos premie con los mejores frutos.
Tener Paciencia es aceptar a los demás como son. Aceptar sus diferencias
y saber reconocer que eso es lo que la otra persona tiene para enseñarte, pues
es a través de las diferencias que aprendemos. Si todos fueran igual a ti,
nunca recibirías nada nuevo.
Tener Paciencia es saber aceptar que aquí y ahora tienes todo lo que
necesitas para aprender la lección de este momento de tu vida. Es tener la
humildad para aceptar lo que el Universo te está entregando y fluir en tus
procesos de vida, por muy dolorosos o aburridos que sean, desde el
entendimiento de que, permanecerás ahí hasta que aprendas lo que tienes que
aprender. Y cuando lo hagas, algo nuevo y maravilloso llegara a tu vida.
Tener Paciencia es tener Humildad para dejar ir tus expectativas, ya que
estas son un reflejo de tu ego. Solo el ego necesita proyectar hacia las demás
personas la exigencia del cumplimiento de una realidad que habita en su
imaginación sobre como deberían comportarse los demás para consigo. Y al hacer
esto, no estas amando a los demás tal cual son y tampoco permites que sean
auténticos. Esa es una clase de Amor que se proyecta desde la carencia
interior, en lugar de proyectarse desde el Corazón.
La Paciencia es un atributo Divino, que te expande hacia el
entendimiento de la creación y sus ciclos perfectos. Es un alimento del Alma y
es la fuerza para permanecer en plenitud en el momento presente.
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