por elarcadeastrotrina
Estamos ante grandes eventos
astrológicos, pues el pasado 15 de febrero de 2018, no sólo estuvimos bajo los
efectos de un poderoso eclipse parcial de Sol en los últimos grados de Acuario,
sino que además, la Luna Nueva ingresó a este mismo signo a las 21:06 UT,
teniendo lugar a 27º de Mercurio, planeta que además, está haciendo conjunción
con el Sol y la Luna. Mercurio indudablemente rige la comunicación, por lo que
estaremos también bajo su influencia, predominando en nosotros el raciocinio.
No hace falta mucho, para darnos cuenta
que estamos en un año estelar, donde los eventos astrológicos marcarán grandes
cambios en el mundo y a nivel personal. Acuario representa el porvenir de la
humanidad, y ahora que la Luna Nueva lo acompaña, facilitará el entendimiento y
la posibilidad de llegar a acuerdos en cualquier espacio social, por poco que
nos lo propongamos. Mercurio se encargará de anticipar lo que aún no es, los
días venideros y el tiempo de la humanidad.
Acuario es un signo regido por Urano y
Saturno, que además de ser el último signo de Aire, posee una perspectiva más
elevada y global de los dilemas humanos. Por lo que nos permitirá mirar los
problemas de una forma menos emocional y con espíritu de progreso y evolución.
Nos encontramos ante la oportunidad de mirar los sucesos que hemos estado
viviendo con intensidad, de una forma menos apasionada y mucho más racional,
permitiéndonos hacernos algunas preguntas que mientras estábamos funcionando
desde la pasión, no podíamos hacernos.
Marca entonces, un antes y un después en
nuestros días. Nos dirigimos a un nuevo tiempo, en el que nos elevaremos a un
nuevo escalón de la consciencia.
Es momento para pensar con los pies en la
tierra, y buscar soluciones para todos. La tan pronunciada división que hemos
estado experimentando desde hace ya algún tiempo, se disipará, mostrándonos la
oportunidad de analizar nuestro punto de vista y entablar el diálogo pensando
en la totalidad de la humanidad y no sólo en nuestro alcance local. Sentiremos
la necesidad de encontrar el equilibrio entre nuestra mente inferior
cotidiana y nuestra mente más elevada,
más consciente, para poder descifrar lo que nos ha estado llevando al
conflicto.
Estamos a las puertas de convertirnos en
uno con el todo. La historia de la humanidad como hasta ahora la conocemos,
poco a poco está desapareciendo, para dar paso a ese mundo con el que todos
alguna vez hemos soñado. Acuario nos permite mirar con visión de futuro,
imaginando la transformación del mundo y nuestra sociedad, dejando atrás
ideologías y preceptos que nos limitan y mantienen atados al pasado. Acuario
nos indica que a partir de este punto no podemos volver atrás. A pesar de ser
este un signo fijo, siempre tiene la mirada hacia, hacia lo nuevo,
impulsándonos a curar esas heridas como humanidad, cerrando capítulos y
aceptando lo que fue, y cómo esto nos condujo a quienes somos ahora. Toda gran
transformación comienza con un pequeño paso.
En los últimos años hemos visto como más
personas se suman a prácticas espirituales de gran compromiso, y hábitos con
ideologías transcendentales, como el veganismo y la protección del planeta.
Este impulso Acuariano llega para revitalizar nuestras deseo de elevarnos a
funcionar desde una mente superior que nos permita vernos como un todo, un gran
átomo engranando perfectamente, en donde podamos engrandecer nuestra
consciencia colectiva y superarnos como humanidad, no sólo por el bien de ésta
y nuestro planeta Tierra, sino por el bien de nosotros mismos como seres
creados por la Divinidad, que en algún momento, se unirán nuevamente a ella en
la bóveda celeste.
La llegada de esta Luna, abrió un portal
sagrado, cuyos efectos durarán aproximadamente 6 meses, y la manera perfecta de
conectarnos con esta energía, es abriendo portales sagrados a través de los
Códigos Solares, los cuales se basan en una técnica de Sanación Crística y
elevación de nuestro sistema energético electro-magnético a frecuencias más
elevadas. Es el paso de vibración de 3D a 5D cuyo proceso transforma los
distintos planos de existencia y consciencia.
Los códigos solares son números de 4
dígitos, que se recitan en pares 21 veces cuando se hacen para uno mismo o 28
veces cuando se hacen por otra persona o criatura, sean animales, gemas,
plantas, entre otros.
El símbolo de los Códigos solares es un
círculo que representa un sol, al
aplicarlo para nosotros mismos, utilizamos nueve rayos semicirculares en
sentido horario partiendo de la hora 12 como si fuese un reloj, y cuando lo
aplicamos para otros, son 11 rayos.
Preferiblemente, realizamos este trabajo
espiritual, bajo la energía directa de la Luz Solar. Sin embargo, si no hay
sol, o es de noche, podremos hacerlo a través de una visualización del Sol, u
observando fijamente el símbolo.
Se suele utilizar la siguiente
invocación:
“Desde mi Yo Superior conecto la energía
del sol con el código solar (Número) y atraigo todos sus dones”, repitiendo 21
veces el número, mencionándolo por pares.
Si se hace para otra persona:
“Desde mi Yo Superior pido permiso al
alma de… (Nombre de la persona o criatura, animal) y solicito conectar la
energía del sol con el código solar… (Número) para que respetando su libre
albedrío reciba todos sus dones”, repitiendo 28 veces el número, mencionándolo
por pares.
Basándome en los más recientes eventos
astrológicos, he seleccionado estos códigos solares para que al utilizarlos,
vibres en la perfecta conexión con la energía cósmica universal.
El código solar para conectar con la
energía del sol 1212 (doce, doce)
-Minimiza los efectos adversos de los
rayos ultravioletas.
-Aporta a nuestro cuerpo energía
solar y vital.
El código solar para la conexión interna
0101 (cero uno, cero uno)
-Facilita la introspección, orientando
los recursos internos en comunión del ser-alma-espíritu
-Indicado para inducir estado meditativo.
Imagen: Códigos Solares - Intervenida.
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