El Sol entró en el signo de Piscis a
partir del día 18 de febrero de 2018, a las 17:18 UT y a las 12:18pm
EDT, donde estará hasta el 20 de marzo de 2018. En este signo de agua,
también se encuentra Venus, el astro del amor, Quirón, a quien se le conoce
como “el sanador herido” y Neptuno, que es el planeta regente de Piscis,
trayendo al colectivo la conexión con
Universos Paralelos. Estaremos mostrando
especial atención a lo espiritual y sentiremos como somos guiados por
sentimientos altruistas. Manifestaremos menos motivación por hacer y más
por sentir e imaginar. Nuestra actitud será de “lo que sucede es perfecto”, ya
que estamos guiados por un sentido de correlaciones universales.
Piscis es un signo mutable, ya que se
sitúa al final de una de las estaciones del año -el invierno en el hemisferio
norte y el verano en el hemisferio sur-. Debido a esto, Piscis rige la empatía,
el amor, la sabiduría y la devoción. Es un signo de mucha intuición, y tiene
como misión comunicar de manera sensible, reservada, reflexiva y estratégica.
Siendo éste el tercer signo de agua, indica “el fin de las cosas”. Simbolizando
la disolución, es representado por dos peces que nadan en direcciones opuestas.
Uno de ellos, nos señala hacia arriba, nuestro ser imaginativo; el otro
nos hace caer en las aguas turbias de nuestras propias sombras. Por lo que
la energía solar junto con la energía pisciana, traerán la profunda curación
para aquellas personas, estén dispuestas a sumergirse en los mares turbulentos
de su mente.
Al entrar el Sol a Piscis, activa las
energías esenciales de este signo, impulsándonos a conectarnos más fácilmente
con las emociones y pensamientos y sentimientos del colectivo. Ya que estaremos
más propensos a absorber el sentir global, y el ambiente será propicio para que
ocurran reacciones colectivas en masa. Gracias a la energía de Quirón,
confrontaremos experiencias dolorosas que sanaremos a través de la disposición
de ayudar y comprender a los demás, para luego, poder recibir energías de
recíprocas, que podrán venir de donde menos lo esperamos. Mercurio, que es el
regente de Géminis, el signo contrario de Piscis, durante este proceso está en
el exilio y está debilitado, por lo que contribuye a que la comunicación sea
hacia lo interior, ayudándonos a despertar la intuición y la autoevaluación en
cada uno de nosotros.
Piscis mueve energías kármicas, que nos
confrontan con nuestros actos y decisiones del pasado, para darnos la
oportunidad de corregir lo que sea necesario, resolver lo que está pendiente, y
cerrar los ciclos que ya están llegando a su fin, y Neptuno, quien se encarga
de regir a Piscis, está presente en su propia casa, por lo que está contribuyendo
a elevar la calidad vibratoria del signo, conectándonos con búsquedas
espirituales, místicas, y con experiencias extrasensoriales.
Como humanidad, veremos el inicio de un
período, en donde la imaginación parecerá ilimitada, afincándose nuestro lado
artístico, y abriéndonos a nuevas experiencias espirituales, aceptando por
experiencia consciente los “Universos paralelos”. Cabe la esperanza de que
podamos ver la expresión más elevada de las vibraciones de este planeta. Toma
en cuenta que todo final de ciclo es el momento de la siembra de otro nuevo.
En este período, sentiremos como somos
guiados por sentimientos altruistas. Buscaremos una conexión con ideales más
sensibles y por ende, con personas y situaciones que se sientan reales y
cercanos al corazón. Nuestro entendimiento se tornará mucho más comprensible
ante las circunstancias propias y las de otros, y sentiremos que el intelecto
no obtendrá conocimiento por las vías tradicionales, sino que podremos aprender
más sobre nuestra naturaleza mediante la intuición.
Gracias a Jean-Pierre Garnier Malet,
sabemos que todo el Universo está desdoblado en todos sus niveles. Dentro
del Universo las personas, al ser multidimensionales, también están duplicadas;
por un lado tenemos a las personas en su forma corpuscular y por otra, las
personas en su forma ondulatoria, que es el cuerpo en su estado energético. El
tiempo no es lineal, ya que en realidad vivimos al mismo tiempo el pasado el
presente y el futuro.
Nuestros “yo-s” no viven en el mismo
momento, ni en tiempo ni es espacio; pero a pesar de eso, existen ranuras
temporales donde podemos establecer conexión entre ambos, y beneficiarnos
de sus consejos. Gracias a nuestros dobles cuánticos, nos podemos volver
intuitivos y podemos llegar hasta cambiar nuestro futuro. Además, nos permite
comprender el mecanismo de la vida y el poder e influencia de los pensamientos.
Ahora para lograr esto debemos a aprender
a hacer este contacto, empezando por estabilizar nuestras emociones y elevar
nuestra frecuencia vibratoria. Pensamientos negativos generan emociones
negativas y nos llevan por afinidad a planos de conciencia bajos, lo que
propicia a que nuestro doble energético busque en su vida
paralela esos parámetros indicados por nuestra mente negativa, provocando
que lo que se nos ofrezca no sea un futuro nada atractivo. En contra,
pensamientos positivos, hará que el yo viajero energético nos traiga la
información correcta para proyectar un futuro satisfactorio.
Según estas versiones científicas
no existe separación entre el presente el pasado y el futuro. Te puedes alinear
con la mejor versión de ti mismo en el próximo segundo. Para eso, debes dejar
de pensar en tus fracasos, tus afectaciones emocionales y actuar como si
estuvieras en la mejor versión de tu vida. Todo es mente y literalmente, cada
pensamiento crea una realidad.
Para sintonizarte con esto, debes
desvincularte de conductas de tercera dimensión y fluir en el amor,
desconectarte de la necesidad de aceptación, apegos humanos,
lucha de egos. Esta Semana es para estar en contacto con lo “verdadero” y
permanente no con lo circunstancial y perecedero.
Imágen: El renacer del Planeta -
Intervenida.
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