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5 de marzo de 2019

Kryon ante la Hermandad Femenina Lemuriana 16


Canalización de Kryon por Lee Carroll
ante la Hermandad Femenina Lemuriana
en Toronto, Canadá, el sábado 13 de febrero de 2016

Saludos, queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.

Mi socio se hace a un lado, lejos.  Y como dijimos antes, en estos mensajes no se le permite asistir; no es porque aquí haya secretos, ya que más tarde los escuchará, como lo hará el público.  La razón es esta: ustedes están celebrando el género; él no es de su género, de modo que para honrar eso, lo apartamos. La voz que ustedes oyen es masculina, pero él se ha apartado y la consciencia masculina también.  Ustedes escuchan a quien no es de un género ni del otro: yo soy Kryon, y ahora saben por qué es como es. La reunión es para honrar a las mujeres, y eso hacemos.  No se dejen engañar por la voz.


Es el Día de San Valentín. Dije eso hoy más temprano, tal vez no aquí, pero en algún lado. Y tal vez sea hora de revelar un poco sobre hombres y mujeres en Lemuria.  Puede que estas cosas les interesen, porque eran distintas de como son hoy, o quizás de como ustedes podrían pensar que serían.  Y ustedes participaron en todo eso.

Aquí hablo a un grupo de mujeres que son dadoras de vida; no todas pero casi todas. Lo diré otra vez: han venido aquí, a este lugar, a este salón, en este día, a través de todos esos miles de años y muchas encarnaciones en ambos géneros, y decimos nuevamente:  ¿Cuáles serían las probabilidades de que hayas sido mujer en aquel entonces y mujer ahora?  Les diría que 100%.  No es por accidente, querida alma antigua, que esta vez, en esta nueva energía, querida alma antigua, viniste otra vez como mujer.

 Su akash les servirá muy bien para recordar lo que fue Lemuria para ustedes, que fueron dadoras de vida así como dadoras del espíritu, fueron las chamanas de la aldea, las que sostenían la antorcha. Y aquí están otra vez.  Saber esto les sirve.  Les ayuda a sentir la autoestima de quiénes son, de quiénes han sido, y cómo pueden hoy ayudar al planeta así como lo hicieron antes.  Por medio de la Hermandad Femenina ustedes recuerdan las piezas y partes que son ustedes, aliándose especialmente a una época de Lemuria.

¿Cuáles son las probabilidades de que hayan estado en Lemuria en algún momento del tiempo a lo largo de esos miles de años? ¿Cuáles son las probabilidades?  100%.  La sincronicidad las trae a este lugar. Hay hombres que desearían poder sentarse aquí, porque lo recuerdan de modo distinto. Quiero hablarles de eso; quiero contarles sobre las relaciones, sobre lo que tal vez nunca hablamos antes y que sería de interés para ustedes.  ¿Cómo era la vida allá?  Además de lo que ya hablamos, los círculos sagrados de las mujeres, lo que ustedes hacían por los hombres, lo que hacían por ese pequeño continente llamado Lemuria.    

Si han escuchado estas canalizaciones, conocen su misterio, saben quiénes han sido ustedes. Sabían que los hombres contaban con ello; querían esto por parte de ustedes, era natural.  Es natural que la dadora de vida en este planeta sea la que está conectada en primer lugar con la Fuente Creadora, y ustedes lo estaban.

Entonces, ¿qué pasaba con los hombres y las mujeres? ¿Les gustaría saber algo sobre el matrimonio?  No había matrimonio.  Había ceremonia; diferente de lo que podrían imaginar, e involucraba a todos. Ustedes no tenían una sociedad que se iba a casa a unas chozas.  Era distinto; un comienzo, un verdadero comienzo, una consciencia inmadura en lo que concierne a la sociedad, así era Lemuria.  

Más tarde se volvió más sofisticada, pero al principio era más comunitaria, y lo que quiero decir es que vivían los tiempos y los lugares todos juntos.  Ustedes solo tomaban un esposo por vez, pero muchos vivían juntos, no se vivía aislado como hoy, que se van a una vivienda y cierran la puerta.
El matrimonio era sagrado.  No era arreglado; ustedes podían elegir - todas las mujeres tenían elección. Lo interesante de esto es que las mujeres elegían primero (se ríe).  Lo triste de esto - ahora se los cuento - es que los hombres solo se podían casar después de los cincuenta años.  La expectativa de vida para todos en Lemuria era mucho mayor que la de ahora.  Es solo una cuestión de sentido común: tenían una sociedad aislada, un mini-continente, y no tenían las enfermedades de los continentes grandes; no tenían visitantes desde ellos.  Era casi una sociedad encapsulada, donde podían cultivar sus propias curas medicinales para cualquier cosa que les aquejara, y el ADN era más puro que lo que es ahora.  Vivían una vida larga, vivían vidas saludables también.  Una de las razones es que todo lo que comían era super fresco.  La mayoría de las cosas que comían, el 90% o más, provenía del océano. Sus esposos y sus familiares, todos los hombres, pescaban. Eso es lo que hacían.  Les contamos antes: parte de su trabajo, queridas mujeres, en los círculos sagrados en que estaban, además de que casi todos los meses alguna daba a luz, y el círculo, parte de su trabajo era bendecir la pesca.  Muy temprano cada mañana les decían a los hombres, en otra ceremonia,  adónde ir para encontrar peces ese día.  Ya ven cómo ellos contaban con ustedes. ¿Cómo podían ustedes saber estas cosas?  Todo lo que les diré es que esto, otra vez, tiene que ver con potenciales, tiene que ver con la sabiduría; con saber cosas que otros tal vez no saben. Se trata de la conexión con el otro lado del velo.  ¿Pueden ver el valor que ustedes representaban para toda la sociedad? 

Los hombres recién podían casarse después de los cincuenta. Había un respeto por la edad. Las mujeres podían casarse tan pronto como pudieran concebir; los hombres solo se podían casar después de los cincuenta.  Ahora bien; esto puede parecerles raro; ellos tenían un sistema.  No era un sistema ligado al calendario en absoluto. Tenía que ver más bien con las estrellas, con el clima - en gran medida con el clima - con los vientos, y cómo variaban, cuándo recibían ciertas clases de cosas. Había ceremonias, épocas para casarse - aunque no había matrimonios - había simplemente una ceremonia de uno con el otro.  Les dije que las mujeres elegían.  Cuando los hombres pasaban de los cincuenta, eran elegidos (se ríe) por las mujeres.  Ellos no elegían; elegían las mujeres.

Por cierto, esto era un honor, y al hombre de más de cincuenta no le importaba mucho (se ríe) porque recibía una esposa joven.  Luego sucedía una cosa interesante.  Si la mujer lo sobrevivía, y casi siempre lo hacía, la esposa tenía entonces la opción de a cuál hermano de él dirigirse, de modo que casi todas las mujeres tenían eventualmente dos esposos como linaje, porque uno eventualmente fallecía.  Si ese hermano moría, entonces la mujer era viuda y podía elegir nuevamente otro hombre de cincuenta años. Si lo deseaba; la mayoría no lo hacía.

Pero era una cultura interesante, y la forma en que funcionaba y por qué funcionaba. Ellos tenían una sociedad y reglas, igual que ahora.  Hombres y mujeres tenían algunos problemas igual que ahora. Los humanos son humanos.  Pero quiero decirles algo.  Les quiero contar sobre un tiempo especial - llamémoslo así - en el año.  No duraba más de tres días, pero una vez al año, cuando el viento soplaba de cierta manera, se hacía otra clase de homenaje: es lo más cercano que puedan encontrar a un día de San Valentín.

Podría ser de interés para ustedes saber que el trabajo se compartía de una forma interesante que ustedes no conocen. No se lo hemos contado, ustedes simplemente supusieron, porque las mujeres se quedaban en casa, hacían las tareas domésticas, cocinaban las comidas, cuidaban a los niños, y en esta sociedad peculiar también eran las chamanas; ¡estaban ocupadas!  Pero no es eso necesariamente lo que hacían.

En primer lugar, hubiera sido inaceptable que una mujer cocinara los peces que habían pescado los hombres.  Los hombres cocinaban los peces. ¿No tiene sentido?  Ellos salían, ellos pescaban, ellos traían la pesca, decían hola (se ríe), ¡el pez moría en sus manos y ellos lo cocinaban! ¡Realmente tenían una ceremonia para eso!  Todos los hombres cocinaban los peces. Ciertamente era una cocina comunitaria. No todos habían pescado lo que querían, de modo que juntaban todo. Cada uno se beneficiaba del alimento de otros. ¿No tiene sentido?  Las mujeres no cocinaban, pero sí cosechaban vegetales en la isla; el trópico era maravilloso para que creciera toda clase de cosas, de modo que, en lugar de cocinar, ustedes estaban cosechando y cuidando a los niños.

Todos hicimos eso, queridas; todos los lemurianos.  Las mujeres no cocinaban. ¿Qué les parece hasta aquí? (se ríe)

Ahora bien, este era un momento especial en el año.  Es difícil describir a una sociedad que no usaba relojes, realmente.  Ustedes lo sentían, sabían qué hacer.  Los ciclos eran los ciclos. Lo mismo sucedía con los ciclos de los nacimientos; nunca cambiaban.  Pero en lo que concernía a ciertos tipos de celebraciones, la que determinaba cuándo era la fecha era Gaia.  Había una celebración de tres días: se celebraba a las mujeres. A los hombres les encantaba.  Ellos se disfrazaban (se ríe); se ponían colores especiales - no se rían - los colores que usaban las mujeres; se vestían como mujeres.  Era en honor de las mujeres durante tres días, y lo que hacían era cambiar sus roles durante tres días con los niños; los hombres cuidaban a los niños.  El día de San Valentín era un tiempo en que ellos le agradecían a las mujeres; tomaban la carga de los niños, e incluso todavía cocinaban - ¡imaginen eso!  (se ríe).  Era un honor.

 Se reverenciaba a una mujer mayor, generalmente la que tenía más nietos.  Ellas se sentaban adelante. Cuando quiera que había una ceremonia, ellas se sentaban adelante; las mujeres mayores eran consideradas casi como dioses, porque habían estado más tiempo en la Hermandad Femenina Lemuriana, porque se habían comunicado con el Espíritu y habían guiado a los hombres hacia los peces durante tanto tiempo, eran las que habían ayudado tanto a esta civilización a sobrevivir, y ellas se sentaban adelante.  Ustedes podrían preguntar: "Bueno, dónde se sentaban los ancianos de la tribu?"  (se ríe)  ¡Adelante! Porque ellas eran los ancianos de la tribu. ¿No les dije eso? Las mujeres mayores; a los hombres les encantaba, durante tres días se vestían como ustedes, con sus colores, cuidaban a los niños, era una forma de decir ¡Amamos a nuestras mujeres!  ¡Esas eran ustedes! Eso es un Día de San Valentín al estilo lemuriano.

Es suficiente por ahora.

Y así es.

Kryon


Kryon ante la Hermandad Femenina Lemuriana 17
Canalización de Kryon por Lee Carroll
ante la Hermandad Femenina Lemuriana
en Florida, el 21 de Febrero de 2016
http://amberwolfphd.com/wp-content/uploads/2016/02/Jacksonville-sisterhood-16.mp3

Saludos, queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Por si no lo oyeron antes:  el Espíritu no tiene género.  Sucede que mi socio, en esta vida, es un varón. Él se hace a un lado en estas canalizaciones; está en un lugar donde yo le bloqueo lo que se está diciendo.  La primera vez que sucedió, él pensó que algo estaba muy mal, porque él siempre podía escuchar el contenido.  Es parte de nuestro acuerdo.  Aquí no hay nada secreto que ocultarle a un varón.  La razón por la que él no está incluido, aun ahora, la razón por la que tiene que ir y escuchar la grabación para saber qué se dijo, aun ahora, es para honrar la femineidad que está aquí.  Esto es una Hermandad Femenina, entonces él no está aquí.
Quiero que comprendan esto. No hay forma de presentar esto sin género; somos una cosa o la otra, los humanos son una cosa o la otra.  En el lado del velo que es el Creador no hay partes biológicas en absoluto: solo hay amor.  Y entonces les repetimos: no se dejen engañar por la voz.
Al hablar de cosas femeninas, al repasar con ustedes esa parte de ustedes que las trae aquí, hemos hablado muchas veces de la Hermandad Femenina, para que vean que fue real.  Incluso en el lenguaje de aquel tiempo, el nombre significaba hermandad femenina. Significaba un grupo de mujeres unidas y relacionadas como familia; la mejor denominación sería "hermana".  En Lemuria, la palabra era "familia" pero quería decir familia femenina. Y con esa palabra venía otro significado, porque sencillamente se asumía y se comprendía que la energía femenina también era la que cuidaba de las sociedades en lo espiritual.  Cuidaba de ellas.  Las mujeres siempre, siempre, han sido cuidadoras.  Era tan intuitivo en todas las sociedades de Lemuria - y había muchas, era un lugar grande - había siempre un entendimiento de que las mujeres eran las que cuidaban de todas las cosas espirituales.  Era tan intuitivo, que era como preguntar; ¿Quién debe encargarse de cuidar de los niños?  Ustedes tienen los hijos,, ustedes los cuidan; ustedes también cuidan de las cosas espirituales de la sociedad. Era natural; era de ustedes.
Pero también depositaban en ustedes la responsabilidad, y algunos la llamaban poder; algunos incluso la llamaban el poder del divino femenino, y tendrían razón, totalmente.
También quiero repetir, como siempre lo hago, que no había división de género. No era como sucede hoy; ni siquiera se reconocía qué le tocaba hacer a las mujeres y qué a los hombres; no había división, no había separación en cuanto a que si se traspasaba una línea se hacía algo mal.  Se asumía lo que resultaba intuitivo.  Incluso en el pasado lo hablamos, la última vez que estuvimos aquí: ¿quiénes cocinaban los peces que los hombres pescaban?  La respuesta era: ¡Naturalmente, los hombres!  Ellos cocinaban su pesca; las mujeres cuidaban de los niños, ellas tenían los niños, ellas los cuidaban, era parte de lo que ellas hacían. Los hombres tenían los peces, ellos los pescaban, ellos los cocinaban; absolutamente intuitivo. Se honraban maravillosamente unos a otros.
También hemos hablado antes del homenaje a las mujeres; se honraban con el equivalente de un día de San Valentín, cuando los hombres se encargaban de los niños por un corto período y dejaban descansar a las mujeres.  Era una camaradería de respeto; esto es el divino poder de lo femenino.
Si pudieran retroceder y realmente ver lo que de verdad era el poder, era el poder de ser respetadas, era el poder de conocer su lugar de responsabilidad, de guiar en el Espíritu a quienes las rodeaban.  ¡Y eso es un poder asombroso!  Está regresando.  Ahora bien: no se equivoquen en pensar que es bueno por tener otra vez una Hermandad Femenina; no realmente. Lo que está regresando es que habrá un reconocimiento de su lugar y su sagrado poder femenino de guiar.
Es interesante: al mirar al mundo metafísico que los rodea, ven que la mayoría de quienes se dicen sanadores y lectores, son femeninas.  Es total y completamente natural; es intuitivo que así sea. Toman su lugar, tal como lo hicieron antes; toman su poder.
Si hoy ustedes tuvieran que tomar su poder divino femenino, ¿qué harían?  ¿Qué significa eso?  ¿Cómo se sentiría?  Les hablo de una manera que es sin género, y les digo: Está llegando.  No necesariamente como ustedes lo piensan, pero un lento cambio en ciertas sociedades se considerará elegante y sabio, cuando empiecen a reverenciarlas otra vez por lo que es la guía.  Cuando se reconozca que las mujeres pueden guiar mejor porque tienen mejores herramientas intuitivas, pueden guiar mejor espiritualmente, entonces ustedes estarán tomando, recuperando, ese sabio femenino divino.
Tomar su poder no significa blandir una espada; tomar su poder no es oponerse con más fuerza a cualquier otra cosa.  Tomar su poder es prepararse para guiar sabia, hermosa y divinamente a las familias, a hombres y mujeres, que las mirarán y dirán:  "Entendemos que tú lo tienes; usémoslo."
Los hombres, inclinándose ante ustedes a su manera, como varones, a su manera, no con condescendencia. De una manera dulce que dice: "Esto es lo que ustedes deben hacer, lo vemos. ¿Por qué no se vuelven nuestra guía?"  Habrá más y más pastoras mujeres; eventualmente - un predicción - una forma de sacerdote femenino.  Tiene que ser así, tiene que venir, y vendrá.
El verdadero poder de la divina femineidad es la guía sabia.  Así como guían a sus hijos, así guiarán a la Tierra.
Y así es.
Kryon

Kryon ante la Hermandad Femenina Lemuriana - (20)
Canalización de Kryon por Lee Carroll
ante la Hermandad Femenina Lemuriana
en Columbus, Ohio, el 9 de abril de 2016
http://amberwolfphd.com/wp-content/uploads/2016/04/Sisterhood-Columbus-April-2016.mp3

Re-enciendan su reconocimiento
Saludos, queridas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Lo hemos dicho antes.  Solo hay damas presentes aquí.  En el futuro habrá muchos de otro género escuchando, pero aquí solo está el género femenino.  Queremos que no hagan caso del hecho de que oyen una voz masculina. Hablo a través de mi socio.  Es un tiempo precioso; le pido que se vaya, no que se haga a un lado.  Él escuchará la canalización más tarde: aquí no hay secretos; es simplemente en homenaje a lo femenino.  La Fuente Creadora no tiene género,  y sin embargo su naturaleza sin género está realmente más sintonizada con lo femenino que con lo masculino.  Como ya dijimos antes, en este planeta, del género femenino son las que dan a luz; como dadoras de vida, su intuición es más elevada, y su conexión con la Fuente Creadora es más rápida.  Esto debiera por sí solo mostrarles y probarles que miles de años atrás, en el comienzo de todas las cosas, cuando hubo un tiempo en que tuvieron la opción entre luz y oscuridad , comprendieron lo que significaba la Fuente Creadora y de dónde venía, esto debiera mostrarles por qué fueron las mujeres las que llevaron la antorcha de la divinidad.  Es intuitivo, absolutamente intuitivo.  Es casi como ver a la mujer y verlo como natural; hoy en día miran lo femenino en el planeta y dicen: ellas son las que dan a luz, es lo natural; es automático.
También les hemos contado que en aquel tiempo su ADN funcionaba en un nivel mucho más alto de eficiencia; la consciencia era más alta cuando comenzaron;  bajó unos pocos niveles: más que unos pocos; durante miles de años con libre albedrío, eso fue parte de la causa para que ocurriera el cambio en los géneros y los hombres tuvieran hoy el control de casi todo lo que es espiritual.
También les hemos contado que este es el comienzo de una transformación en este planeta, cuando lo masculino y lo femenino se unan y vuelva a haber un respeto, un reconocimiento.  Van a ver, cada vez más, establecerse una intuición que dice que las mujeres están muy, muy bien equipadas para llevar lo que es espiritual al planeta.  ¿No tiene sentido que para enseñar el amor se requiera una energía femenina? Cuando el bebé abre los ojos por primera vez y conoce cómo es el amor, ve un rostro femenino. Todos los géneros las miran.  Tiene sentido, totalmente, que eso vuelva a estar en equilibrio.
Miran hacia miles de años atrás hacia algo llamado Lemuria, que ustedes han admitido que ni siquiera comprenden; no necesitan entenderlo.  La palabra misma  debiera resonar en su akash y ponerlas en estas sillas hoy.  Lemuria no es realmente un lugar; es un estado mental.
Por esta razón Melli-ha no tiene recuerdos profundos de las cosas que sucedieron, o qué hizo ella o qué no hizo; en cambio es un estado mental, y habla de una consciencia elevada cuando la divinidad del liderazgo femenino tenía significado.
Algunas de ustedes pueden ocupar ese lugar ahora mismo; solo quiero que lo simulen si es necesario, porque hay algunas en este grupo que estuvieron allá.  Lemuria duró largo tiempo; les contamos cómo funcionó, cómo literalmente algo de la humanidad pasó a través de ella.  Allí ustedes no reencarnaban; solo tenían una vida y luego pasaban a otros lugares, y la razón para ello es que quienes pasaban por allí vieran cómo funcionaba.  Quiero que simulen, si es necesario, cómo se sentía eso.  ¿Cómo se sentían ustedes al ser valoradas? Porque la humanidad que ustedes vieron, de ambos géneros, sabía quiénes eran ustedes; lo comprendía.  Así es como era.  Era ampliamente conocido, absolutamente, en la sociedad en la que estaban, que ustedes sostenían la antorcha de la divinidad y enseñaban a los demás.  Los chamanes eran mujeres; las sanadoras eran mujeres, y los hombres las amaban por esto; ustedes tenían un don y ellos lo sabían.  Ellos tenían sus asuntos de hombres; tenían cosas que los hombres debían hacer; eran los que les daban la supervivencia, cuidaban de ustedes como ustedes cuidaban de ellos.  En el sentido espiritual, ustedes eran madres divinas, y ellos lo sabían.  Quiero que piensen en una sociedad en la que podían ir de un lugar a otro y ser vistas literalmente como las sacerdotisas que realmente eran. Y era así.  Fue una época grandiosa de aprendizaje y equilibrio.  No fue perfecta, pero los roles de los géneros eran adecuados y correctos, y muchas de ustedes estuvieron allí.
Algunas razones por las que se sintieron atraídas a esta reunión, a escuchar este mensaje, a ser parte de lo que vendrá, de la ceremonia y del canto, parte de esas razones es que en algún nivel ustedes lo recuerdan.  Se sienten atraídas, queridas damas, porque no hay error ni equivocación en que otra vez ustedes llevan esta energía al planeta durante este cambio.  Aquellas de ustedes que atravesarán esto y recordarán, y llevarán esta energía adelante durante el cambio, estarán re-encendiendo la energía de la información y el equilibrio antiguos.
Ahora, al comenzar esta reunión, quiero preguntarles algo: ¿Sería posible que no simulen ahora? ¿Sería posible que pudieran re-encender los sentimientos de ser valoradas, de estar a cargo de la información de la Fuente Creadora y no evitar que llegue a otros, sino distribuirla libremente de manera amorosa, con benevolencia? Y podrían decir:  "Bueno, yo puedo simular; pero en este momento no es así en el planeta."
Hoy más temprano mi socio les dio las razones por las cuales funcionan las afirmaciones.  Ustedes ponen energías en su lugar; miran los potenciales del futuro y los realizan cuando afirman.  Yo les digo que el equilibrio del planeta eventualmente cambiará, y también los roles de los géneros en lo concerniente a la enseñanza espiritual, que estará mucho más equilibrada que lo que está hoy.
En casi todas las organizaciones - y en algunas les parecería imposible que las mujeres vayan a tener un papel - ustedes tendrán mujeres liderando, porque una consciencia más elevada en el planeta lo exigirá, porque es normal, y lo verán; está llegando.
¿Pueden ponerse ahora mismo en ese lugar en que lo sienten, lo actúan, como si estuviera aquí ahora? Porque ese es el secreto de recrear Lemuria. Cómo se sentían entonces; quiero que lo busquen en su akash y lo traigan a la manera en que se sienten ahora. Incluso aunque dirían: "La realidad del planeta no es esa," al actuar como si lo fuera, ustedes empujan los límites de la realidad y los potenciales y hacen que lo sea.  Esto puede ser difícil de entender para algunas de ustedes, pero la acción misma de sentir como si estuvieran allí otra vez, sentir que están conduciendo espiritualmente al planeta allí,  otra vez, y otra vez,  cuanto más lo hacen, más se vuelve realidad.
Verán: lo que están haciendo es colocar en la rejilla cristalina las instrucciones para lo que vendrá. Ahora es más difícil que lo que era entonces, realmente; un ADN que funciona más bajo, un mundo de machos, organizaciones que se dicen espirituales y son simplemente clubes de los muchachos de siempre.
Sin embargo, les estoy diciendo que el divino femenino de este planeta puede despertar al planeta como ninguna otra energía de la tierra.  Que aquellas que llevan a la humanidad en sus vientres escuchen esto: el bebé despierta y mira a los ojos de la madre y esa es la única conexión que tiene con el amor de Dios. Que ese bebé sea el planeta Tierra.  Ustedes son más importantes que lo que creen.  Que estos grupos florezcan alrededor del planeta; un poquito por vez hace una gran diferencia.  En esta nueva energía, ustedes son sagradas.

Y así es.
Kryon

Desgrabación y traducción: M. Cristina Cáffaro
www.traduccionesparaelcamino.blogspot.com.ar

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