Canalización de Kryon por Lee Carroll
ante la Hermandad Femenina Lemuriana
en Toronto, Canadá, el sábado 13 de febrero de 2016
Saludos, queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Mi socio se hace a un lado, lejos. Y como dijimos antes, en estos
mensajes no se le permite asistir; no es porque aquí haya secretos, ya que más
tarde los escuchará, como lo hará el público. La razón es esta: ustedes están
celebrando el género; él no es de su género, de modo que para honrar eso, lo
apartamos. La voz que ustedes oyen es masculina, pero él se ha apartado y la
consciencia masculina también. Ustedes escuchan a quien no es de un
género ni del otro: yo soy Kryon, y ahora saben por qué es como es. La reunión
es para honrar a las mujeres, y eso hacemos. No se dejen engañar por la
voz.
Es el Día de San Valentín. Dije eso hoy más temprano, tal vez no aquí,
pero en algún lado. Y tal vez sea hora de revelar un poco sobre hombres y
mujeres en Lemuria. Puede que estas cosas les interesen, porque eran
distintas de como son hoy, o quizás de como ustedes podrían pensar que
serían. Y ustedes participaron en todo eso.
Aquí hablo a un grupo de mujeres que son dadoras de vida; no todas pero
casi todas. Lo diré otra vez: han venido aquí, a este lugar, a este salón, en
este día, a través de todos esos miles de años y muchas encarnaciones en ambos
géneros, y decimos nuevamente: ¿Cuáles serían las probabilidades de que
hayas sido mujer en aquel entonces y mujer ahora? Les diría que
100%. No es por accidente, querida alma antigua, que esta vez, en esta
nueva energía, querida alma antigua, viniste otra vez como mujer.
Su akash les servirá muy bien para recordar lo que fue Lemuria
para ustedes, que fueron dadoras de vida así como dadoras del espíritu, fueron
las chamanas de la aldea, las que sostenían la antorcha. Y aquí están otra
vez. Saber esto les sirve. Les ayuda a sentir la autoestima de
quiénes son, de quiénes han sido, y cómo pueden hoy ayudar al planeta así como
lo hicieron antes. Por medio de la Hermandad Femenina ustedes recuerdan
las piezas y partes que son ustedes, aliándose especialmente a una época de
Lemuria.
¿Cuáles son las probabilidades de que hayan estado en Lemuria en algún
momento del tiempo a lo largo de esos miles de años? ¿Cuáles son las
probabilidades? 100%. La sincronicidad las trae a este lugar. Hay
hombres que desearían poder sentarse aquí, porque lo recuerdan de modo
distinto. Quiero hablarles de eso; quiero contarles sobre las relaciones, sobre
lo que tal vez nunca hablamos antes y que sería de interés para ustedes.
¿Cómo era la vida allá? Además de lo que ya hablamos, los círculos
sagrados de las mujeres, lo que ustedes hacían por los hombres, lo que hacían
por ese pequeño continente llamado Lemuria.
Si han escuchado estas canalizaciones, conocen su misterio, saben
quiénes han sido ustedes. Sabían que los hombres contaban con ello; querían
esto por parte de ustedes, era natural. Es natural que la dadora de vida
en este planeta sea la que está conectada en primer lugar con la Fuente
Creadora, y ustedes lo estaban.
Entonces, ¿qué pasaba con los hombres y las mujeres? ¿Les gustaría saber
algo sobre el matrimonio? No había matrimonio. Había ceremonia;
diferente de lo que podrían imaginar, e involucraba a todos. Ustedes no tenían
una sociedad que se iba a casa a unas chozas. Era distinto; un comienzo,
un verdadero comienzo, una consciencia inmadura en lo que concierne a la sociedad,
así era Lemuria.
Más tarde se volvió más sofisticada, pero al principio era más
comunitaria, y lo que quiero decir es que vivían los tiempos y los lugares
todos juntos. Ustedes solo tomaban un esposo por vez, pero muchos vivían
juntos, no se vivía aislado como hoy, que se van a una vivienda y cierran la
puerta.
El matrimonio era sagrado. No era arreglado; ustedes podían elegir
- todas las mujeres tenían elección. Lo interesante de esto es que las mujeres
elegían primero (se ríe). Lo triste de esto - ahora se los cuento
- es que los hombres solo se podían casar después de los cincuenta años.
La expectativa de vida para todos en Lemuria era mucho mayor que la de
ahora. Es solo una cuestión de sentido común: tenían una sociedad
aislada, un mini-continente, y no tenían las enfermedades de los continentes
grandes; no tenían visitantes desde ellos. Era casi una sociedad
encapsulada, donde podían cultivar sus propias curas medicinales para cualquier
cosa que les aquejara, y el ADN era más puro que lo que es ahora. Vivían
una vida larga, vivían vidas saludables también. Una de las razones es
que todo lo que comían era super fresco. La mayoría de las cosas que
comían, el 90% o más, provenía del océano. Sus esposos y sus familiares, todos
los hombres, pescaban. Eso es lo que hacían. Les contamos antes: parte de
su trabajo, queridas mujeres, en los círculos sagrados en que estaban, además
de que casi todos los meses alguna daba a luz, y el círculo, parte de su
trabajo era bendecir la pesca. Muy temprano cada mañana les decían a los
hombres, en otra ceremonia, adónde ir para encontrar peces ese día.
Ya ven cómo ellos contaban con ustedes. ¿Cómo podían ustedes saber estas
cosas? Todo lo que les diré es que esto, otra vez, tiene que ver con
potenciales, tiene que ver con la sabiduría; con saber cosas que otros tal vez
no saben. Se trata de la conexión con el otro lado del velo. ¿Pueden ver
el valor que ustedes representaban para toda la sociedad?
Los hombres recién podían casarse después de los cincuenta. Había un
respeto por la edad. Las mujeres podían casarse tan pronto como pudieran
concebir; los hombres solo se podían casar después de los cincuenta.
Ahora bien; esto puede parecerles raro; ellos tenían un sistema. No era
un sistema ligado al calendario en absoluto. Tenía que ver más bien con las
estrellas, con el clima - en gran medida con el clima - con los vientos, y cómo
variaban, cuándo recibían ciertas clases de cosas. Había ceremonias, épocas
para casarse - aunque no había matrimonios - había simplemente una ceremonia de
uno con el otro. Les dije que las mujeres elegían. Cuando los
hombres pasaban de los cincuenta, eran elegidos (se ríe) por las
mujeres. Ellos no elegían; elegían las mujeres.
Por cierto, esto era un honor, y al hombre de más de cincuenta no le
importaba mucho (se ríe) porque recibía una esposa joven. Luego
sucedía una cosa interesante. Si la mujer lo sobrevivía, y casi siempre
lo hacía, la esposa tenía entonces la opción de a cuál hermano de él dirigirse,
de modo que casi todas las mujeres tenían eventualmente dos esposos como
linaje, porque uno eventualmente fallecía. Si ese hermano moría, entonces
la mujer era viuda y podía elegir nuevamente otro hombre de cincuenta años. Si
lo deseaba; la mayoría no lo hacía.
Pero era una cultura interesante, y la forma en que funcionaba y por qué
funcionaba. Ellos tenían una sociedad y reglas, igual que ahora. Hombres
y mujeres tenían algunos problemas igual que ahora. Los humanos son
humanos. Pero quiero decirles algo. Les quiero contar sobre un
tiempo especial - llamémoslo así - en el año. No duraba más de tres días,
pero una vez al año, cuando el viento soplaba de cierta manera, se hacía otra
clase de homenaje: es lo más cercano que puedan encontrar a un día de San
Valentín.
Podría ser de interés para ustedes saber que el trabajo se compartía de
una forma interesante que ustedes no conocen. No se lo hemos contado, ustedes
simplemente supusieron, porque las mujeres se quedaban en casa, hacían las
tareas domésticas, cocinaban las comidas, cuidaban a los niños, y en esta
sociedad peculiar también eran las chamanas; ¡estaban ocupadas! Pero no
es eso necesariamente lo que hacían.
En primer lugar, hubiera sido inaceptable que una mujer cocinara los
peces que habían pescado los hombres. Los hombres cocinaban los peces.
¿No tiene sentido? Ellos salían, ellos pescaban, ellos traían la pesca,
decían hola (se ríe), ¡el pez moría en sus manos y ellos lo cocinaban!
¡Realmente tenían una ceremonia para eso! Todos los hombres cocinaban los
peces. Ciertamente era una cocina comunitaria. No todos habían pescado lo que
querían, de modo que juntaban todo. Cada uno se beneficiaba del alimento de
otros. ¿No tiene sentido? Las mujeres no cocinaban, pero sí cosechaban
vegetales en la isla; el trópico era maravilloso para que creciera toda clase
de cosas, de modo que, en lugar de cocinar, ustedes estaban cosechando y
cuidando a los niños.
Todos hicimos eso, queridas; todos los lemurianos. Las mujeres no
cocinaban. ¿Qué les parece hasta aquí? (se ríe)
Ahora bien, este era un momento especial en el año. Es difícil
describir a una sociedad que no usaba relojes, realmente. Ustedes lo
sentían, sabían qué hacer. Los ciclos eran los ciclos. Lo mismo sucedía
con los ciclos de los nacimientos; nunca cambiaban. Pero en lo que
concernía a ciertos tipos de celebraciones, la que determinaba cuándo era la
fecha era Gaia. Había una celebración de tres días: se celebraba a las
mujeres. A los hombres les encantaba. Ellos se disfrazaban (se ríe);
se ponían colores especiales - no se rían - los colores que usaban las mujeres;
se vestían como mujeres. Era en honor de las mujeres durante tres días, y
lo que hacían era cambiar sus roles durante tres días con los niños; los
hombres cuidaban a los niños. El día de San Valentín era un tiempo en que
ellos le agradecían a las mujeres; tomaban la carga de los niños, e incluso
todavía cocinaban - ¡imaginen eso! (se ríe). Era un honor.
Se reverenciaba a una mujer mayor, generalmente la que tenía más
nietos. Ellas se sentaban adelante. Cuando quiera que había una
ceremonia, ellas se sentaban adelante; las mujeres mayores eran consideradas
casi como dioses, porque habían estado más tiempo en la Hermandad Femenina
Lemuriana, porque se habían comunicado con el Espíritu y habían guiado a los
hombres hacia los peces durante tanto tiempo, eran las que habían ayudado tanto
a esta civilización a sobrevivir, y ellas se sentaban adelante. Ustedes
podrían preguntar: "Bueno, dónde se sentaban los ancianos de la
tribu?" (se ríe) ¡Adelante! Porque ellas eran los
ancianos de la tribu. ¿No les dije eso? Las mujeres mayores; a los hombres les
encantaba, durante tres días se vestían como ustedes, con sus colores, cuidaban
a los niños, era una forma de decir ¡Amamos a nuestras mujeres! ¡Esas
eran ustedes! Eso es un Día de San Valentín al estilo lemuriano.
Es suficiente por ahora.
Y así es.
Kryon
Kryon ante la
Hermandad Femenina Lemuriana 17
Canalización de
Kryon por Lee Carroll
ante la
Hermandad Femenina Lemuriana
en Florida, el
21 de Febrero de 2016
http://amberwolfphd.com/wp-content/uploads/2016/02/Jacksonville-sisterhood-16.mp3
Saludos,
queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Por si no lo
oyeron antes: el Espíritu no tiene
género. Sucede que mi socio, en esta
vida, es un varón. Él se hace a un lado en estas canalizaciones; está en un
lugar donde yo le bloqueo lo que se está diciendo. La primera vez que sucedió, él pensó que algo
estaba muy mal, porque él siempre podía escuchar el contenido. Es parte de nuestro acuerdo. Aquí no hay nada secreto que ocultarle a un
varón. La razón por la que él no está
incluido, aun ahora, la razón por la que tiene que ir y escuchar la grabación
para saber qué se dijo, aun ahora, es para honrar la femineidad que está
aquí. Esto es una Hermandad Femenina,
entonces él no está aquí.
Quiero que
comprendan esto. No hay forma de presentar esto sin género; somos una cosa o la
otra, los humanos son una cosa o la otra.
En el lado del velo que es el Creador no hay partes biológicas en
absoluto: solo hay amor. Y entonces les
repetimos: no se dejen engañar por la voz.
Al hablar de
cosas femeninas, al repasar con ustedes esa parte de ustedes que las trae aquí,
hemos hablado muchas veces de la Hermandad Femenina, para que vean que fue
real. Incluso en el lenguaje de aquel
tiempo, el nombre significaba hermandad femenina. Significaba un grupo de
mujeres unidas y relacionadas como familia; la mejor denominación sería
"hermana". En Lemuria, la
palabra era "familia" pero quería decir familia femenina. Y con esa
palabra venía otro significado, porque sencillamente se asumía y se comprendía
que la energía femenina también era la que cuidaba de las sociedades en lo
espiritual. Cuidaba de ellas. Las mujeres siempre, siempre, han sido
cuidadoras. Era tan intuitivo en todas
las sociedades de Lemuria - y había muchas, era un lugar grande - había siempre
un entendimiento de que las mujeres eran las que cuidaban de todas las cosas
espirituales. Era tan intuitivo, que era
como preguntar; ¿Quién debe encargarse de cuidar de los niños? Ustedes tienen los hijos,, ustedes los
cuidan; ustedes también cuidan de las cosas espirituales de la sociedad. Era
natural; era de ustedes.
Pero también
depositaban en ustedes la responsabilidad, y algunos la llamaban poder; algunos
incluso la llamaban el poder del divino femenino, y tendrían razón, totalmente.
También quiero
repetir, como siempre lo hago, que no había división de género. No era como
sucede hoy; ni siquiera se reconocía qué le tocaba hacer a las mujeres y qué a
los hombres; no había división, no había separación en cuanto a que si se
traspasaba una línea se hacía algo mal.
Se asumía lo que resultaba intuitivo.
Incluso en el pasado lo hablamos, la última vez que estuvimos aquí:
¿quiénes cocinaban los peces que los hombres pescaban? La respuesta era: ¡Naturalmente, los
hombres! Ellos cocinaban su pesca; las
mujeres cuidaban de los niños, ellas tenían los niños, ellas los cuidaban, era
parte de lo que ellas hacían. Los hombres tenían los peces, ellos los pescaban,
ellos los cocinaban; absolutamente intuitivo. Se honraban maravillosamente unos
a otros.
También hemos
hablado antes del homenaje a las mujeres; se honraban con el equivalente de un
día de San Valentín, cuando los hombres se encargaban de los niños por un corto
período y dejaban descansar a las mujeres.
Era una camaradería de respeto; esto es el divino poder de lo femenino.
Si pudieran
retroceder y realmente ver lo que de verdad era el poder, era el poder de ser
respetadas, era el poder de conocer su lugar de responsabilidad, de guiar en el
Espíritu a quienes las rodeaban. ¡Y eso
es un poder asombroso! Está regresando. Ahora bien: no se equivoquen en pensar que es
bueno por tener otra vez una Hermandad Femenina; no realmente. Lo que está
regresando es que habrá un reconocimiento de su lugar y su sagrado poder
femenino de guiar.
Es interesante:
al mirar al mundo metafísico que los rodea, ven que la mayoría de quienes se
dicen sanadores y lectores, son femeninas.
Es total y completamente natural; es intuitivo que así sea. Toman su
lugar, tal como lo hicieron antes; toman su poder.
Si hoy ustedes
tuvieran que tomar su poder divino femenino, ¿qué harían? ¿Qué significa eso? ¿Cómo se sentiría? Les hablo de una manera que es sin género, y
les digo: Está llegando. No
necesariamente como ustedes lo piensan, pero un lento cambio en ciertas
sociedades se considerará elegante y sabio, cuando empiecen a reverenciarlas
otra vez por lo que es la guía. Cuando
se reconozca que las mujeres pueden guiar mejor porque tienen mejores
herramientas intuitivas, pueden guiar mejor espiritualmente, entonces ustedes
estarán tomando, recuperando, ese sabio femenino divino.
Tomar su poder
no significa blandir una espada; tomar su poder no es oponerse con más fuerza a
cualquier otra cosa. Tomar su poder es
prepararse para guiar sabia, hermosa y divinamente a las familias, a hombres y
mujeres, que las mirarán y dirán:
"Entendemos que tú lo tienes; usémoslo."
Los hombres,
inclinándose ante ustedes a su manera, como varones, a su manera, no con
condescendencia. De una manera dulce que dice: "Esto es lo que ustedes
deben hacer, lo vemos. ¿Por qué no se vuelven nuestra guía?" Habrá más y más pastoras mujeres; eventualmente
- un predicción - una forma de sacerdote femenino. Tiene que ser así, tiene que venir, y vendrá.
El verdadero
poder de la divina femineidad es la guía sabia.
Así como guían a sus hijos, así guiarán a la Tierra.
Y así es.
Kryon
Kryon ante la
Hermandad Femenina Lemuriana - (20)
Canalización de
Kryon por Lee Carroll
ante la
Hermandad Femenina Lemuriana
en Columbus,
Ohio, el 9 de abril de 2016
http://amberwolfphd.com/wp-content/uploads/2016/04/Sisterhood-Columbus-April-2016.mp3
Re-enciendan su
reconocimiento
Saludos,
queridas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Lo hemos dicho
antes. Solo hay damas presentes
aquí. En el futuro habrá muchos de otro
género escuchando, pero aquí solo está el género femenino. Queremos que no hagan caso del hecho de que
oyen una voz masculina. Hablo a través de mi socio. Es un tiempo precioso; le pido que se vaya,
no que se haga a un lado. Él escuchará
la canalización más tarde: aquí no hay secretos; es simplemente en homenaje a
lo femenino. La Fuente Creadora no tiene
género, y sin embargo su naturaleza sin
género está realmente más sintonizada con lo femenino que con lo
masculino. Como ya dijimos antes, en
este planeta, del género femenino son las que dan a luz; como dadoras de vida,
su intuición es más elevada, y su conexión con la Fuente Creadora es más
rápida. Esto debiera por sí solo
mostrarles y probarles que miles de años atrás, en el comienzo de todas las
cosas, cuando hubo un tiempo en que tuvieron la opción entre luz y oscuridad ,
comprendieron lo que significaba la Fuente Creadora y de dónde venía, esto
debiera mostrarles por qué fueron las mujeres las que llevaron la antorcha de
la divinidad. Es intuitivo, absolutamente
intuitivo. Es casi como ver a la mujer y
verlo como natural; hoy en día miran lo femenino en el planeta y dicen: ellas
son las que dan a luz, es lo natural; es automático.
También les
hemos contado que en aquel tiempo su ADN funcionaba en un nivel mucho más alto
de eficiencia; la consciencia era más alta cuando comenzaron; bajó unos pocos niveles: más que unos pocos;
durante miles de años con libre albedrío, eso fue parte de la causa para que
ocurriera el cambio en los géneros y los hombres tuvieran hoy el control de
casi todo lo que es espiritual.
También les
hemos contado que este es el comienzo de una transformación en este planeta,
cuando lo masculino y lo femenino se unan y vuelva a haber un respeto, un
reconocimiento. Van a ver, cada vez más,
establecerse una intuición que dice que las mujeres están muy, muy bien
equipadas para llevar lo que es espiritual al planeta. ¿No tiene sentido que para enseñar el amor se
requiera una energía femenina? Cuando el bebé abre los ojos por primera vez y
conoce cómo es el amor, ve un rostro femenino. Todos los géneros las
miran. Tiene sentido, totalmente, que
eso vuelva a estar en equilibrio.
Miran hacia
miles de años atrás hacia algo llamado Lemuria, que ustedes han admitido que ni
siquiera comprenden; no necesitan entenderlo.
La palabra misma debiera resonar
en su akash y ponerlas en estas sillas hoy.
Lemuria no es realmente un lugar; es un estado mental.
Por esta razón
Melli-ha no tiene recuerdos profundos de las cosas que sucedieron, o qué hizo
ella o qué no hizo; en cambio es un estado mental, y habla de una consciencia
elevada cuando la divinidad del liderazgo femenino tenía significado.
Algunas de
ustedes pueden ocupar ese lugar ahora mismo; solo quiero que lo simulen si es
necesario, porque hay algunas en este grupo que estuvieron allá. Lemuria duró largo tiempo; les contamos cómo
funcionó, cómo literalmente algo de la humanidad pasó a través de ella. Allí ustedes no reencarnaban; solo tenían una
vida y luego pasaban a otros lugares, y la razón para ello es que quienes
pasaban por allí vieran cómo funcionaba.
Quiero que simulen, si es necesario, cómo se sentía eso. ¿Cómo se sentían ustedes al ser valoradas?
Porque la humanidad que ustedes vieron, de ambos géneros, sabía quiénes eran
ustedes; lo comprendía. Así es como
era. Era ampliamente conocido,
absolutamente, en la sociedad en la que estaban, que ustedes sostenían la
antorcha de la divinidad y enseñaban a los demás. Los chamanes eran mujeres; las sanadoras eran
mujeres, y los hombres las amaban por esto; ustedes tenían un don y ellos lo
sabían. Ellos tenían sus asuntos de
hombres; tenían cosas que los hombres debían hacer; eran los que les daban la
supervivencia, cuidaban de ustedes como ustedes cuidaban de ellos. En el sentido espiritual, ustedes eran madres
divinas, y ellos lo sabían. Quiero que
piensen en una sociedad en la que podían ir de un lugar a otro y ser vistas
literalmente como las sacerdotisas que realmente eran. Y era así. Fue una época grandiosa de aprendizaje y
equilibrio. No fue perfecta, pero los
roles de los géneros eran adecuados y correctos, y muchas de ustedes estuvieron
allí.
Algunas razones
por las que se sintieron atraídas a esta reunión, a escuchar este mensaje, a
ser parte de lo que vendrá, de la ceremonia y del canto, parte de esas razones
es que en algún nivel ustedes lo recuerdan.
Se sienten atraídas, queridas damas, porque no hay error ni equivocación
en que otra vez ustedes llevan esta energía al planeta durante este cambio. Aquellas de ustedes que atravesarán esto y
recordarán, y llevarán esta energía adelante durante el cambio, estarán
re-encendiendo la energía de la información y el equilibrio antiguos.
Ahora, al
comenzar esta reunión, quiero preguntarles algo: ¿Sería posible que no simulen
ahora? ¿Sería posible que pudieran re-encender los sentimientos de ser
valoradas, de estar a cargo de la información de la Fuente Creadora y no evitar
que llegue a otros, sino distribuirla libremente de manera amorosa, con
benevolencia? Y podrían decir:
"Bueno, yo puedo simular; pero en este momento no es así en el
planeta."
Hoy más
temprano mi socio les dio las razones por las cuales funcionan las
afirmaciones. Ustedes ponen energías en
su lugar; miran los potenciales del futuro y los realizan cuando afirman. Yo les digo que el equilibrio del planeta
eventualmente cambiará, y también los roles de los géneros en lo concerniente a
la enseñanza espiritual, que estará mucho más equilibrada que lo que está hoy.
En casi todas
las organizaciones - y en algunas les parecería imposible que las mujeres vayan
a tener un papel - ustedes tendrán mujeres liderando, porque una consciencia
más elevada en el planeta lo exigirá, porque es normal, y lo verán; está
llegando.
¿Pueden ponerse
ahora mismo en ese lugar en que lo sienten, lo actúan, como si estuviera aquí
ahora? Porque ese es el secreto de recrear Lemuria. Cómo se sentían entonces;
quiero que lo busquen en su akash y lo traigan a la manera en que se sienten
ahora. Incluso aunque dirían: "La realidad del planeta no es esa," al
actuar como si lo fuera, ustedes empujan los límites de la realidad y los
potenciales y hacen que lo sea. Esto
puede ser difícil de entender para algunas de ustedes, pero la acción misma de
sentir como si estuvieran allí otra vez, sentir que están conduciendo
espiritualmente al planeta allí, otra
vez, y otra vez, cuanto más lo hacen,
más se vuelve realidad.
Verán: lo que
están haciendo es colocar en la rejilla cristalina las instrucciones para lo
que vendrá. Ahora es más difícil que lo que era entonces, realmente; un ADN que
funciona más bajo, un mundo de machos, organizaciones que se dicen espirituales
y son simplemente clubes de los muchachos de siempre.
Sin embargo,
les estoy diciendo que el divino femenino de este planeta puede despertar al
planeta como ninguna otra energía de la tierra.
Que aquellas que llevan a la humanidad en sus vientres escuchen esto: el
bebé despierta y mira a los ojos de la madre y esa es la única conexión que
tiene con el amor de Dios. Que ese bebé sea el planeta Tierra. Ustedes son más importantes que lo que
creen. Que estos grupos florezcan
alrededor del planeta; un poquito por vez hace una gran diferencia. En esta nueva energía, ustedes son sagradas.
Y así es.
Kryon
Desgrabación y
traducción: M. Cristina Cáffaro
www.traduccionesparaelcamino.blogspot.com.ar
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