Al final de cada día, los
kabbalistas recomiendan que analicemos el día y hagamos las paces
espiritualmente con quien te haya herido o con quien tú hayas
herido. De este modo evitamos irnos a dormir enojados, tristes o con impurezas.
Estas energías pueden impedir que nuestr
a alma se eleve durante el sueño, un
tiempo en el que obtenemos importante sabiduría espiritual. Mientras
reflexionamos en la noche, somos motivados a recordar lo que es realmente
importante en la vida. Recordamos que la vida no consiste en cuánto acumulamos
o a quién derrotamos, sino de cuánto dimos y a quién amamos. Antes de cerrar
los ojos cuando vamos a dormir, recordamos nuestro propósito en este mundo. Nos
volvemos a enfocar y, con suerte, regresamos a nuestro camino espiritual. En
nuestras meditaciones nos preguntamos: “Si este fuese nuestro último día en la
tierra, ¿nos sentiríamos en paz? ¿Nos sentiríamos felices?”. Esta semana nos
preparamos para lo que podríamos llamar la “noche del año”. Nos acercamos al
último mes del año y al final del ciclo zodiacal. Llegamos al llamado Shabat
Shekalim. Este Shabat siempre sigue al inicio del último mes del calendario
astrológico. Es el momento de que analicemos, no solo nuestro día, sino todo el
año, viendo en cuáles aspectos invertimos nuestra energía, a quién amamos y a
quién nos costó amar. Recordamos nuestro propósito espiritual y lo que nuestra
alma y corazón de verdad desean. Esta semana recibimos la oportunidad para
restablecer nuestro camino y comprometernos de nuevo a seguir nuestra voz
interior. El cosmos nos regala una hoja en blanco esta semana con el fin de
prepararnos para el “nuevo día” y nuevo ciclo astrológico que tenemos por
delante.
"EL
COSMOS NOS REGALA UNA HOJA EN BLANCO."
Nuestra guía de la semana es la
porción Vayakel. Es prácticamente una repetición de las últimas dos porciones,
pero solo desde un punto de vista superficial. En Vayakehel tenemos una oportunidad
para renovar y recordar nuestro proceso espiritual. Shabat Shekalim nos prepara
para entrar en el último mes del año, Piscis II. Después de este mes comenzamos
un nuevo ciclo astrológico, comenzamos otra vez con Aries. Es un tiempo para
acoger de nuevo la vida, ya que pronto debemos repetir el ciclo del año una vez
más. Llegamos al final del año y nos preguntamos: “¿Aún estamos en nuestro
viaje espiritual? ¿Estamos siguiendo nuestra propia verdad?”. La porción
Vayakehel viene para estimular nuestros propios sueños, deseos y propósito de
vida. La porción narra la contribución de los israelitas para la construcción
del Tabernáculo, así como la labor de construirlo. A nivel metafísico, se trata
de la construcción de nuestra propia vasija espiritual interna y nuestro
esfuerzo y contribución a dicho proceso. Leemos por segunda vez sobre la
construcción del Tabernáculo, pero esta vez sin la contribución de quienes
crearon el becerro de oro, el sustituto de Moshé. Previamente, algunos
israelitas habían creado el becerro de oro para reemplazar a Moshé cuando
pensaron que él los había abandonado. En Vayakehel reconstruimos el Tabernáculo
para albergar la energía del Creador y construir nuestra propia vasija
espiritual, pero sin la negatividad del becerro de oro. Somos bendecidos con la
oportunidad para continuar nuestra elevación espiritual, pero con una
conciencia nueva y mejorada. Esta semana podemos reconstruir y
restablecer nuestras metas para alejarnos de las energías negativas y la
distracción. Recibimos el gran regalo de comenzar de nuevo, solo que esta vez
tenemos más concentración y pureza para nuestro proceso y el año entrante.
Vayakehel reconstruye y restablece nuestra metas y sueños, pero con una
conciencia más pura. Llegamos al final del año listos para avanzar y con un
mayor entendimiento del llamado de nuestro corazón. Al repetir la construcción
del Tabernáculo, somos capaces de recordar y honrar cada una de nuestras
verdades personales.
"Recibimos la oportunidad
para restablecer nuestro camino y comprometernos a seguir nuestra voz
interior."
Vinimos a este hermoso mundo para
revelar la chispa del Creador que llevamos por dentro. Nuestro trabajo divino
es construir nuestra propia estructura interior para albergar la Luz del
Creador. Estamos en la tierra para crear una vida que manifieste nuestra alma,
y esta expresión luce muy diferente para cada uno de nosotros. La expresión del
alma de cada uno de nosotros se manifestará en su manera única y hermosa. Sin
embargo, a menudo podemos olvidar el propósito de nuestra alma o puede ser
opacado con nuestros miedos. Esta semana recibimos el gran regalo de comenzar
de nuevo y recordar el llamado de nuestra alma. Podemos ser limpiados de la
negatividad, la ansiedad, las dudas y los miedos que representaban aquellos que
construyeron el becerro de oro. Somos más libres en nuestro proceso de unirnos
con el Creador y cumplir el llamado de nuestra alma en esta vida. Llegamos al
último mes del año y, como al final del día, dejamos ir lo que evita que nos
elevemos y sintamos la emoción de la oportunidad que tenemos por delante. Como
dijo Carl Jung: “Un anciano que no puede decir adiós a la vida parece tan débil
y enfermo como un joven que no logra acogerla”.
Esta semana en tus meditaciones,
enfrenta la vida en modo renovado, limpio y sin miedo. Estás dispuesto a
aceptar los susurros de tu corazón. Mañana es un nuevo día y dejas atrás el
pasado. Enfrentas el año astrológico entrante listo para renovarte en el camino
espiritual sabiendo que es el camino hacia la alegría y la plenitud más
grandes. Recuerdas lo que te hace feliz. Recuerdas lo que te trae alegría.
Recuerdas a quiénes amas. Ya no existen las fuerzas que te pudieron haber
detenido en el pasado. Te comprometes a iniciar el camino de la vida de nuevo
con confianza y certeza. En el pasado quizá callaste la voz de tu corazón, pero
ya no más. Estás listo para amar y para dar. Estás listo para mostrar la
dignidad humana que este mundo necesita. Estás listo para recordar tus propias
verdades sin ser alterado por la influencia de los demás. Estás listo para
comenzar, nuevamente.
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