Los siete
demonios que Jesús expulsó de María Magdalena:
El orgullo, la
avaricia, la ira, la gula, la impureza o lujuria, envidia, la pereza y quizás
varios más.
¿Quién puede
decir que el espíritu del orgullo no te ataca día por día? ¿Habrá alguien que
pueda gloriarse de que el mal espíritu de la lujuria no tle ha atacado y no le
va a atacar ferozmente? Y lo mismo podemos afirmar de los demás.
Pero hay una
verdad consoladora: Y es que los espíritus inmundos cuando veían o escuchaban a
Jesús empezaban a temblar y salían huyendo. ¿Por qué no pedirle frecuentemente
a Cristo que con su inmenso poder aleje de nuestra alma todo mal espíritu?
El milagro que
hizo en favor de la Magdalena, puede y quiere seguirlo haciendo cada día en
favor de todos nosotros.
Fragmento de Cartas
Egipcias- Eduardo Luz
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