Uno de los
signos de que estás encarnando a tu Versión Más Alta, consiste en que, hagas lo
que hagas, no te sientes culpable, ni sientes vergüenza.
Habitas en un espacio psicológico, donde te ves a ti misma, a ti mismo,
como una criatura en evolución, y te observas como se mira a un hijo amado.
Haces valoraciones de tus respuestas a las situaciones de la vida, y
corriges cuando sientes que has errado, pero no emites juicios negativos hacia
ti, ni hacia lo que te rodea.
Esto produce
el retorno de la risa, si es que la habías perdido, alcanzas la Inocencia de tu
Niño Solar, de tu Niño Sabio, y frecuentemente te encuentras riéndote con
ternura de ti mismo.
El desarrollo de esos nuevos filamentos de ADN, hace que ubiques tu
enfoque y codificación por encima de las bajas frecuencias del autojuicio y del
juicio a los demás.
Esta visión compasiva y desapegada respecto de tu propio Yo, se basa en
que estás tomando cien por ciento responsabilidad acerca lo que tienes delante
de ti, y comprendes que es un holograma ilusorio, construído con elementos
ajenos a tu Esencia.
Desde ahí, Respondes a la vida que has creado, en lugar de Reaccionar a
ella. Pero si te descuidas y reaccionas, vuelves a alinear el timón con la
Aceptación Incondicional a ti mismo, y eso te conduce a la Aceptación
Incondicional del origen de las respuestas en los demás.
Así, tu vida se torna más suave, más fluída, te es más fácil recibir la
Guía que viene de tu Más Alta Versión, y las sincronías encuentran el camino
abierto para que cada paso sea dado en Coherencia entre tu Corazón (de donde
sale la voz de la Esencia), y tu Cerebro ( el centro operativo ).
Si notas que estás viviendo estas frecuencias, el Portal te invita a
compartir en la página de Facebook, cómo lo sientes, y cómo lo disfrutas
en el Juego de la Vida.
Compartir enriquece al Todo, y el Todo te enriquece a Ti.
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