Steve Rother y el grupo
Bárbara:
Bienvenidos a la Historia de
Amor. Esta historia tiene lugar en la Tierra de Mu, comúnmente conocida como
Lemuria, en un tiempo olvidado hace mucho. Cuenta la historia de un jovencito a
medida que entra en su edad viril en la sociedad empoderada de Mu, con todas
las costumbres, las pruebas y la sabiduría de este pueblo avanzado pero
sencillo de esta gran tierra. La historia nos lleva a la vida de Amor y sus
últimos contratos en la tierra conocida como Atlántida. Dado en canalización
por el Guardián del Tiempo, este mensaje atemporal se necesita en la Tierra en
este momento. Nos es ofrecido con amor para ayudarnos a todos a re-cordar.
El Guardián del Tiempo:
Saludos, queridos. Yo soy el
Guardián del Tiempo y me uno a ustedes hoy para ponerlos al día sobre lo que
está ocurriendo con las historias de Amor. Estamos contando una historia
bastante larga acerca de ustedes en épocas en el planeta cuando las cosas eran
diferentes. Ustedes estaban participando en el mismo juego que están jugando
ahora. Las reglas no cambiaron, solo cambiaron algunas de las partes externas,
las piezas del tablero se desplazaron ligeramente y cambiaron, pero les decimos
que están aprendiendo a ser los más hermosos espíritus encapsulados en cuerpos
humanos. Esa es la parte que todos desean aprender. Todos desean marchar en
armonía con su espíritu. Ese fue todo el objetivo de Lemuria y para que eso
ocurriera todos tenían que estar en paz, todos tenían que hacerse responsables
de su propio poder. No es fácil, porque desde muy temprana edad a ustedes se
les enseña a entregarle su poder a otros. Sigan al líder. Incluso les enseñaron
que para ser un buen líder primero tienen que ser buenos seguidores. Todo eso
funciona, pero ¿y la armonía? Eso no es algo que siempre hayan estado
destinados a trabajar. Una persona siempre se encuentra en el nivel superior y
los demás tratan de seguir ese camino. ¿Qué pasaría si todos pudieran armonizar
y permitir que todos estén en su más elevado potencial? Eso es lo que en
realidad están intentando hacer aquí durante estos tiempos al estar en el
planeta en este momento. Estas son parte de las nuevas energías que están
presentes para que todos trabajen con ellas. Ahora voy a hacerme a un lado y
traer al grupo como colectivo y dejar que retomen la historia exactamente donde
la dejamos. Están ocurriendo algunas cosas interesantes. Los llevaremos a eso
ahora. Espavo, queridos. Yo soy el Guardián del Tiempo.
El grupo:
Saludos, queridos. Continuamos la
historia de Amor y Saroo donde la dejamos. Ellos estaban tratando de dejar
atrás el día y cuanto había acontecido. Habían ocurrido tantas cosas que ahora
su trabajo estaba empezando a cambiar. Antes solían llegar a un campamento
entero y a veces las personas iban a ver qué estaban haciendo, a veces las
personas iban a la charla junto a la fogata al anochecer, a veces se acercaban
a socializar, pero ahora las personas trataban de llegar a ellos, querían que
fueran e incluso enviaban mensajes a otros campamentos pidiéndoles que también
visitasen el suyo porque necesitaban ese estímulo, esa reunión, ese reencuentro
de sí mismos con su poder, porque lo que sucede cuando tienen miedo, ya sea
individual o colectivamente, es que pierden su poder. Es muy sencillo. El amor
y el temor no pueden existir al mismo tiempo. Todo su poder proviene del amor.
Cuando lo dejan ir, caen en el miedo, se produce un vacío que comienza a atraer
todo hacia sí: sus pensamientos, su realidad. De modo que Amor tenía que
abordar ese temor. Habló con Saroo acerca de eso a la mañana: “Tendremos que
planear una nueva manera de llegarles a las personas, porque esto se está
convirtiendo en algo muy diferente y aunque realmente deseemos continuar
difundiendo este mensaje, es importante que encontremos una nueva forma de
hacerlo y nuevos modos para comenzar a comunicarnos con las personas de otra
manera”. Y ocurrió algo interesante en sus últimas visitas a varios
campamentos: las personas comenzaron a seguirlos al ir a otros campamentos.
Incluso cuando intentaban estar solos un tiempo, descubrían que algunas
personas los seguían, intentando estar un poco más con ellos ahí. Y Amor tuvo
una idea. “Me pregunto qué sucedería si a estas personas que se sienten tan
cercanas a nosotros, que se sienten como si fueran familia, pudiésemos
infundirles aquí mismo la misma energía y activarlas y dejar que sean los
cristales; así como el cristal crece de diversas maneras a partir del mismo
fragmento. Pueden llevar el mismo mensaje y comenzar a conectarse así
personalmente. Me pregunto cómo funcionaría. Solo lo intentamos una vez con
nuestro propio hijo, al que entrenamos específicamente para que hiciera eso y
aún lo hace muy bien”.
Y Saroo y Amor decidieron hacer
eso exactamente. Se acercaron a las personas que los habían estado siguiendo, y
una noche los llevaron a una linda reunión y les presentaron la idea. “¿Les
gustaría ser fragmentos de luz? ¿Les gustaría ser los cristales si los enviamos
a lugares a los que no podemos llegar en este momento debido a la demanda, si
los mandamos a llevar este mensaje, a responder a las preguntas, para estar
ahí, para tomar a las personas de la mano en estos momentos críticos y unir los
corazones de Lemuria? Porque es lo que se necesita y sucederá muchas veces si
los lemurianos caen en el miedo. Simplemente algo desconocido es suficiente
para quitar toda la energía del amor y hacerlos caer en el vacío del miedo”.
Y así comenzó. Iniciaron algunas
clases muy especiales y en poco tiempo Amor y Saroo tuvieron su primer grupo
pequeño, de doce personas, para enviar al mundo delante de ellos para que
ocupasen su lugar y tratasen de resolver algunas de las energías. Estaban bien
entrenados, sabían cómo tratar a las personas y ciertamente conocían el mensaje,
pero sobre todo sabían cómo estar allí y sostener su propio poder mientras
estaban rodeados de otras personas. Porque ese era el desafío. A menudo iban a
una ciudad o a un campamento y las personas les pedían: “Dígannos qué hacer.
Solo dígannos qué hacen ustedes”. Lo más fácil es decirles qué hacer
exactamente y luego dejar que lo sigan a uno, pero eso no los empoderaría, ¿no
es cierto? Eso los despojaría de su poder. Así que entrenar a las personas a
mantener su poder no es fácil, y este grupo de doce fue elegido específicamente
por esa razón. No sabían si iba a funcionar. Al enviarlos, sabían que la gente
estaba esperando a Amor y Saroo y al encontrarse con otros que no fuesen ellos
podrían sentir cierta decepción, cierta frustración. Sabían que a las personas
en ese campamento tal vez les sería difícil recibir ese mensaje de amor debido
a su decepción, a su frustración.
Y así fue que estos catorce seres
-los doce que habían trabajado y se habían graduado y Amor y Saroo- trabajaron
juntos estrechamente para resolver esta situación en particular. “¿Cómo nos
podemos conectar?” Y la idea fue muy sencilla. “No van a salir a enseñar, no
van a difundir las palabras, eso ya se hizo. Todo lo que tienen que hacer es
reunir el empoderamiento de los demás, ir a cada campamento para ver qué
maestros están surgiendo ahí, qué está ocurriendo, cómo podrían ustedes ayudar
a otras personas a descubrir su poder, cómo podrían ayudarlas a hacerlo y luego
pasar al próximo campamento”. Esa era la idea: Ayudar a despertar a la Familia.
Porque al reunirse de esa manera y abrir esa energía del corazón, se formaba un
vínculo que era absolutamente enorme. Estaba más allá de lo que hoy comprenden
en su mundo, porque ser capaces de sentir las conexiones de todos de ese modo
significaba que no solo podían solucionar algunos de los problemas al enviarles
la energía correcta en el momento oportuno, sino también quitarles parte del
problema, aliviar ese temor, despojarse entre sí de esa energía
voluntariamente. Todo eso y mucho más está llegando para cada uno de ustedes.
Y esa noche, Amor tuvo un sueño
al irse a dormir. Soñó que todos estaban por dispersarse, que los doce seres
iban a seguir su propio camino al día siguiente. Y Amor estaba bastante
preocupado por cómo lo iban a resolver. No sabían si las personas lo iban a
aceptar, si iban a decir: “Ah, no, tienen que ser ellos para poder hacer esto”.
De modo que revirtieron toda la energía y en lugar de ir a enseñarles algo,
fueron a recolectar. “¿Cómo podemos juntar toda esta grandeza de todos estos
lugares?” “Bueno, no es posible que todos se junten en un solo lugar,
sencillamente se necesitarían días para que todos se reuniesen”. “¿Qué tal si
abrimos la conexión del corazón más aún?” “¿Y si durante estos tiempos fuese
posible forjar esta red consciente? Aunque tengan esa conexión en la que pueden
sentir a todos en todo momento, ¿qué pasaría si tuviesen un intervalo regular
para conectarse, para enviarles energía a ellos o extraer energía de la red
según se necesite?” No se emite juicio al respecto. No hacía diferencia alguna
si todos extraían energía a la vez o si todos la daban al mismo tiempo, porque
lo excepcional de la energía es que nunca muere, solo aumenta para sostener
cualquier tirón en ella, de forma que cuando extraen la energía, aumenta más en
su lugar. Y eso es lo que todos tuvieron que aprender en los días de Lemuria.
Al día siguiente esos doce seres
se fueron y comenzaron a llegar a los primeros campamentos. Al principio,
tuvieron bastante éxito, los recibieron bastante bien. Por supuesto, hubo
algunos puristas que solo querían que fuesen Saroo y Amor, que solo deseaban
escucharlos a ellos y seguir sus mensajes.
Pero ahora la energía ha
cambiado, porque ya no se trata de seguir al líder sino de seguirse a ustedes
mismos. ¿Cómo pueden ellos resaltar eso? ¿Cómo podemos nosotros sacar a relucir
eso en ustedes al pasar por su camino aunque sea brevemente? ¿Qué podemos
re-cordarles en sí mismos que les dé poder para dar estos próximos pasos?
Queridos, actualmente están en un tiempo de reposicionamiento y esto también
sucedió en Lemuria durante aquellos tiempos. Hubo momentos en los que pareció
que no ocurría nada en absoluto, hubo momentos en los que las personas podían
reunirse y reinstalarse, renovarse, trabajar consigo mismas de una forma
totalmente nueva. Y esos fueron tiempos realmente mágicos y ustedes están
nuevamente aquí en la Tierra en estos momentos. ¿Cómo pueden hacer surgir el
poder el uno en el otro? Eso fue, como ahora, lo más importante. No solo para
Amor y Saroo, sino para todos los que habían enviado, porque iban a trabajar en
conexión. Y cada noche, antes de irse a dormir, dondequiera que estuviesen,
cualquiera fuese su franja horaria –porque el tiempo es una ilusión- justo
antes de descansar, abrían sus corazones y se conectaban con ese grupo interno
de doce y traían cualquier cosa que pudieron despertar en cada campamento,
cualquier poder especial, las capacidades únicas que tenían estas personas que
podían comenzar a despertar, lo traían y lo compartían con el resto del grupo
de doce. Y fue un tiempo especial y único. Se conectaban catorce personas: el
grupo de doce, los doce cristales, como ellos se denominaban a sí mismos, y
Amor y Saroo. Y ellos se conectaban y les transmitían los viajes más
maravillosos y hablaban de los acontecimientos más increíbles que tendrían y
los despertares más fabulosos que tendrían, y luego les daban permiso para
seguir adelante mientras iban al siguiente campamento.
Y así fue que este vacilante
grupo de seres salió al mundo tratando de llegar a tantos campamentos como
pudieran, comenzando a extender esa conexión interior de una parte a la vez, de
un corazón a la vez. Y lo que hicieron, queridos, pese a tener esa conexión de
corazón abierto de lemurianos, pese a poder sentir y conectarse con todo, fue
construir una red interna con esos catorce seres en la que pudiesen renovar su
propia energía, en la que pudiesen conectarse consigo mismos, en la que
pudiesen ayudar a extraer toda la belleza y empoderamiento de todos a su
alrededor.
Los invitamos a ustedes, a todos
los que están viendo esto, a los que lo escucharán en su momento, a convertirse
en parte de este grupo íntimo, a convertirse en parte de esta Familia, a
trabajar en esta red de luz del corazón con la que cada uno de ustedes puede
conectarse. Lo único que se necesita es un simple pensamiento, una sencilla
conexión para enviar ese amor incondicional, para poder extraer ese amor
incondicional cuando lo necesiten, para sentir esa mano en su espalda y para
recibir esa energía amorosa, para saber que tienen un lugar a dónde enviar su
alegría. Cuando sientan alegría y amor en el mundo pueden enviarlos a este
lugar, pueden mandarlos directamente a través del corazón abierto y eso
equilibrará cuanto los rodea y elevará a todo el que esté conectado con ella.
Estos son tiempos especiales y
únicos, queridos. ¿Se atreven a ser un cristal ustedes mismos, a ser parte de
esa energía que conecta con el resto del mundo? Eso es lo que hicieron Amor y
Saroo durante aquellos tiempos especiales, porque no se trataba de ellos, ni
siquiera era su mensaje; ellos eran los traductores a través de quienes
llegaba, pero entonces más y más corazones comenzaron a comprender, aunque
siempre hubo quienes gruñeron y no les creyeron a los jóvenes que se
presentaban. “¡Ni siquiera tienen 200 años todavía! ¿Cómo podrían portar
sabiduría alguna?” Pero los escucharon cada vez más personas a medida que la
Tierra comenzó a cambiar, a medida que la tierra comenzó a retumbar, a medida
que en aquellos tiempos empezaron a tener terremotos que fueron en aumento no
solo en intensidad sino en frecuencia. Y no solo hubo actividad volcánica, sino
que las aguas comenzaron a subir también. Y al tener lugar todos estos cambios,
incluso pudieron ver que los patrones de la Tierra y los de las estaciones
comenzaban a cambiar. Con la evidencia física de que la Tierra estaba cambiando
como lo estaba, cada vez más personas empezaron a encontrar solaz en las
hermosas energías emitidas por Amor y Saroo a través de sus mensajes que
transmitían no solo en los campamentos que visitaban, sino también a través de
los cristales originalmente conectados a ellos. Y cada fragmento de luz pudo
salir y llevar uno, no para predicar, no para llevar un mensaje, no para
decirles a las personas cómo vivir, sino para reunir empoderamiento, para
conectar a la Familia, para volver a abrir esa conexión y conectar a tantas
personas como pudieran. Ese es el empoderamiento de la humanidad. Eso es lo que
hicieron Amor y Saroo en ese tiempo especial. Ellos abrieron sus corazones a su
Familia interior y eso hizo que comenzase todo un proceso. Más y más personas
comenzaron a acudir al mensaje interno, más y más personas empezaron a
escucharlo por amor y no por miedo. Y ese es el desafío que tienen todos los
que están escuchando este mensaje ahora. Los invitamos a convertirse en parte
de esta Familia, a volverse parte de estos procesos internos, porque hay mucho
trabajo por hacer, algo muy parecido a lo que hicieron en tiempos de Lemuria.
Ustedes se elevaron, conectaron a la Familia, abrieron sus corazones y
cambiaron el mundo de un corazón a la vez. Sigan con el buen trabajo, queridos.
Y ese día, una vez que todos se
fueron, Amor y Saroo se sentaron y conversaron. Se miraron y dijeron: “Esto es
maravilloso. Nos sentimos como si hubiésemos enviado antenas en muchas
direcciones distintas y ahora hay muchas razones para tener esperanza,
posibilidades de que las personas tomen su poder de nuevas formas. No veo el
momento de ver cómo funciona esto. No puedo esperar a mañana. Justo antes de
irnos a dormir, abriremos nuestros corazones y nos contactaremos con todos. No
puedo esperar a verlo”. Y esa noche, al irse a la cama, cerraron sus ojos. Todo
estaba bien en Mu.
Es con el mayor honor que los
saludamos así. Les pedimos que se traten unos a otros con respeto, cuídense
mutuamente y jueguen bien juntos. Espavo, queridos.
Desgrabación y traducción:
Traductoras voluntarias de Espavo.
Noviembre de 2018
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