Michael Berg
En la porción de
Toldot dice que Yitsjak, el hijo de Avraham, excavó pozos de agua; primero en
los mismos lugares en los que su padre los había excavado porque habían sido
cubiertos por los habitantes de esa tierra, luego en dos lugares nuevos. La
gente de la tierra, los pastores de Gerar, lucharon contra Yitsjak por esos dos
pozos; reclamaban la propiedad del agua. Al final, Yitsjak excavó un tercer
pozo por el que no hubo disputa. Y los kabbalistas explican que el secreto
dentro de la historia de la excavación de los pozos es en realidad el secreto
de la capacidad que tiene un individuo para desarrollarse espiritualmente.
Por lo tanto, uno de
los aspectos más importantes de nuestro trabajo espiritual debe ser buscar
carencia, excavar en busca de ella; eso es lo que Yitsjak estaba haciendo. No
quiere decir que diariamente iba a excavar un pozo físico. Más bien se sentaba
en la mañana y hacía introspección para ver lo que le faltaba en el plano
espiritual y la razón por la que necesitaba desesperadamente la Luz del
Creador.
La Kabbalah enseña
que hay cinco niveles del alma: Néfesh, Rúaj, Neshamá, Jayá y Yejidá. Una
persona que siente un poco de carencia construirá una estructura espiritual que
le permita solo recibir bendiciones en el nivel más bajo, Néfesh. Una persona
que excava más profundo y se toma el tiempo de darse cuenta de las áreas en las
que tiene carencias y en qué aspectos necesita urgentemente recibir la ayuda de
la Luz del Creador recibirá bendiciones del próximo nivel, y así sucesivamente.
Mientras más profundo excave, más profunda será la carencia; mientras más alta
sea la estructura, más Luz y bendiciones recibirá la persona.
Esto no era solo un
día de trabajo para Yitsjak; era algo constante. Comenzaba su día diciendo:
“Tengo que descubrir cuáles carencias tengo dentro de mí”. Por supuesto, es más
fácil encontrar qué nos falta a nivel físico, que también es importante porque
si no excavamos el pozo físico, no obtendremos la Luz para llenarlo. Pero si
una persona no excava también el pozo espiritual, si no hace introspección y
dice: “Estas son las áreas en las que necesito urgentemente la Luz del
Creador”, entonces, reitero, podrá hacer todo el trabajo espiritual, pero no
hay una base o vasija para recibir las bendiciones.
Así pues, cuando dice
que Yitsjak comenzó a excavar significa que lo primero que hacía a diario era
preguntar en cuáles aspectos de su vida y trabajo espiritual necesitaba la Luz
con urgencia. ¿Podemos decir con sinceridad que tenemos algo en lo que sentimos
que necesitamos la ayuda urgente de la Luz del Creador? Si la respuesta es no,
tenemos que darnos cuenta de que toda la Luz que podríamos recibir diariamente
será limitada. Nos despertamos en la mañana, nos sentimos relativamente bien,
seguimos adelante y hacemos nuestro trabajo espiritual pensando que al hacerlo
recibiremos bendiciones y Luz. Pero sin la profundidad de la base, no es
posible. Claro, si sentimos un poco de carencia, podemos atraer un poco de Luz
ese día, pero será limitada. Por lo tanto, lo que la porción de Toldot nos dice
es que el secreto de excavar los pozos comienza con esto; esta tiene que ser
literalmente la base de nuestro trabajo espiritual, todos los días. Tenemos que
excavar en búsqueda de la carencia.
Dice que Yitsjak
discutió con los pastores de Gerar. La palabra Gerar se
traduce en hebreo como “ser arrastrado”. ¿Qué significa esto? Nos comparamos
con los demás o somos “arrastrados” por ellos. Los pastores de Gerar recibían
su sustento basados en dónde estaban los demás: “Soy mejor que muchas personas
que conozco, así que estoy bien”. Por eso, cuando dice que los pastores de
Gerar discutieron con Yitsjak cuando estaba excavando los pozos, hace
referencia a la fuerza que le decía: “Comparado con los demás, estás bien. No
te preocupes mucho, solo haz tu trabajo espiritual”, tratando de convencerlo de
que no necesitaba excavar más profundo. Esa es la batalla entre Yitsjak y los
pastores de Gerar; la batalla entre nuestra conciencia verdadera, que sabe cuán
urgentemente necesitamos excavar para encontrar una carencia para poder crear
una vasija a la que pueda llegar la Luz del Creador, y la conciencia de Gerar,
ser arrastrado hacia donde están los demás, un lugar en donde no se siente
mucha carencia. Ese es el secreto detrás de la discusión entre Yitsjak y la
gente de Gerar.
Y esto, como
dijimos, debe entenderse como una base para nuestro trabajo espiritual. Excavar
significa darnos cuenta de cuán profunda y enérgicamente necesitamos la Luz del
Creador, darnos cuenta de cuán urgentemente necesitamos cambiar en una u otra
área de nuestra vida. Por eso, el nivel de excavación tiene que ser la base,
porque sobre él se construye todo nuestro día, semana y vida. Debemos construir
los cinco niveles, la estructura espiritual. Entonces, la pregunta que debemos
hacernos cada mañana es: ¿Estoy preparando mi vasija para recibir hoy? ¿Estoy
excavando para encontrar carencia? Porque cuando despertamos en la mañana y nos
damos cuenta de cuán urgentemente necesitamos la ayuda de la Luz del Creador,
construimos para ese día una vasija en la que la Luz y las bendiciones que
podemos atraer son ilimitadas.
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