Por Karen Berg
Cada uno de nosotros vino a este mundo con un
propósito especial. El Creador nos hizo a todos por una razón, ya que nada en
la vida es en vano. Al igual que polluelos que dejan el nido, estamos aquí para
abrir las alas e iniciar nuestro viaje especial. Para algunos, la vida puede
ser una montaña rusa de sucesos que nunca parece detenerse. Para otros, la vida
es simple y tranquila con poca algarabía. Cada uno de nuestros viajes son
distintos, pero hay un camino común que los une. Aunque nuestros viajes de vida
comiencen en millones de lugares diferentes en el mundo y vengamos de
d
iferentes contextos, etnias y religiones, todos compartimos la misma misión
auténtica en el fondo. Todos estamos haciendo el viaje hacia el descubrimiento
de nuestra alma: el espíritu interior. El descubrimiento de nuestra
alma es la activación del Creador en nuestro interior. Esta es nuestra
experiencia humana compartida. Aunque cada uno de nosotros tenga una
historia enormemente distinta, nuestra historia interna sigue siendo la misma.
Esta semana somos guiados y apoyados en nuestro proceso de dar nuevos pasos
hacia el descubrimiento de nuestra alma: nuestra verdadera misión en la
vida. Hemos sido puestos en este mundo físico para ayudar en esta misión
sagrada, ya que solo al aceptar el viaje en este mundo físico podemos descubrir
el viaje hacia el mundo interior.
Nuestro apoyo cósmico esta semana es la
porción de Vayetsé. Vayetsé significa “salió”. La porción está situada en pleno
mes de Sagitario y nos motiva a “salir” y realizar el viaje espiritual. En la
porción de Vayetsé, nuestro padre espiritual, Yaakov, sale de su tierra y se
embarca en su viaje, en consecuencia, nos revela a nosotros el nuestro. Leemos
sobre cómo Yaakov primero establece una conexión con el Creador y le pide
ayuda. Yaakov ora por protección y orientación del Creador desde el inicio. La
hermosa y muy conocida visión de la “escalera de Yaakov” se encuentra en
Vayetsé, donde Yaakov ve una red de ángeles del Creador que ascienden y
descienden entre el mundo físico y los mundos espirituales. Yaakov, a través de
sus meditaciones y oraciones, logra conectarse con sus ángeles guardianes para
que lo ayuden. Yaakov luego conoce a Rajel y se enamora de ella. Rajel
representa todas las cosas hermosas y maravillosas de este mundo que podemos
disfrutar. Sin embargo, las cosas físicas en la vida pueden controlarnos si lo
permitimos y nos distraemos de descubrir lo que está en el interior. Después de
conocer y enamorarse de Rajel, Yaakov conoce a la hermana de Rajel,
Leá, quien representa al mundo espiritual. Al
igual que todos nosotros, Yaakov estuvo entre dos mundos: el mundo físico y el
mundo espiritual. Este es el viaje que todos enfrentamos y el equilibrio que
debemos buscar alcanzar. Yaakov en un principio no quería relacionarse con Leá,
pero sabía que había nacido para descubrir más que solo el mundo físico que
Rajel representaba. Yaakov sabía que su propia alma necesitaba ser descubierta.
Yaakov inicia una relación especial con Leá en la que puede desarrollar su Luz
Espiritual y aprender a convertirse en un ser generoso. Todo esto ocurre
mientras mantiene simultáneamente una relación con su gran amor, Rajel, quien representaba
este mundo físico en el que se realiza el viaje. Yaakov terminó siendo el padre
de los doce jefes de las tribus de Israel a través de las cuales pudo ascender
y controlar las influencias de los doce signos zodiacales. Su descubrimiento
espiritual con Leá y Rajel le dio dominio sobre el mundo físico. Al igual que
una mano que controla una sombra proyectada en el suelo, Yaakov pudo alcanzar
el estado de mente sobre materia que es la meta que cada uno de nosotros está
destinado a alcanzar.
La evolución espiritual de Yaakov mientras
vivía en este mundo es la historia de cada uno de nosotros. Cada semana no solo
leemos sobre personajes del pasado, sino que leemos sobre nuestra propia vida.
Nacimos en un mundo hermoso lleno de grandes placeres y alegrías, pero ¿acaso
son la única razón por la que vinimos a este mundo? Se dice que Buda dejó su
crianza privilegiada como hijo de un rey para descubrir los secretos de la vida
y su propósito. Pudo haberse entregado a sus riquezas, pero en su lugar escuchó
esa suave voz interior. Decidió realizar el viaje para descubrir el propósito
de la vida. Nuestro patriarca Yaakov nos empodera para hacer eso mismo. Podemos
vivir setenta años como si solo hubiésemos vivido un día. Pero, al
contrario, cuando trabajamos en nuestro camino espiritual, podemos vivir un día
como si fuesen setenta años. Siempre es una cuestión de si decidimoscomenzarlo
y cuándo. Hay una chispa del Creador en cada uno de nosotros que
espera ser descubierta y encendida. Vivimos en un mundo en el que necesitamos
lograr un equilibrio entre cuán lejos viajamos externamente y cuánto
viajamos internamente. Necesitamos conseguir el equilibrio entre lo
físico y lo espiritual, y entre recibir y compartir. Nuestro cuerpo necesita
recibir constantemente, mientras que nuestro espíritu siempre tiene el deseo de
compartir y dar a los demás. Nuestra Luz interior anhela ayudar a quien lo
necesita y dar nuestro amor a los demás. Vivimos en el mundo de Rajel, pero Leá
palpita en nuestro interior. Solo cuando amemos lo espiritual tanto como
valoramos el mundo material, lograremos completar nuestra misión personal en
este mundo y la misión de toda la humanidad. Yaakov es nuestro canal para esto.
Él creó el camino para nosotros, solo necesitamos estar dispuestos a recorrerlo
y a pedir su ayuda.
Esta semana en tu meditación, te pido que
cierres los ojos y viajes a tu interior. Apártate del mundo físico, al menos
por un momento, y haz introspección. Concéntrate en tu respiración. Ve cómo se
mueve tu abdomen y siente el aire que entra y sale de tus pulmones. ¿Escuchas
tus latidos? Hay una Luz dentro de ti, una hermosa Luz que está destinada a
brillar más. Después de cerrar los ojos y apartarte del mundo físico, permítete
ir más profundo en tu espíritu. Pídele al Creador que envíe a Sus ángeles para
que te guíen en el descubrimiento de quien eres realmente. Descubrir tu alma es
descubrir al Creador en tu interior y tu capacidad para dar y compartir. Hay un
amor infinito dentro de ti que añora llegar a toda la humanidad. Finalmente,
encuentras la fuente de la bondad, la misericordia y la compasión. Este viaje
para descubrir al Creador en tu interior es la razón por la que vinimos a este
mundo. Es el viaje de toda una vida.
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