Ilustración: Meg Benedicte 2013.
Al yuxtaponer la engañosa perspectiva
científica moderna del corazón como mera bomba de sangre, con la versión
histórica del corazón como símbolo del amor y centro de sabiduría innata y
carácter humano, es fácil darse cuenta que clichés como “te amo con todo mi
corazón” o “mi corazón reboza de alegría” son sabias referencias poéticas de
verdades ancestrales que el paradigma cuántico holográfico de la energía está
desvelando y ya ha comprobado
científicamente. A un grado tal que la relevancia
del corazón como el órgano más importante del cuerpo está siendo reivindicado,
incluso, por sobre el cerebro humano.
El corazón: órgano de la verdad humana
Mucha gente piensa que el corazón es sólo una
bomba de sangre, pero nada está más alejado de la realidad. Para los antiguos
egipcios el corazón era un órgano de la verdad. El corazón es capaz de decir la
verdad sobre cómo nos sentimos o si lo que pensamos es cierto o equívoco.
Cuando mentimos, por ejemplo, nuestro corazón se acelera. De hecho, el corazón
humano tiene neuronas, similares a las del cerebro, y el corazón y el cerebro
están interconectados, creando un todo emocional simbiótico. El cerebro humano
no es la única fuente de emociones. El corazón y el cerebro trabajan juntos en
la producción de emociones.
El corazón humano está adquiriendo cada vez
mayor relevancia en el ámbito del conocimiento. El revolucionario Instituto
HeartMath, que trabaja desde los años 1980’s, realizó experimentos sumamente
relevantes hace dos o tres años. Fue así como el corazón empezó a tomar
relevancia como el órgano más importante del cuerpo humano, incluso superando
al cerebro.
De acuerdo a las investigaciones del
Instituto HeartMath, el campo electromagnético que proyecta el corazón humano
hacia fuera puede llegar hasta una distancia de cinco metros. El cerebro
también tiene un campo electromagnético, pero es mucho más pequeño. Esto es muy
importante porque la información y la energía se transmiten a través de esos
campos electromagnéticos toroidales. Esas es la forma que tiene el corazón de
enviar información primero al ADN humano y después a todos los sistemas del
cuerpo (endocrino, linfático, circulatorio, digestivo, etc.). El corazón
también transmite información al lóbulo frontal del cerebro, y lo más curioso
es que él envía información con una anticipación de 4.5 segundos. El corazón
puede anticiparse a lo que va a pasar, antes que el cerebro. Y del corazón
depende toda la salud física y psicológica del ser humano.
La coherencia cardíaca
Todo ser humano debería buscar lo que el
Instituto HeartMath llama “la coherencia cardíaca.” De ella depende que la
información que el corazón transmite a través de su campo electromagnético sea
una información coherente. La coherencia cardíaca se logra gracias a las
emociones coherentes (que no es necesariamente lo mismo que emociones negativas
o positivas). Cuando el corazón recibe emociones coherentes transmite
información coherente a través de su campo electromagnético. Al transmitir
información coherente, los sistemas del cuerpo funcionan de manera coherente;
si se transmite información incoherente, los sistemas del cuerpo se vuelven
incoherentes y el organismo puede enfermase tanto físicamente como mentalmente.
El ser humano no puede darse el lujo de tener emociones caóticas e
incoherentes.
“El corazón debe experimentar emociones
coherentes, pues sus campos electromagnéticos afectan de manera directa el ADN
y todas las células de todos los sistemas fisiológicos. Por ello es necesario
abandonar el ego y sus negatividades o exaltaciones caóticas y vibrar con
emociones coherentes buscando la coherencia cardíaca (o resonancia) para poder
comunicarnos de manera eficiente.” (Carlos Delfino en Libre Conciencia)
El campo magnético del corazón está acoplado
a campos de información que no están limitados a las clásicas barreras de
tiempo y espacio. Estas evidencias vienen de rigurosos estudios experimentales
que investigan la hipótesis de que el cuerpo recibe y procesa información acerca
de eventos futuros antes que estos realmente sucedan. Los resultados de dichos
estudios proveen sorprendentes datos que muestran que tanto el corazón como el
cerebro reciben y responden a pre-estímulos de información acerca de eventos
futuros. Además, hay indicaciones de que el corazón recibe información
intuitiva antes que el cerebro y que el corazón envía diferentes patrones y
señales al cerebro, y así lo determina.
La coherencia cardíaca y el universo interconectado
De todas las teorías científicas del universo
que emergieron del siglo XX, la más relevante —y útil al ser humano— es la que
dice que todo el universo está interconectado y en coherencia. Coherencia
implica orden, estructura, armonía y alineación con y entre sistemas, ya sean
átomos, organismos vivos, grupos sociales, planetas o galaxias.
La mayoría de las personas saben lo que es
sentirse en estado de armonía o en un estado alterado. Cuando nuestro corazón,
mente y cuerpo se encuentran en un sentimiento de unidad, logramos ingresar en
un estado donde nos sentimos conectados no sólo con lo más profundo de nosotros
mismos sino con los demás, incluso con la Tierra. Llamamos a este estado de
conectividad interna y externa: coherencia.
Coherencia se refiere a la totalidad, donde
el todo es más que la suma de las partes individuales. Para que un sistema
funcione debe tener la propiedad de coherencia global, en este caso nuestros
sistemas físico, mental, emocional y social. Sin embargo, la eficiencia de la
energía y el grado de coordinación en las acciones de cualquier sistema puede
variar ampliamente, saliendo del estado de coherencia.
Esto es justamente lo que el premio Nobel de
química, Ilya Prigogine, llamó “sistemas alejados del equilibrio” estableciendo
las leyes particulares de los mismos. Los seres humanos vivimos en uno de esos
sistemas, también conocido como “la matrix” o “la cárcel del alma.” La buena
noticia es que se puede escapar de este sistema y también se pueden lograr
cosas tan maravillosas e inconcebibles para el paradigma materialista-mecanicista,
que eso sería un peligro para la élite global que controla este sistema.
¿Por qué la medicina occidental aún no reconoce el conocimiento de la
emoción coherente del corazón?
La medicina tradicional occidental no acepta
este conocimiento por encontrarse anclada al paradigma mecanicista-materialista
en que la ciencia tradicional se fundamenta. Esto lo saben bien los biofísicos
experimentales que trabajan en el nuevo paradigma científico
cuántico-holográfico, que es un paradigma que concluye —de manera científica—
que la materia no existe en sí, sino que es energía de baja densidad. Para la
ciencia cuántica, todo es energía, y debe abordarse como tal. Y el hecho que
todavía sigamos anclados en la inercia del viejo paradigma mecanicista de la
materia se debe a que las élites que controlan el planeta lo siguen promoviendo
como vehículo para impedir que el ser humano pueda dar el salto cuántico que
permita la ascensión de la conciencia.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=343&v=30kce9K4fvU
El nuevo paradigma científico
Para el nuevo paradigma cuántico-holográfico,
también conocido como paradigma de la energía, el ADN humano no sólo produce
proteínas. Pjotr Garjajev, un científico ruso que estudió la totalidad del
genoma humano, afirma que el ADN es un sistema cuántico macroscópico que se
regenera. De acuerdo a esto, el reconocido físico Sir Roger Penrose y el médico
Hameroff establecen que la conciencia no surge de la complejidad neuronal, sino
que la conciencia es todo lo que hay, y se asienta en todas las células del
cuerpo.
“Penrose y Hameroff trabajaron juntos y
descubrieron que en cada una de nuestras células, y no solamente en las
neuronas, sino también en el citoesqueleto que son los microtúbulos de
polímeros que están en cada una de nuestras células, allí se asienta la
conciencia de forma cuántica. Así que todas las células de nuestro cuerpo
piensan, y también las que están en el campo bioenergético. El alma está en
todo el cuerpo, está en el campo bioenergético, y a su vez el campo
bioenergético está entrelazado con el vacío cuántico, es decir, con la
conciencia absoluta. Ese es el paradigma que estamos tratando de difundir.”
(Carlos Delfino en Vida Coherente).
Gracias a estos fundamentos de la nueva
ciencia cuántica de Penrose y Hameroff, el catedrático ruso Dr. Konstantin
Korotkov pudo desarrollar el método Korotkov VDG para ver la conciencia. Para
ello, inventó una cámara llamada “Cámara Kirlian” que es capaz de fotografiar
energía solamente, a la cual agregó un método de visualización por descarga de
gas (VDG). Es decir que descargando un gas y tomando la foto con esa cámara
logró fotografiar el alma (término religioso) o la conciencia (término
científico) humana al salir del cuerpo.
Emociones negativas intensas son un riesgo para la salud
La relación entre el cerebro y el corazón
puede verificarse al observar cómo la perspectiva mental y emocional determina
la salud —especialmente la salud del corazón. La ira intensa, por ejemplo,
eleva cinco veces el riesgo de ataque al corazón, y tres veces el riesgo de
derrame cerebral.
El dolor intenso después de la pérdida de un
ser querido incrementa el riesgo de tener un ataque al corazón. El día
siguiente a la pérdida el riesgo es 21 veces mayor, y se mantiene seis veces
más alto que lo normal por algunas semanas (1).
Estudios también muestran que la gente
expuesta a experiencias traumáticas, por ejemplo, veteranos de guerra,
damnificados por desastres naturales o financieros, registran tasas más altas
de problemas cardíacos que la población general (2).
Una actitud positiva puede reducir el riesgo ataque al corazón
Así como las emociones negativas tienen el
potencial de dañar el corazón, las emociones positivas pueden sanarlo. En un
estudio (3), de cerca de 1,500 personas con alto riesgo de padecimiento de
arteria coronaria, aquellos que reportaron ser alegres, relajados, satisfechos
con la vida, llenos de energía, redujeron en un tercio eventos coronarios como
ataques de corazón. Aquellos con el riesgo más alto de eventos coronarios
registraron una reducción de cerca del 50% de riesgo.
Otros estudios han reportado que:
• El bienestar psicológico está asociado con
la reducción consistente de riesgo de padecimiento coronario del corazón (4).
• La vitalidad emocional puede proteger a
hombres y mujeres de riesgo de padecimiento coronario del corazón (5).
• Pacientes alegres con padecimientos
cardíacos viven más que los pacientes pesimistas con padecimientos cardíacos
(6).
• Personas muy optimistas tienen riesgo menor
de morir por cualquier causa, así como riesgo menor de morir por un ataque al
corazón en comparación con personas negativas (7).
Terapéutica de la coherencia cardíaca
Las investigaciones del Instituto HeartMath
han demostrado que los cambios en el ritmo cardíaco, llamados también
variabilidad de ritmo cardíaco (VRC), reflejan el estado emocional del ser
humano.
De acuerdo a esta lógica, todo ser humano
debe alcanzar lo que se conoce como la coherencia cardíaca:
Encontrar el propio patrón de ritmo (la
estructura en los cambios de pulsos en períodos de tiempo y no el pulso
cardíaco en un momento específico), sin racionalizarlo y tener una técnica para
volver la VRC a la normalidad. Esto se puede lograr mediante los ejercicios que
promueve el propio Instituto HeartMath, y también con terapia de sonido, con
música, cantos, solfeggios, sonidos ancestrales y la frecuencia 432 Hz.
Debemos buscar la coherencia cardíaca para
proteger la salud, ya que todo el ADN está en resonancia con las ‘ondas de
sonido’ del corazón. El corazón debe también experimentar emociones coherentes
para que el campo electromagnético toroidal pueda entrelazarse con el Vacío
Cuántico, y con la totalidad del universo, para facilitar así el proceso del
despertar de la conciencia y salir definitivamente de la mátrix
materialista-mecanicista en que vivimos.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=460&v=EbpzO0PY2LI
Fuentes:
1. Circulation. 2012 Jan
24;125(3):491-6.
2. NBC News March 10, 2013.
3. Am J Cardiol. 2013 Oct
15;112(8):1120-5.
4. Health Psychol. 2011
May; 30(3): 259–267.
5. Arch Gen Psychiatry.
2007 Dec;64(12):1393-401.
6. Proc Natl Acad Sci U S
A. 2011 November 8; 108(45): 18244–18248.
7. Arch Gen Psychiatry.
2004;61(11):1126-1135. Arch Gen Psychiatry. 2004;61(11):1126-1135.
8. Libre Conciencia. Sobre el universo y el
hombre – El corazón del ser humano I y III.
9. Wake-Up World.
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