Año Nuevo Maya 2019: cómo son las energías
del ciclo que comienza
El 25 de julio es clave en
el calendario maya: es el famoso “día fuera del tiempo”. Y el 26 se
celebra el “año nuevo”, el inicio de un nuevo ciclo. ¡Porque el mundo no se
terminó en 2012!
Calendario Maya 2019: las energías del año
que comienza
El 26 de julio comienza, para el Calendario
Maya, un nuevo año, un nuevo ciclo. Estos pueblos indígenas mesoamericanos que
vivieron hace tres mil años atrás contaron con grandes astrónomos, que
realizaron una medición del tiempo basada en cálculos matemáticos complejos que
sincronizaban ciclos biológicos, culturales y galácticos.
Ahora arranca el año signado por el
"Mago Magnético Blanco", y su cálculo se basa en el ciclo de la Luna,
de 28 días. Así, son 13 lunas, de 28 días cada una, que resultan en 364 días,
más un día: el 25 de julio, conocido como el "día fuera de tiempo".
Esto da como resultado los 365 días, que es el ciclo de la tierra alrededor del
Sol. Jaime San Martín Barzi, facilitador y terapeuta, cuenta aquí
algunas pautas sobre qué temas se abren con el nuevo almanaque.
"¿Pero los mayas no decían que el mundo
se terminaba en el 2012?", me preguntan algunos
lectores y seguidores en las redes sociales. La respuesta rápida es que en
2012 se acabó un mundo, y comenzó otro. No hubo cataclismos ni
revoluciones, pero sí hubo -por así decirlo- un "dar vuelta la
página" del gran almanaque cósmico que los mayas conocieron tan bien.
Las implicancias de esto son distintas para
cada persona: muchos siguieron igual, sintiéndose igual, haciendo lo mismo...
Otros, tomamos ese momento como un portal hacia una nueva forma de estar en el
mundo. Hubo muchos de estos momentos
"portal" en la historia de nuestro planeta, de nuestra humanidad. Es
difícil, mirando desde el ahora, ver cuánta transmutación trajo el cierre del
2012; en el futuro, mirarán hacia atrás y dirán.
Pero el calendario maya sigue girando,
porque el tiempo es eterno y cíclico. ¿Qué nos trae hoy, si no
es ya un aviso de "terminará el mundo en 2012"?
Este sistema -tomado por comunicadores
modernos, integrado a otros saberes y aplicado a nuestro tiempo actual- se ha
convertido en una valiosísima herramienta de autodescubrimiento y
desarrollo del ser que somos en esencia. El calendario maya tiene claves sobre
quiénes somos, qué estamos haciendo aquí, cuáles son nuestros desafíos y cómo
superarlos. Y me refiero a cada persona en particular.
A través de la lectura del "oráculo
maya", accedemos a los patrones esenciales de una persona, y podemos ver
ciertos "pilares" de su configuración energética. Claro que cada persona es un mundo, pero estos "pilares" se
vuelven herramientas muy útiles para navegar ese mundo propio. La forma de
hacer esta exploración difiere según el facilitador.
Tanto el "día fuera del tiempo"
como el "año nuevo" son momentos singulares, oportunidades para
reunirse, para celebrar -en el caso del 25 de julio- y para definir los
propósitos para el año que inicia -en el caso del 26 de julio-. Si
tenés la posibilidad de reunirte con tu tribu, aprovechá y hacé de esos días,
días singulares: agradeciendo todo lo ocurrido en el año que se cierra,
celebrando la vida, creando arte, y dando inicio a un año nuevo, más conectado
con quiénes somos y lo que nos proponemos hacer como aporte al mundo.
El cambio de ciclo 2019
El año que estamos por dejar atrás es el
año de la Luna Cósmica Roja. Fue un ciclo de mucha purificación e
intensidad emocional: impulsó lo que aceptamos y dejamos fluir, y desbordó
lo que contenemos y reprimimos. Quizá tuvo resultados catastróficos... ¿Será
que eso estaba destinado a la catástrofe? El "día fuera del tiempo"
(25 de julio) es un buen día para honrar el camino (sí: incluso si sentimos que
nos fue "mal", hay crecimiento en toda crisis, aunque hoy no lo
veamos con claridad) y celebrar el nuevo tiempo que llega.
¡Y ahora se viene un año fantástico! Mago
Magnético Blanco será un ciclo para crear la vida que se alinea con nuestro
ser.Tenemos que prestar atención a atraer lo que
queremos (lo que verdaderamente queremos) y dejar que lo otro siga de largo.
Habrá que tener en claro dos cosas: que el tiempo es AHORA (no vale decir
"si lo hubiera pensado antes" o "todavía no es el
momento"), y que tenemos el don de crear nuestras circunstancias. Un don
innato en todos los seres humanos. Lo dicen los cuánticos, lo decían los mayas,
y los chamanes y místicos del mundo también.
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