por Carolina G
Ser Humano es ser
Creador y esta verdad brilla más que nunca en este tiempo. Concluyendo la
Temporada de Eclipses, este Martes 23 de Julio 2019 el Sol hace su entrada a
Leo, signo al que rige, dando inicio a un ciclo de oportunidades para
desarrollar la Conciencia Individual. En esta Temporada Leo, vibra con especial
fuerza la necesidad de hacer contacto con el Yo, centrarnos en la propia
identidad y proceso de individuación, para dar lugar a una nueva versión Yo,
aprendiendo a crear desde el Ser que somos. Tiempo de observar el Yo Pequeño
(el Ego) y el Yo Superior (el Ser), y dar nueva luz a esa chispa divina que
brilla desde nuestro corazón y se proyecta al mundo a través de nuestras
creaciones.
Este Martes 23 de Julio comenzamos la
Temporada Leo 2019, un ciclo que promete creatividad en acción y la oportunidad
de darnos nuevo nacimiento en diferentes niveles.
Concluyendo la intensa Temporada de Eclipses que vivimos durante el mes de Cáncer, ahora es tiempo de echar raíces en la voz de nuestro corazón para
aceptar, comprender y honrar la individualidad que somos en toda la Creación.
Enfocar nuestra atención y energía en la relación con nosotros mismos,
es quizás el gran regalo de este tiempo.
El Arquetipo Leo: Ser un Sol
Leo es un signo que corresponde al Elemento
Fuego y es regido por el Astro Rey. El Sol es el centro del Universo, la
fuente de la vida y la Creación. Así, la Temporada Leo nos invita a prestar
atención a nuestro centro, tanto a nivel físico, psíquico y espiritual: el
Corazón, el Yo y el Ser.
Leo simboliza la energía de nuestro centro
humano, el Yo, la identidad, la personalidad consciente, el Ego, el carácter,
que cuando se percibe desde la Conciencia nos deja ver también el Ser que
somos. Así como Cáncer es energía que nos mueve hacia adentro,
energía afectiva que promueve el contacto con las emociones; la energía
de Leo implica el emerger de la Conciencia, el contacto con la propia
individualidad, que nace en el centro del Corazón, y se proyecta a través de
nuestras creaciones, únicas e irrepetibles. Aquello que creamos, cada pequeño
o gran acto, es la expresión de la identidad que somos, la personalidad
presente, aquellos aspectos que conforman nuestro Yo aquí y ahora, y pueden dar
lugar (o no) a la vitalización del Espíritu.
Este es un gran tiempo para observar los
actos que creamos desde nuestro Yo Consciente, y darnos cuenta si están
en coherencia con la voz del corazón y las necesidades del Ser. Es decir,
si esos actos o proyectos tienen un sentido superior, un propósito no solo para
el Ego sino para nuestra realización espiritual.
Dentro del Zodíaco, el León simboliza la vitalidad, el centro, el corazón, la creatividad,
la autoridad, el poder de la creación, la generosidad, la fuerza, la confianza.
Leo es la energía de la seguridad de la identidad, irradia
independencia plena, contacto con el Yo y la necesidad de poner el corazón en
cada actividad, relación, momento. Por eso, durante el tránsito del Sol en
Leo, la expresión desde el corazón es la clave, porque la energía
leonina busca cultivar el amor, siempre desde adentro y hacia afuera, tal como
fluye el río de la vida.
Así, esta Temporada que vivimos el tránsito
del Sol en Leo, es un tiempo para cultivar la libertad creativa respecto
a los demás, estimular la voz del corazón, la independencia y seguridad
del Yo, y enfocar en el camino que elegimos cada día para lograr nuestra
autorrealización. Aún si elegimos compartir momentos del camino con
otros, el Sol en Leo comprende fuertemente que el camino es individual,
que el amor es primero para uno mismo, y solo así podemos crear amor verdadero
con otros. La Luz brilla desde el centro.
Leo es energía de gran calidez, lealtad,
dignidad y nobleza naturales, mucha independencia y amor por el lujo y
el estilo. Es la energía del Rey, que con su carisma busca el
brillo y el reconocimiento del entorno, desplegando sus dones de nobleza y
liderazgo.
Psicológicamente, Leo es el
arquetipo del Ego, el carácter o la personalidad, que cuando se hace consciente
-es decir, cuando vemos nuestra máscara, la propia sombra del Yo pequeño- nos
permite descubrir que existe el Yo superior, el Ser, el centro del Sí Mismo, la
Conciencia del Self.
En esta Temporada Leo 2019, viviremos
la Luna Nueva en Leo el próximo 1º de Agosto, mientras que
la Luna Llena en Acuario se formará el 15 de Agosto.
El Yo Pequeño y el Yo Superior
Una vez, un maestro hindú con quien tuve la oportunidad
de tener una hermosa experiencia de conocimiento, el Maestro Dr. Sankara Bhagavadpada, discípulo de Krishnamurti, me enseñó que dentro
de nosotros existe un Yo Pequeño y un Yo Superior. Así describió la
dinámica entre el Ego y el Ser, dos dimensiones de nuestro Yo.
El Yo Pequeño es nuestro Ego, nuestro carácter, todo aquello con lo que nos identificamos fácilmente
como para describir nuestra personalidad, nuestra forma individual de
comportamiento ante nosotros mismos, el otro y el mundo. Nuestra máscara para
actuar en la sociedad.
Por otra parte, existe el Yo
Superior, el Ser, aquella dimensión mucho más amplia, que abarca al Yo
Pequeño y que suele quedar eclipsada cuando nos identificamos demasiado con el
Ego… Es una Conciencia superior de nuestra individualidad como seres
humanos, que muchas veces no vemos o no tenemos en cuenta.
Solemos identificarnos por demás con nuestro
Ego, nuestro Yo Pequeño, y descuidamos las voces de esa entidad más abarcativa
que somos, nuestro Yo Superior, que expresa nuestra energía individual y
nuestra unicidad en el mundo desde una dimensión más elevada, desde otro nivel
de Conciencia. Así, nuestro Ser queda muchas veces eclipsado por
los caprichos, limitaciones y trampas del Ego.
Así, en esta Temporada se enfatiza el
potencial de crear Conciencia de nuestro Yo Pequeño, las sombras de nuestra
personalidad, para así dar lugar a la experiencia del Yo Superior.
Leo, Jung y el Proceso de Individuación
En este sentido, Carl Gustav Jung (26 de
Julio 1875-1961), un psiquiatra suizo con el Sol en Leo, discípulo
de Freud, propuso como camino de sanación de la Psique que llamó el “Proceso de
Individuación”, integrando las enseñanzas de la Filosofía Antigua, la
Alquimia, el I-Ching, los Mandalas, los Sueños, también la Astrología, el
Tarot, y otros saberes antiguos cuya profundidad y enfoque
psicoterapéutico era muy poco comprendido en la época en que Jung vivió.
Con el Sol vibrando en Leo, la Luna en Tauro
y el Ascendente en Acuario, Jung propuso la llegada al verdadero
Yo como un proceso de iluminación de nuestras sombras, para llegar a
conocernos mejor y comprender nuestra verdadera naturaleza, lo luminoso y lo
oscuro, e integrar así de forma verdadera todas nuestras partes para vivir
como seres completos. Siempre desde el centro y hacia afuera.
Trascendió la existencia física, haciendo de
su vida un tiempo creativo que perdura y perdurará para siempre,
porque su obra ya es parte de nuestro Inconsciente Colectivo.
Todo lo que verdaderamente
damos con el corazón a lo largo de la vida queda para siempre, no se muere,
porque vive en otros. Y Jung vive en mí, invitándome cada día a conocerlo más y
expandir sus enseñanzas.
Además de proponer el gran Proceso de
Individuación para poder hacer contacto con el Ser, el Self o Sí Mismo,
este hombre vanguardista supo romper los viejos esquemas de pensamiento y
formalidad, para proponer una Psicología basada en el cultivo de la
Espiritualidad.
Habiendo sido mayormente incomprendido en su
época, es Ahora que, con la entrada en la Nueva Era de Acuario, su obra se
torna más y más comprensible. Fundó el Principio de Sincronicidad,
recuperó el conocimiento antiguo de la Alquimia y la Simbología como llaves
hacia la sabiduría y la sanación de la Psique, y asentó las bases de la
Astrología Psicológica. Animó el mundo de los Sueños, los Símbolos, los
Arquetipos y el Inconsciente Colectivo, para hacer de su vida una experiencia
en pos de la creación de la Psicología Transpersonal, un legado dejado a la
humanidad que hoy celebramos y nos permite crecer como especie.
Gran Maestro. Supo proponer que cada
desorden psíquico y físico es una pérdida de espiritualidad, y también
marcó algunos caminos para encontrarnos con el Ser Creador que somos. En este
sentido, ha trabajado con muchísimas personas creando diferentes
prácticas de expansión de Conciencia y desarrollo del Ser. Su obra
ha resultado Luz para la humanidad. Jung es mi guía y es por eso que,
de alguna manera, busco siempre transmitir su legado en cada creación propia.
Oportunidades de la Temporada Leo 2019
Observa tu Yo y describe con pocas palabras quién eres en este momento,
cuáles son esas notas características que se despliegan ahora desde el centro
de tu Ser, tu corazón y crean tu identidad presente. Anímate a soltar viejas
etiquetas que ya no calzan, que ya no viven ni vitalizan tu espíritu sino que
limitan el despliegue de tus potenciales. Observa tu Yo Pequeño y tu Yo
Superior.
Esta Temporada Leo 2019 es un tiempo perfecto
para hacernos cargo de vitalizar el corazón, permitiéndonos
expresar lo que verdaderamente nos hace brillar aquí y ahora. Si nos permitimos
habitar en las necesidades del corazón, todo eso que emana hoy, si lo
abrazamos y nos dejamos atravesar por esa luz, entonces estaremos creando
verdadero Amor personal.
Es un Tiempo de darnos
nuevo nacimiento.
Tiempo de hacer crecer desde adentro
una luz nueva, rasgos nuevos del carácter que permitan una nueva versión de
nosotros mismos. Tiempo de observar el Corazón y darnos cuenta cómo está aquí y
ahora, darle amor, es decir, darnos amor verdadero. Es tiempo de concentrarnos
en ampliar la Conciencia de quiénes somos, o mejor dicho, quiénes
estamos siendo, y animarnos a expresar todo eso hacia el afuera.
En esta Temporada Leo, la oportunidad
es observar el Ser Creador que somos y asentar las bases de nuestra
nueva vida ahora. Porque siempre tenemos la oportunidad de renacer.
Expandir la Conciencia de
quiénes somos es un resultado que se da a partir de la práctica, a través
de hechos, actos, no palabras ni análisis, ni teorías, sino pura praxis. La
vida no es teoría, sino experiencia.
Tiempo de potenciar esa fuerza creadora que
somos, de comprender que darnos amor, permitirnos verdaderamente lo que
anhelamos desde el corazón, es la base principal para crear lo que
queremos.
Practicar (y no teorizar) el amor propio es
también la oportunidad central de este ciclo, y junto a ello el contacto
directo con los talentos creativos de cada uno, los dones personales: esos
regalos que nos brinda el Universo y que nos hacen únicos, a la vez que
alimentan nuestra vitalidad. Nuestros dones y talentos son una gran
fuente de energía. Porque cuando estimulamos el corazón todo cobra nueva
vida, nueva luz, nuevo brillo que nos ilumina eternamente.
INDIVIDUACIÓN
«En el centro de mis
descubrimientos psicológicos se encuentra nuevamente un proceso de
transformación interna: la individuación.
Empleo la expresión
«individuación» en el sentido de aquel proceso que engendra un «individuo»
psicológico, es decir, una unidad aparte, indivisible, un Todo.
Individuación significa:
llegar a ser un individuo y, en cuanto por individualidad entendemos nuestra
peculiaridad más interna, última e incomparable, llegar a ser Uno Mismo. Por
ello se podría traducir «individuación» también por «mismación» o
«autorrealización».
Extracto del libro “Recuerdos, Sueños y Pensamientos”
de Carl G. Jung
No hay comentarios:
Publicar un comentario