por Carolina G
Venus acaba de entrar en Leo y
transitará por este signo de Fuego hasta el 21 de Agosto. Con Venus
en Leo, la expresión del propio brillo es una necesidad, y por eso este
clima astrológico nos mueve hacia la apreciación de la propia
belleza, así como la valoración de nuestros dones y talentos creativos. Venus
en Leo enciende el Amor al Yo, por eso ahora es tiempo de embellecer y
amar esa chispa divina que somos, aquello que nos hace únicos.
Desde hoy y hasta el 21 de Agosto, Venus
transitará por la energía de Leo irradiando un fuerte poder para alimentar el
Amor al Yo.
Como ya sabes, Venus es el planeta que
representa la energía femenina, y se expresa en la forma de dar y recibir amor,
goce sensual y cuidado con los demás. El deseo y la atracción, el amor por uno
mismo, el erotismo, la autoestima, la belleza y la armonía, son el eje central
de esta energía.
Por otra parte, dentro del Zodíaco el León simboliza la vitalidad, el centro, el corazón, la
creatividad, la autoridad, el poder de la creación, la generosidad, la fuerza,
la confianza. Leo es la energía de la seguridad de la identidad, irradia
independencia plena y contacto con el Yo. La expresión del Ser es la
clave, porque la energía leonina busca ser significativa de algún modo y
mostrarse hacia el afuera. La sensación de libertad creativa respecto a los
demás, de independencia y seguridad del Yo, es lo que brilla desde el centro.
Leo es energía de gran calidez, y una
dignidad y nobleza naturales, extravagancia, amor por el lujo y el estilo.
Es la energía del Rey, y por eso Leo busca el brillo y
el reconocimiento del entorno. Leo también es energía de alegría,
liderazgo, y de búsqueda de la identidad basada en la autoexpresión.
Leo es centro, vitalidad, brillo, creatividad. Y es la energía del líder por
naturaleza.
Por eso, ahora que también vibramos el
tránsito de Venus en Leo, el Cielo nos mueve para contemplar nuestro
centro más brillante, nuestra fuente de energía y mostrar esa propia chispa
divina a los demás.
Brillan los dones, brillan talentos, brilla
la creatividad. Es tiempo de observar y disfrutar de ese contacto con nuestra
más auténtica singularidad, y crear una nueva forma de relacionarnos con
el poder de la expresión del Yo.
Compartir el corazón es la gran
oportunidad. Es tiempo de mostrar nuestra divinidad y crear luz desde
adentro hacia afuera. Tiempo de alimentar el Amor al Yo y potenciar así la
luminosidad de nuestro centro. Tiempo para crear Amor desde adentro y hacia
afuera!
Poema para la Autoestima
Yo soy yo.
En todo el mundo, no hay nadie exactamente
como yo. Hay personas que tienen algunas partes que se parecen a mí, pero nadie
es idéntico a mí, por lo tanto, todo lo que sale de mí es auténticamente mío
porque yo sola lo elegí.
Todo lo mío me pertenece –cuerpo, incluyendo
todo lo que este hace; mi mente, incluyendo todos sus pensamientos e ideas; mis
ojos, incluyendo las imágenes que perciben; mis sentimientos, cualesquiera que
estos puedan ser- coraje, alegría, frustración, amor, desilusión, excitación;
mi boca, y todas las palabras que salgan de ella, agradables, dulces o bruscas,
justas o injustas; mi voz, fuerte o suave; y todos mis actos, sean estos para
otros o para mí misma.
Me pertenecen mis fantasías, mis sueños, mis
esperanzas, mis temores. Me pertenecen todos mis triunfos y éxitos, todos mis
fracasos y errores. Porque todo lo mío me pertenece puedo llegar a
familiarizarme íntimamente conmigo misma. Y al hacer esto puedo amarme y
aceptarme, y aceptar todas las partes de mi cuerpo.
Entonces puedo hacer posible que todo lo que
me pertenece trabaje para lograr lo mejor para mí. Sé que hay aspectos de mí
misma que me confunden, y otros que no conozco. Pero mientras me conozca y me
ame puedo buscar valerosamente y con esperanza la solución a mis confusiones y
la forma de conocerme más. La forma como luzca, como suene para los demás, lo
que diga o haga, lo que piense y sienta en un momento determinado, soy yo. Esto
es auténtico y representa dónde estoy en este momento.
Cuando más adelante analice cómo lucía y
sonaba, lo que dije e hice, y cómo pensé y sentí, algo parecerá no encajar.
Puedo descartar lo que parece no encajar, y
conservar lo que sí encajó, e idear algo nuevo para reemplazar lo que descarté.
Puedo ver, oír, sentir, pensar, hablar y actuar. Tengo los instrumentos para
sobrevivir, y para acercarme a los demás, para ser productiva y para hacer sentido
y sacar del mundo a las personas y cosas ajenas a mí. Me pertenezco y por lo
tanto puedo manejarme.
Yo soy yo. Y yo estoy bien.
Poema para la Autoestima, de Virginia Satir
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